¿Qué atizó la crisis de Tigo y por qué se acerca a la reorganización?
Sobre la mesa sigue la idea de Millicom de capitalizar a la empresa con $600.000 millones.
Periodista de economía de El Colombiano. Oidor de tangos. Sueño con una Hermosa sonrisa de luna.
La compleja situación económica de Une EPM Telecomunicaciones (Tigo) se agrava con el paso de las horas, al punto que en una semana la firma evaluadora BRC Ratings – S&P Global rebajó en dos ocasiones la calificación de riesgo de la compañía operadora de telefonía móvil y otros servicios.
El 13 de septiembre, ante la falta de concertación de EPM y Millicom en cuanto a la capitalización de $600.000 millones para Tigo, la nota pasó de AAA a A, y el pasado martes la degradó de A a BB. Y es que para BRC Ratings la incertidumbre sobre la inyección de recursos por parte de los accionistas “hace a la compañía muy vulnerable a eventos ajenos a su control directo”.
Según se lee en el documento de la revisión extraordinaria de la calificación de Tigo, la caja disponible a agosto de la empresa alcanzaba a pagar tan solo el 45,5% de los vencimientos programados en octubre por $235.000 millones, es decir que de cada peso que debe desembolsar la compañía el próximo mes solo puede cumplir con unos 45 centavos.
A falta de dinero y la posibilidad de que no se materialice la capitalización por tardar el 11 de octubre, Tigo estaría expuesta a un riesgo inminente de intervención de sus operaciones, de acuerdo con las advertencias del ministro de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, Mauricio Lizcano.
“En nuestra opinión, no se evidencian acciones claras entre los socios que nos hagan considerar que esta transacción se pueda consolidar antes de esta fecha”, apuntó la calificadora BRC Ratings, al explicar su decisión.
Asambleas y juntas
Mientras el calendario sigue corriendo hacia la fecha límite del 11 de octubre, los encuentros de los principales socios de Tigo, EPM y Millicom, siguen siendo improductivos y nada prósperos.
Es así como la asamblea extraordinaria de accionistas celebrada el jueves anterior, citada para debatir y decidir sobre posibles conflictos de interés de los miembros de la junta directiva de Tigo referentes a la eventual capitalización, en la que cada socio debería aportar unos $300.000 millones, terminó luego de que las partes reconocieran que ningún miembro de la junta manifestó tener conflictos, y que por lo tanto ese que era el punto central del orden del día ni siquiera fue votado.
Por ahora está sobre la mesa una propuesta de Millicom a EPM, para que suscriban, ambos y en conjunto, a prorrata de su participación, la totalidad de las acciones propuestas para la capitalización (por unos $300.000 millones cada uno).
“La capitalización se haría al valor contable, legal y auditable de las acciones en los libros de la empresa. Con una capitalización conjunta, no habría dilución para ninguna de las dos partes”, acotó Millicom. EL COLOMBIANO conoció que varios miembros de la junta directiva de EPM ven de buena manera esta iniciativa, y que el órgano directivo se declaró en cónclave con el ánimo de tomar una decisión.
Mala racha
En entrevista con el diario La República, el presidente de Tigo, Marcelo Cataldo, explicó que la situación financiera desafiante de la empresa obedece, en parte, a que se compró el espectro de 700 Mhz en 2019, y en marzo llegó la pandemia. “Nosotros seguimos invirtiendo entre 2020 y 2021 con más de 5.000 antenas para poder crecer en 25.000 kilómetros cuadrados de cobertura. Una inversión enorme y pagamos el tercer precio más caro de 700 Mhz en el mundo”, añadió el empresario.
Adicionalmente, comentó que llegó la pandemia, que fue un desafío, y cuando termina y se disparó la inflación, “toda la indexación de los contratos, intereses bancarios, todo indexado al IPC, el espectro está a una tasa de doble dígito, entonces uno viene creciendo en ingresos y usuarios, pero el bajo Ebitda es un desafío”.
Desde la óptica de la Alcaldía de Medellín la difícil situación financiera de Tigo corresponde a la agresiva estrategia que se implementó para mantener los clientes ante la llegada de WOM.
Otro factor negativo fue la mala estrategia en la compra del espectro 700, 1.900 y 2.500 MHz, pues Tigo apostó a la banda de 700 Mhz, porque consideró que era la más eficiente de todas al requerir menos torres para cobertura y calidad, diferente a los requerimientos de bandas altas. No obstante, el escenario macroeconómico cambió sustancialmente luego de la pandemia.