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Constructora Camargo Correa habla de contrato en Hidroituango

Los representantes de la constructora brasileña en el país precisaron que, hoy, solo trabajan en Hidroituango.

Periodista de economía de El Colombiano. Oidor de tangos. Sueño con una Hermosa sonrisa de luna.

Reportero por vocación. Convencido de que el periodismo es para mejorar la vida de la gente. Ahora escribo de temas económicos en El Colombiano.

26 de febrero de 2017

Varios informes periodísticos apuntan a que en América Latina estaría por desencadenarse un lío similar al que hoy involucra a la compañía brasileña Odebrecht, esta vez por cuenta de la también brasileña constructora Camargo Correa.

Ante esos señalamientos, los voceros de esta empresa en Colombia decidieron dar la cara, explicar cómo obraron ante los escándalos de corrupción en Brasil y entregar detalles de su actuación en los contratos que han ejecutado en el país.

En diálogo con EL COLOMBIANO, Miller Soares Rufino Pereira, gerente de Camargo Correa en Colombia, aseguró el viernes pasado que luego de las investigaciones de la operación anticorrupción Lava Jato, en Brasil, y las responsabilidades asumidas por la empresa en ese país, la constructora no tiene impedimentos para operar allí ni en otras partes (ver ¿Cómo sucedió?).

Precisó que en Colombia, Camargo Correa hace presencia ininterrumpida desde hace 20 años, participando en proyectos de construcción de la planta de aguas residuales de San Fernando, en Itagüí, y la central hidroeléctrica Porce III (Nordeste Antioqueña), ambos de Empresas Públicas de Medellín (EPM).

En la actualidad hace parte del consorcio CCC, a cargo de las obras civiles de otra central hidroeléctrica de EPM, Hidroituango, que será la más grande generadora de electricidad del país desde el norte de Antioquia. En el consorcio, Camargo Correa tiene una participación del 55 %. Los otros socios son las firmas antioqueñas Constructora Conconcreto (35 %), y Coninsa Ramón H. (10 %).

El empresario aclaró que Camargo Correa no es inversionista en las actuales concesiones viales de cuarta generación (4G). “Camargo Correa trabaja como una constructora, y el proyecto que tenemos en Colombia es uno solo: Hidroituango”.

En este punto, Marcello D’Angelo, director de Comunicaciones de la constructora, quien está de visita en Medellín, añadió que Camargo Correa tiene otra empresa que sirve como vehículo de inversión para participar en concesiones.

“Se llama CCR, tiene otros accionistas y está listada en la bolsa brasileña y en Estados Unidos. Es una de las mayores firmas del mundo en concesiones. Solo en Brasil administra casi 5.000 kilómetros de carreteras y tiene a su cargo aeropuertos en Brasil y otros países como Ecuador”, precisó.

¿Un nuevo “ventilador”?

Tras la reciente visita del fiscal Néstor Humberto Martínez a Brasil, algunos medios como la revista Semana afirmaron que hace poco Camargo Correa aceptó negociar con las autoridades de ese país.

Ese medio añadió que los principales directivos de esa constructora anunciaron que revelarán cómo y desde qué cuentas bancarias se pagaron sobornos por obras públicas en Brasil y Perú, y que esos señalamientos podrían extenderse a Colombia, concretamente, al contrato de construcción de Hidroituango.

Frente a esa posibilidad, D’Angelo comentó que hoy son otras empresas brasileñas, también implicadas en la operación Lava Jato, las que están celebrando acuerdos para solucionar su situación con la justicia del país vecino.

“Este no es el caso de Camargo Correa. Los acuerdos y colaboraciones hechos con Dalton Avancini y Eduardo Leite (directivos retirados de la constructora) fueron firmados hace dos años. No hay nada nuevo. En ese momento los ahora exejecutivos y la empresa reconocieron sus responsabilidades en hechos ocurridos en Brasil (casos Petrobrás, Electrobras y Electronuclear), no hay nada en otros países, ni en Perú, ni en Ecuador, ni en Colombia”.

Para el directivo hay muchas especulaciones, e insistió en que Camargo Correa fue la primera gran empresa de ingeniería en Brasil que hizo un acuerdo con la justicia de ese país. “Esto (delatar) le dio una situación privilegiada frente a las otras compañías”.

También fue enfático en señalar que en abril de 2015 se terminó una investigación interna, en que participaron firmas extranjeras independientes. “Estas hicieron auditorías en todas las operaciones de la constructora y no se encontró nada por fuera de Brasil. Esto tuvo el acompañamiento de las autoridades”.

Diferencia con Odebrecht

Otro detalle en el que Rufino y D’Angelo hacen especial hincapié es que la reacción de Camargo Correa fue diferente a la mostrada por Odebrecht.

“El caso de Camargo Correa es distinto al de Odebrecht. Camargo Correa no salió todo el tiempo a negar su responsabilidad, por el contrario: admitió y aceptó su responsabilidad y fue la primera en lograr un acuerdo”, reiteraron.

Además, señalaron que operativamente Camargo Correa nunca les da autonomía a sus empresas por fuera de Brasil, de hecho, en Colombia opera como sucursal.

Hidroituango en la mira

Sobre las observaciones hechas a la adjudicación del contrato para construir Hidroituango, en 2011, EPM expidió el martes un comunicado en respuesta a la revista Semana.

La publicación calificó de “curioso” que a última hora, se modificara una condición cuando el proceso estaba en la recta final y solo quedaban dos consorcios proponentes: CCC y OMS Ituango, conformada por Odebrecht, Minciviles y Solarte.

En su réplica del martes, EPM manifestó que el contrato adjudicado a CCC fue resultado de una licitación pública internacional, que contó con pluralidad de oferentes y con acompañamiento en acción preventiva de la Procuraduría.

También se lee que “la empresa se rige bajo una política de cero tolerancia al fraude, la corrupción y el soborno, como un modelo de gestión basado en principios, lineamientos y objetivos socialmente responsables. En este sentido, la organización rechaza todo aquello que se aleje del cumplimiento de la ley”.

En ese sentido, Rufino respondió a este diario que el consorcio CCC cumplió todas las exigencias de los pliegos, que eran las mismas para todos: “yo no sé si EPM cambió las condiciones. Nosotros siempre atendemos los requisitos de los convocantes”.

D’Angelo agregó que no se observaron cambios en las reglas de juego. “Fue un proceso con los más altos estándares internacionales en cuanto a exigencias técnicas”, indicó el vocero. Recordó que Camargo Correa es una de las mayores constructoras de hidroeléctricas, con centrales que totalizan más de 62.000 megavatios de capacidad instalados en distintos continentes.

Consorcio solidario

Un aspecto en el que los representantes de Camargo Correa llaman la atención, es que la constructora no fue la ganadora del contrato de construcción de Hidroituango. “Camargo Correa hace parte de un consorcio que fue el ganador”, comentó Rufino.

D’Angelo declaró que ese es el modelo que Camargo Correa ejecuta en todas partes. “Vamos siempre con empresas locales, pues están más adaptadas y tienen las condiciones para desarrollar los proyectos con mayor eficiencia”

En este punto, resultó llamativo saber durante la entrevista que, no obstante Camargo Correa tener la mayor participación accionaria en el consorcio CCC, no lo dirige directamente. Según Rufino “la dirección del consorcio está dividida entre los socios. Es una dirección tripartita”.

Consultado sobre cuánto debe invertir el consorcio, para cumplir con el volumen de obra encargado por la construcción de la central, Rufino evitó entregar una cifra: “En eso habría que preguntarle al consorcio. Cada socio aporta de acuerdo con su participación”.

En la conversación con los empresarios, desarrollada en las instalaciones de este diario, los reporteros indagamos sobre quién tiene la vocería del consorcio CCC, entendiendo que no la ostenta Camargo Correa como accionista mayoritario. “No tengo un nombre definido de un vocero”, respondió Rufino (ver Dicen de...).

Para los ejecutivos brasileños, independiente de lo que pueda pasar con Camargo Correa, la ejecución de Hidroituango está blindada, porque la responsabilidad es del consorcio y no de la constructora.

“El consorcio hace la totalidad de las obras, integralmente. No hay una división de las obras entre el consorcio. El consorcio es solidario, y la responsabilidad es solidaria. Si pasara algo con cualquiera de las empresas, las otras dos compañías son responsables”, confirmó Rufino.

EPM responde

En desarrollo del diálogo con Rufino y D’Angelo, ambos evitaron en ocasiones responder algunas de las preguntas, en especial, las relacionadas con el contrato de Hidroituango. “El contrato de EPM con el consorcio, dice que solo EPM puede hablar de las cuestiones del contrato, hay cláusulas de sigilo (confidencialidad)”, indicó D’Angelo.

En ese contexto, trasladamos parte de las inquietudes a Wilson Chinchilla, vicepresidente de Proyectos e Ingeniería de EPM, quien por escrito resolvió el cuestionario y no dejó clara la ocurrencia de sobrecostos en la ejecución de obras de Hidroituango.

¿Cómo explicarles a los lectores el due diligence (debida diligencia) que aplica EPM para verificar la probidad de quienes ganan una licitación como la de Hidroituango?

“Todo proceso de contratación de EPM es interdisciplinario, se desarrolla con la participación de personal experto de diferentes dependencias: jurídica, finanzas, impuestos, logística, técnicas, auditoría corporativa, unidad de cumplimiento, entre otras”.

Hay etapas y fases...

“Cada proceso tiene trazabilidad en todas sus etapas y queda registrado en un sistema de seguimiento disponible en todo momento para los entes de control. La adjudicación se realiza luego de ser sometida al Comité de Contratación de la empresa”.

¿Y la verificación?

“En todos los procesos de EPM, la Unidad de Cumplimiento realiza la debida diligencia de terceros, que consiste en una verificación de información, para conocer adecuadamente con quién nos relacionamos, (...), acompañado de consultas en diversas listas o bases de datos públicas nacionales e internacionales, con el fin de prevenir el relacionamiento con empresas o entidades que tengan algún impedimento legal para vincularse con EPM”.

¿En qué consisten las cláusulas de confidencialidad del contrato suscrito con CCC para obras de Hidroituango?

“El contrato con el consorcio CCC no tiene cláusulas de confidencialidad”.

¿Cuál es el valor total, a precios actuales, de la central?

“De 11,4 billones de pesos”.

¿Qué porcentaje corresponde a las firmas de CCC?

“Lo que la corresponde al consorcio CCC suma un 22,3 %”.

Con 66 % de avance de obras, ¿hay sobrecostos?

“El valor total del proyecto es de 11,4 billones de pesos, que se mantiene dentro del presupuesto aprobado”.

¿Se reconoce una prima de éxito (por avance de obra o anticipo en la construcción) al consorcio CCC?

“Por condiciones de orden público, sociales y geológicas, el proyecto venía presentando un retraso respecto al cronograma inicial. Para recuperar este atraso y llevar el proyecto a la condición actual, es decir, cumpliendo con programa que apunta a comenzar operación a finales del 2018, con el contratista se estructuraron y se pusieron en ejecución unas estrategias y planes de aceleración. El contratista recibirá una utilidad que varía entre 70.000 millones de pesos y cero pesos, en función del tiempo que efectivamente se logre recuperar”.

Para EPM, ¿quién es el vocero del consorcio CCC?

“El representante legal del Consocio CCC es el señor Braulio Saraiva”.