Economía

¿Qué tan posible es poner fin a los carros a gasolina en Colombia?

Una de las metas del Gobierno es que para el 2040 todos los autos que circulen en el país sean eléctricos. Costos y regulación, los retos.

Periodista de economía y negocios. Egresada de la gloriosa Universidad de Antioquia.

26 de enero de 2024

Las pasadas declaraciones del ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, en las que expuso la intención del Gobierno de poner fecha límite a la autorización de matrículas de vehículos que usen gasolina y diésel en Colombia, con el fin de sustituir el parque automotor, volvieron a poner sobre la mesa el debate de qué tan preparado está el país para materializar dicha transición, dados los costos versus los ingresos de la gente.

Y es que, según datos del Registro Único Nacional de Tránsito (Runt) y de la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible (Andemos), el parque automotor del país está compuesto por 6,8 millones de vehículos y 11,0 millones de motocicletas. Lo que resulta preocupante es que la edad promedio de estos sigue aumentando, alcanzando 17,8 años para carros y 11,1 años para motos.

El problema, advirtió Andemos, es que los vehículos más antiguos tienden a tener motores menos eficientes y sistemas de control de emisiones menos avanzados, lo que contribuye a una mayor emisión de contaminantes atmosféricos y al cambio climático. Además, consumen más gasolina, lo que agrava la dependencia de los combustibles fósiles.

De hecho, según el Departamento Nacional de Planeación, los costos en salud asociados a la contaminación del aire en Colombia ascienden a $15,4 billones.

Por todo lo anterior, una de las metas del Gobierno del presidente Gustavo Petro es que para el 2040 todos los carros que circulen en el país sean eléctricos. Pero, ¿se cumplirá con ese objetivo?

¿Qué tan posible es?

En los últimos años, la compra de vehículos con tecnologías limpias en el país ha aumentado significativamente. Datos de la Andi y Fenalco arrojaron que el año pasado se vendieron 3.677 eléctricos nuevos y 27.813 híbridos. Esto significó un crecimiento de 12,2% y 13,3% respectivamente.

Sin embargo, si bien los colombianos han mostrado una mejor adaptación, existen diversos factores que influyen en la compra de un carro eléctrico, tales como la capacidad de la infraestructura de carga, el mantenimiento, la duración de las baterías y la reventa.

Por esto, uno de los primeros impactos que ve el posible comprador en el bolsillo es el precio inicial que, frente a uno que funcione con gasolina, puede ser hasta de un 20% más.

No obstante, para los expertos, este alto valor se amortizará a futuro, llegando a estar por debajo de lo que cuesta mantener un vehículo a gasolina, sin contar con el ahorro en emisiones al medio ambiente.

“La propuesta de establecer una fecha para las matrículas de carros a gasolina no es algo nuevo. En ciudades como Medellín y Bogotá uno ve que no hay restricciones para los eléctricos o híbridos, ni Pico y Placa. Esto significa que cada vez se ha ido estrechando más a los vehículos que funcionan solo a gasolina. Y no es que vayan a desaparecer, sino que busca que no se vendan más”, explicó Carlos Vasco, profesor de la Universidad de Antioquia.

La electrificación de la movilidad busca descarbonizar esta industria, la cual genera material particulado que hace que el aire de las ciudades sea difícil de respirar. Para Vasco, la propuesta del MinHacienda es buena y viable; sin embargo, también tiene sus contras en un país como Colombia.

“También es cierto que establecer este tipo de restricciones para los carros a gasolina o diésel dejaría a muchas personas, cuyos niveles de ingresos son medios o bajos, por fuera de la posibilidad de comprarse un vehículo nuevo, dado sus precios altos, por lo que tendrían que conformarse con el mercado del usado”, anotó Vasco.

No obstante, el docente también considera que este mercado de los eléctricos e híbridos, a medida que se masifique, irá bajando sus precios.

“Un ejemplo es que en Colombia los vehículos antes se vendían sin airbags o frenos ABS. Entonces, hace algunos años se empezó esa discusión para que esto se convirtiera en una norma. Y también se pensaba que al exigirle a las marcas que pusieran este tipo de protecciones -tecnológicas, que ya se aplicaban desde los años 70 en Estados Unidos, los precios subirían mucho. Pero no fue así, los aumentos fueron leves. Esto lo veo como espejo para cuando más adelante se exija que el motor del vehículo o combustible sea eléctrico en alguna proporción”, agregó.

Las estrategias

Para abordar estos desafíos, Colombia tiene una gran oportunidad mediante políticas públicas que incentiven la renovación de la flota vehicular y reactiven la economía. En este sentido, desde Andemos le han propuesto al Gobierno Nacional algunas estrategias.

Una de ellas son bonos para la renovación de vehículos de más de 10 años o menos eficientes en consumos por unos más eficientes desde el punto de vista energético. Esto, combinado con una política nacional consolidada para implementar programas de restricción a la circulación (pico y placa) basada en niveles de emisiones.

Desde el gremio también plantean fomentar la adopción de taxis eléctricos mediante la implementación del programa de ‘Ascenso Tecnológico’ del Plan Nacional de Desarrollo, así como la expansión de la infraestructura de carga.

El presidente de Andemos, Oliverio García, enfatizó en que el Gobierno tiene una oportunidad valiosa para abordar el envejecimiento de la flota vehicular y avanzar hacia un transporte más limpio y eficiente, mediante políticas públicas inteligentes y sostenibles que a su vez impulsen la reactivación del sector automotor”.