¿Qué es ser pobre en Colombia?
Son dos las modalidades bajo las que se mide este concepto en el país actualmente.
Periodismo. Gestión Cultural. Por la sonrisa de mi madre que vale un millón.
¿Ser pobre es solo cuestión de dinero o de que haya condiciones necesarias para suplir las necesidades básicas? esta es una de las bifurcaciones que llevan a que existan en Colombia dos maneras de medir la pobreza. Una de ellas es la monetaria y la otra es la multidimensional, ambas estadísticas retratadas en el Conpes 150 de 2012.
Con respecto a la primera, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) traza una línea en “el costo per cápita mínimo de una canasta básica de bienes y servicios (alimentarios y no alimentarios) en un área geográfica determinada”. Esto quiere decir que se mide la pobreza dependiendo de si a una persona le alcanza o no para adquirir los bienes básicos.
Por otra parte, la pobreza multidimensional tiene en cuenta 15 indicadores de satisfacción de necesidades, que se centran en cinco dimensiones: educación, trabajo, niñez y juventud, vivienda y salud. En esta medición se plantea que un hogar es pobre cuando “tienen privación en por lo menos el 33% de los indicadores”.
Pobreza monetaria
Para determinar los ingresos de cada hogar, el Dane toma en cuenta la Gran Encuesta Integrada de Hogares. A partir de estos, y de la cantidad de personas que compongan cada núcleo, se redistribuye el dinero que entra mensualmente y se confirma si, por persona, se cumple o no con la línea.
Ahora bien, se utiliza la Encuesta de Costos y Gastos, la cual antes se hacía cada 10 años, pero ahora se hará cada cinco, para hallar cuál es el perfil de consumo recurrente de los habitantes del país. Con esto, se establece cuáles son los productos que integran la canasta, al momento de calcular cómo cubrir determinada cantidad de calorías para salir de la malnutrición.
Expertos explicaron que para determinar la línea alimentaria que se necesita mensualmente, se utilizan estándares dispuestos por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).
De acuerdo con la última cifra del Dane, la línea de pobreza para 2018 fue de 257.433 pesos por persona. Es decir que en un hogar de cuatro personas, el ingreso mensual debería ser de 1.029.732 pesos para salir de esta línea. Con esto se garantizaría cubrir las necesidades calóricas para no caer en malnutrición, un techo y servicios básicos. 27 % de los habitantes del territorio colombiano no llegaron a esta línea en 2018.
Según explicó Juan Daniel Oviedo, director del Dane, “Ese monto se vuelve 283.239 en la zona urbana del país y 179.000 en la ruralidad”. La razón de esto es que en el campo el proceso de autoconsumo hace que el monto disminuya.
Pobreza extrema
También enmarcado bajo la pobreza monetaria, la entidad establece otro punto de corte y es el de pobreza extrema, el cual hace referencia a cuando no se alcanza a cubrir la adquisición de los bienes alimentarios mínimos para cada persona con los ingresos mensuales.
Bajo este parámetro, la línea para cierre de 2018, cifra más reciente, se trazó en 117.605 pesos, lo que traduce que con este monto se lograrían satisfacer únicamente las necesidades alimentarias para sobrevivir. 7,2 % de la población nacional estuvo por debajo de estos ingresos hace dos años.
No obstante, al igual que con la pobreza, este valor varía en la ruralidad y en lo urbano, también por la capacidad de autoconsumo.
“Para la pobreza monetaria extrema simplemente garantiza las calorías básicas. Se desagrega en 122.800 para partes urbanas y en 100.000 para la zona rural”, complementó el director del Dane.
Esta medición se actualiza anualmente. Los datos de pobreza monetaria correspondientes al año pasado estarán disponibles en marzo.
Multidimensional
“Es un concepto más amplio, es un término en el que no basta con tener ingresos, porque se puede obtener una suma por encima de lo que cuestan esos bienes básicos, pero si no hay educación o salud, de nada sirven”, explicaron expertos en estadísticas de este tipo.
Este parte de la visión del nóbel de economía Amartya Sen (ver Origen), quien planteó flaquezas sobre la visión de la existencia de la pobreza a partir de la no superación de una línea de ingresos.
Con esto, se determinaron quince puntos a tener en cuenta para medir la pobreza en cinco dimensiones: bajo logro educativo, trabajo informal, analfabetismo, trabajo infantil, hacinamiento crítico, no acceso a una fuente de agua mejorada, rezago escolar, inasistencia escolar, barreras a servicios de cuidado de la primera infancia, material inadecuado de pisos, inadecuada eliminación de excretas, material inadecuado de paredes exteriores, desempleo a larga duración, no aseguramiento a salud y barreras de acceso al servicio de salud.
Hernando José Gómez, exdirector del Departamento Nacional de Planeación, apuntó que se deben tener en cuenta tanto la medición multidimensional como la monetaria. “Lo más importante, más que el nivel, es la variación en ambos índices. Si uno está mejorando, está bien. Si se está desmejorando o estancando, es una señal de alerta”.
19,6 % de los habitantes se encontraron en situación de pobreza multidimensional. Pese a esto, Oviedo destaca que Colombia ha sobresalido por su disminución de estos índices. El dato actualizado, referente al año pasado, estará disponible en mayo.
“Ahora, toda esta medición tiene unos aspectos subjetivos. El multidimensional mide ciertas dimensiones y habrá gente que piense que estas no son suficientes. Sin embargo este sí va más enfocado a calidad de vida”, comentó Gómez.
Recordemos que entre 2018 y 2016, se vio una caída de 1,8 puntos porcentuales en lo que a pobreza multidimensional respecta y entre 2018 y 2017, la monetaria se redujo en 10 puntos básicos.
Hacia el desarrollo
La Organización de Naciones Unidas (ONU) plantea un concepto ligado hacia el desarrolloy no hacia la pobreza, el Índice de Desarrollo Humano.
De acuerdo con la ONU, este mide tres dimensiones: “la capacidad de tener una vida larga y saludable, que se mide por la esperanza de vida al nacer; la capacidad de adquirir conocimientos, que se mide por los años promedio de escolaridad y los años esperados de escolaridad; y la capacidad de lograr un nivel de vida digno, que se mide por el ingreso nacional bruto per cápita”.