Economía

Estos son los empleos del futuro

Analistas de datos, desarrolladores de software e ingenieros de sistemas son algunos de los trabajos que más interesan en el nuevo mercado laboral.

Tengo más libros de fútbol que calzoncillos y medias.

30 de enero de 2019

Hay oficios y lugares que se resisten al cambio. En Bogotá, por ejemplo, en pleno corazón del centro histórico se encuentra la Bolera San Francisco, un lugar que nació siete años antes del Bogotazo (1948). Está ubicada a escasos pasos del lugar en el que fue asesinado el exdirigente liberal Jorge Eliécer Gaitán. Lo curioso de la bolera es que a diferencia de las “más tradicionales”, el proceso mediante el cual se reemplazan los pinos, no es mecánico. Su ejecución está a cargo de un joven, quien además de hábil debe ser preciso como un cirujano.

Se le conoce como ‘Chinomatic’, y es la resistencia a Gottfried Schmitdt, un alemán que a finales de la década de 1930 inventó la máquina encargada de hacer la acomodación sistemática, milimétrica y automática de los 10 pinos que se deben tumbar en una partida de bolos. Los ‘Chinomatic’ no hacen parte de la extensa lista de trabajos que han desaparecido por cuenta del crecimiento tecnológico.

El reemplazo de la mano de obra ha hecho que si bien algunos oficios desaparezcan, otras necesidades para ciertos sectores de la economía surjan con la urgencia de encontrar mano de obra que se debe pensar como la más calificada (ver Informe).

Un ejemplo de ello es que en Colombia, según datos entregados por la Organización de Desarrolladores de Software de Colombia y el Ministerio de las Tecnologías de la Información, el déficit de profesionales especialistas en el desarrollo de software es cercano a los 50 mil.

Ese perfil es solo uno de los casos que tienen que ver con cómo está cambiando la demanda laboral por cuenta de las necesidades de un mercado empresarial que se transforma y que necesita trabajadores que cuenten con un perfil más tecnológico, o al menos así lo cree la consultora experta en temas laborales ManpowerGroup.

Según esa entidad, se requiere, urgentemente, mano de obra como analistas de datos, ingenieros de sistemas o desarrolladores capaces de avanzar en planes de innovación, específicamente en aquellos concernientes a temas de inteligencia artificial.

“Claro que se requiere de una serie de profesionales que respondan a lo que necesitan las empresas. Obviamente se van a seguir necesitando perfiles tradicionales, pero en ese camino por incentivar la competitividad tanto las grandes compañías, como las que hasta ahora empiezan a ver la luz, deben tener la mano de obra que exige el mercado”, dijo Raúl Ávila, profesor de Economía en la Universidad Nacional.

Otras razones del problema

De hecho un estudio del Foro Económico Mundial (FEM) da cuenta de que para el próximo año el déficit de ingenieros de sistemas en el mundo podría llegar a ser de 40 millones. También se llamó la atención en que para disminuir ese faltante de profesionales se debería poner un ojo sobre cómo las mujeres pueden empezar a ser más requeridas para este tipo de trabajos.

El FEM asegura que la brecha de género se mantendrá, pues no se ha prestado la atención necesaria con la idea de incluir más mano de obra femenina en labores que tradicionalmente se han considerado como exclusivas para los hombres. La preocupación está en que, según el organismo multilateral, tan solo el 16 % de las mujeres se gradúa de carreras afines a este tipo de actividades.

“Son muchas las tareas en ese sentido. Sí se necesita que las empresas hagan un trabajo mancomunado con la academia para que se dé a conocer cuál es el perfil y el tipo de vacante que se quiere copar. También ese tipo de trabajadores pueden irse formando en la misma compañía, pero requiere de más tiempo”, aseguró Francisco Cubillos, profesor experto en empresas de la Universidad del Rosario.

El Foro Económico Mundial ya le ha puesto fecha de caducidad a ciertos oficios, razón por la que urge que se empiece a pensar sobre cómo se generará la mano de obra que requiere el mercado.

De acuerdo con el FEM, la rápida evolución de las máquinas y los algoritmos en el lugar de trabajo podría crear 133 millones de puestos nuevos, en lugar de los 75 millones que se desplazarán de aquí al año 2022. Y precisamente sobre esas 133 millones de nuevas vacantes se tendrá que hacer especial énfasis, pues se tratará de trabajadores inmersos en temas de innovación y tecnología.