Economía

Comfama anuncia el negocio más grande de su historia

La organización adquirió la totalidad de la Clínica Panamericana y proyecta importante expansión para esta zona de Antioquia.

En mis bolsillos hay una grabadora y unos audífonos; en mi mente, amor por el periodismo.

22 de junio de 2021

La caja de compensación familiar Comfama cuenta actualmente con 1,2 millones de afiliados y llega con sus servicios a unos 3,7 millones de antioqueños. Hoy, en sus proyecciones, la subregión del Urabá es una de las de mayor potencial debido al crecimiento de la población, la formalización laboral y la expansión de empresas.

Es así como desde hace ocho años la caja ha apostado con mayor fuerza por esa zona y, en este sentido, anunció ayer la adquisición del 60 % restante de las acciones de la Clínica Panamericana, ubicada en Apartadó, que la deja como única dueña de la institución de salud, luego de cerrar negociación con sus socios (Zona Franca Permanente Urabá, Arquitectura y Concreto, Medicina de Alta Complejidad, Inversiones Sorzano, Conexiones médicas científicas y SM proyectos).

Aunque no reveló el monto de la operación, David Escobar, director de Comfama, aseguró que se trata del negocio más grande que haya hecho esa organización en su historia. Más de 400 mil servicios ambulatorios, 71 mil hospitalizaciones y cuatro mil adultos en UCI son algunas cifras de la clínica adquirida desde que empezó a operar en 2014.

Ahora el objetivo será responder al crecimiento de Urabá y a los cerca de 910 mil habitantes que tendrá a 2030, según estimaciones. En entrevista con EL COLOMBIANO, Escobar habla sobre los detalles de la transacción, los frentes que está atendiendo Comfama y los cambios a nivel social que ha habido en Antioquia durante la pandemia.

¿Por qué deciden adquirir la totalidad de la Clínica Panamericana?

“El proyecto se inició en 2010 y la Clínica Panamericana, como tal, se inauguró en 2014, año en el que unos socios quedaron con el 60 % y Comfama con el 40 %. En ese momento se hizo la inversión en el edificio y en la dotación y arrancó como cualquier empresa. En el 2016, como en Comfama tenemos una operación importante que a hoy comprende 38 centros de salud, más nueve especializados en covid-19 y 30 puntos de vacunación en Antioquia, le ofrecimos a las demás partes administrarlo, al ser el único socio con experiencia en salud. Tras empezar a hacerlo nos dimos cuenta de que esa institución tiene un valor social desde la salud pública para Urabá, e incluso para Córdoba. Antes de que existiera, en buena parte de las atenciones sanitarias complejas de la subregión las personas se tenían que venir en avión para Medellín, y calculamos que en sus primeros cinco años de operación la clínica le ahorró al sistema de salud 62.727 millones de pesos”.

¿Y cómo cerraron la compra?

“En 2018 le dijimos a los demás socios que si estaban interesados en vender su participación Comfama estaba interesada en adquirirla. Estuvimos más de dos años en valoraciones y diálogos para anunciar este negocio, que es el más grande que haya hecho Comfama en toda su historia como caja de compensación. Por un acuerdo de confidencialidad, no podemos dar los montos en detalle”.

¿Qué planean con la clínica?

“Si analizamos las proyecciones, sabemos que Urabá estará llegando a 910 mil habitantes en 2030. Vemos que va camino a una formalización cada vez más rápida y el régimen contributivo ha ganado diez puntos porcentuales en los últimos cinco años, dato fundamental para tomar nuestra decisión. Creemos que deben expandirse los servicios complementarios y trabajaremos en ampliar las camas para tener mayor hospitalización, más servicios de cirugía y habrá una labor muy fuerte en los componentes cardiovascular y materno infantil, complementándolos con oncología y ayudas diagnósticas bastante especializadas.

Cerca de la clínica tenemos un lote destinado a expansiones futuras de la caja, si la dinámica de Urabá sigue al ritmo que va, no solo en crecimiento poblacional sino también en formalización laboral y aumento de empresas, estimamos que en cinco años o antes arrancaríamos una segunda torre de la clínica”.

En otros frentes como empleo, educación u ocio, ¿qué le entregarán a Urabá?

“Comfama, hace más o menos ocho años, decidió invertir duro en esa región. Tenemos ocho centros de salud abiertos, más otros dos proyectados, con los que llegaremos a diez, más esta clínica. A eso hay que sumarle el Parque Zungo, en alianza con Comfamiliar Camacol, el parque la Playa de Turbo y además poseemos sede en Apartadó, proyectos de vivienda en prácticamente todos los municipios de la subregión y en educación acabamos a abrir los servicios del Cesde”.

¿Y para Antioquia, en general, qué otras inversiones habrá?

“Los principales proyectos que están en marcha son el de renovación e inversión en el centro cultural El Claustro Comfama, en el centro de Medellín, para el que vamos a destinar $54 mil millones en total. La expansión del Cesde nos parece fundamental, ya arrancamos en Urabá y también en el Suroeste, la idea es llegar a todas las regiones de Antioquia y además lanzamos programas como el de técnica en enfermería y estamos iniciando algunos en Cuarta Revolución Industrial, salud y economías culturales y creativas. Nuestro proyecto de colegios para la clase media y afiliados, este año, ya cuenta con cuatro centros activos y esperamos abrir seis más en enero. También trabajamos en nuestras sedes en los centros urbanos de Rionegro y Apartadó, así como la de Amagá”.

Pasando a otros frentes, ¿cómo están sus cifras de vacunación contra la covid-19?

“Comfama está por encima de 350 mil dosis aplicadas en Antioquia, que son cerca del 15 % de las vacunas del departamento, articuladas con la Gobernación. Es importante que la gente acuda a hacerlo, la estadística está mostrando que quien está vacunado logra proteger su vida de las complicaciones de esta enfermedad. Veíamos que las infecciones y las hospitalizaciones e ingresos a UCI de la población mayor de 60 años está bajando radicalmente”.

¿Cuántos afiliados tienen a hoy?

“Recuperamos los niveles previos a la pandemia y llegamos el mes pasado a 1,2 millones, una muy buena noticia para el empleo formal. Esperamos que la recuperación económica dé unos buenos números para cierre del año, todavía estamos pendientes de que se reactiven los usos de los servicios de educación y recreación por las restricciones que hay, pero prevemos que eso pase en los próximos meses. Hemos avanzado mucho en lo digital respecto a matrículas, educación y cultura y allí tendremos muchas noticias para darle a la comunidad”.

¿Cuáles cambios han notado en las prioridades de los antioqueños?

“Hemos observado que llegó el momento de atender la problemática de salud mental directamente. Colombia y Antioquia ya tenían un desafío antes de la pandemia, pero después de esta tuvimos que visibilizar el tema. Profundizamos la atención por canales virtuales, ya sea línea telefónica o acciones de telemedicina, superamos los 15 mil casos, y hay una cifra similar en lo presencial. La nutrición, ejercicios de actividad física y yoga también se han elevado, al igual que la educación técnica y el entretenimiento digital”.

¿Cómo va la oferta de empleo?

“Aún tenemos un gran problema de desempleo, la ocupación formal ya llegó a los niveles prepandemia, pero la informal todavía no. Vemos un crecimiento acelerado de las empresas antioqueñas, que cuidaron el trabajo y ahora están aumentándolo. Tenemos que hacer énfasis en mujeres y jóvenes”.

¿Qué ha pasado con la clase media?

“Ha disminuido el tamaño y especialmente en la clase media vulnerable. Nosotros confiamos, con nuestros servicios de mentoría para el desempleo, subsidios, apoyo con créditos y educación, en ser un colchón para que el regreso (a la clase media) sea lo menos duro posible. Creemos que la economía antioqueña y nuestras empresas van a recuperar parte de ese terreno perdido”