Economía

Colombia busca que América Latina se una para gravar las plataformas digitales

MinHacienda busca llegar a un acuerdo regional sobre la tributación de aplicaciones. En el país, estas multinacionales tendrán a partir de 2024 una carga adicional del 3% sobre sus ingresos brutos.

Periodista de economía y negocios. Egresada de la gloriosa Universidad de Antioquia.

27 de julio de 2023

Netflix, Spotify, Amazon, HBO, Apple Music y YouTube son algunas de las plataformas que tendrían que pagar un nuevo impuesto en Colombia a partir de enero del próximo año.

Así lo dice un borrador de decreto publicado por el Ministerio de Hacienda, que busca reglamentar uno de los artículos de la reforma tributaria aprobada en 2022. En este, se establece que este tipo de multinacionales pagarán una tarifa del 3% sobre los ingresos brutos que generen en el país.

Precisamente, este será uno de los principales temas de discusión durante la primera cumbre tributaria ministerial de América Latina, que se llevará a cabo este 27 y 28 de julio en Cartagena. Allí, el jefe de la cartera de Hacienda, Ricardo Bonilla, buscará construir una posición unificada sobre la tributación y contribución de estas empresas en las finanzas de los países de la región, y así dar paso a una política internacional.

“Voy a proponer que efectivamente se graven las plataformas, que todo aquello que tenga presencia representativa en los países, así no tenga oficinas, tenga algún grado de retorno a los países donde se desarrolla ese tipo de actividad y que lleguemos a un acuerdo en los escenarios internacionales para que eso se cumpla”, indicó Bonilla en entrevista con El Tiempo.

Con esto, recalcó que quiere darle fortaleza continental a la posición de la importación a través de plataformas. “Que las haya, sí, pero que paguen impuestos”, dijo.

¿De qué se trata?

Bajo la figura Presencia Económica Significativa (PES), el Gobierno Nacional pretende gravar a aquellas multinacionales que obtengan ingresos brutos de 31.300 UVT ($1.327 millones) o más, por transacciones que involucren ventas de servicios digitales como publicidad, streaming de contenidos musicales, podcast y películas, entre otros.

El proyecto del MinHacienda presume que una plataforma digital tiene presencia en Colombia cuando cuenta con 300.000 o más clientes y/o usuarios en el territorio durante el año gravable anterior o en curso.

Sin embargo, para los analistas, uno de los vacíos que hay es si este borrador cobija también a plataformas como Onlyfans.

“Según el decreto, prácticamente cualquier plataforma que preste servicios digitales y supere el tope establecido sería gravada. Onlyfans ofrece servicios de suscripción e intermediación para la prestación de servicios de streaming; pero este es solo un ‘intermediario’, es el ‘canal de contacto’ y por ahí podrían filtrarse, además de que muchos de sus pagos son en monedas virtuales. Lo mismo podría pasar con empresas como Airbnb”, explicó Rafael Felipe Gómez, abogado comercial.

Los contrastes

Para José Daniel López, director ejecutivo de Alianza In, una de las consecuencias de este impuesto es que, por ende, representaría un aumento del precio de las tarifas para los usuarios.

“Las plataformas digitales ya están pagando impuestos. Casi todas lo hacen por los servicios digitales que prestan desde la reforma tributaria del 2017 y pagan IVA. Otras que reciben fiscalmente en Colombia tienen las obligaciones tributarias comunes y corrientes de cualquier empresa establecida en el país”, dijo López.

Y cuestionó que, si bien esta es una discusión que no se ha dado solo en Colombia, en América Latina aún no hay ningún país que tenga un impuesto digital específico.

Una visión similar tienen desde la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham). Por medio de una carta dirigida al ministro Bonilla, María Claudia Lacouture, presidenta de la asociación, expresó que esta normativa podría implicar repercusiones como un escenario de doble tributación.

“Este impuesto no sería concordante con las propuestas internacionales para dictar una carga tributaria sobre la economía digital, por lo que se estaría hablando de un potencial escenario de doble tributación en las transacciones internacionales. Punto que iría en contra de lo que se busca evitar en el Beps 2.0 (propone un impuesto mínimo global a las empresas digitales en todos los países donde operen)”, indicó Lacouture.

Así, algunas de las propuestas que hicieron desde AmCham al gobierno es que los periodos y pagos del proyecto se asemejen a los del IVA para permitir unificar los procesos internos en las compañías. Y que se establezca expresamente la posibilidad de deducir aquellos montos que fueron gravados con el impuesto de renta por devoluciones, deudas manifiestamente perdidas, rebajas o descuentos.

Pero en esta discusión son varios los matices. El abogado Gómez, por ejemplo, considera que esta normativa significará mayores ingresos para la Nación. “Esto se vuelve relevante teniendo en cuenta que empresas como Netflix reciben grandes cantidades de dinero a través de sus operaciones en el país, pero no tributan en proporción a estos”, comentó.

Y destacó que este decreto también promovería una mayor equidad fiscal al “nivelar la cancha” con otras empresas que operan en el país y que ya están sujetas a una serie de impuestos.