Medio Ambiente

Una ballena perdió su cola por red de pesca en Chocó

Editor Digital en EL COLOMBIANO.

25 de agosto de 2018

Una ballena jorobada quedó con su cola mutilada al parecer luego de enredarse en una red de pesca, según confirmó la Fundación Macuáticos Colombia, que estudia a estas especies en el golfo de Tribugá, Chocó.

“El avistamiento fue el día jueves en inmediaciones de Cabo Corrientes, extremo sur del golfo de Tribugá. En este punto nosotros hacemos monitoreo de ballenas jorobadas y otros mamíferos y el jueves nos encontramos con esta ballena mutilada”, indicó Natalia Botero, investigadora y miembro fundadora de la Fundación Macuáticos.

Botero agregó que la ballena fue examinada en dos oportunidades ese mismo jueves uno a las 10:40 de la mañana y otro después de la 1:30 de la tarde. “En los dos avistamientos acompañamos la ballena por espacio de media hora tomamos registro fotográfico, de comportamiento, marcamos el punto en GPS y nos retiramos pues no podíamos hacer mucho por el animal en ese momento”, agregó Botero.

La investigadora tiene dos hipótesis sobre lo ocurrido, aunque toma fuerza que se haya producido el mutilamiento tras enredarse en una red de pescadores, pues habitantes de la zona habían visto una ballena joven que luchaba por desprenderse de una red en un lugar cercano a ese sitio.

“Contemplamos dos posibilidades: puede ser que se trate de una colisión con el sistema del motor de una embarcación, pero los cortes deberían ser más lineales y limpios y esto parece ser un desgarro. El día domingo a mis colegas les comentaron en un Ecohotel que había una ballena juvenil con unas manchas rojas en el lomo saltando con una malla que estaba recogida en la zona de la cola, por lo que nos inclinamos más sobre esa evidencia”, confirmó Botero.

Las fotografías muestran marcas de soga en la zona anterior a la amputación, sugiriendo que la malla cortó el flujo sanguíneo a la cola hasta que esta se desprendió. “El corte parecía sano en algunos puntos, pero también se observaba tejido gangrenoso y tendones y fibras musculares expuestos”, afirman los investigadores.

Las redes de pesca son muy utilizadas en esta zona del Chocó y se ubican en estos lugares para pescar todo tipo de especies. “La red es muy fina y no se visualiza bien, estos animales no dependen de la visión sino principalmente de las señales acústicas, y puede que no la haya visto y se haya quedado enredada. En nuestros monitoreos hemos registrado dos ballenas con dos mallas enredadas, una la pudimos asistir en compañía de gente de la zona y la otra no fue posible”, indicó Botero.

La población de ballenas jorobadas cada año migran a las zonas de reproducción en el pacífico sudeste (Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, y Costa Rica) luego de alimentarse en el sur de Chile y la Antártica. Los meses en los que son más vistas son entre el mes de junio y octubre, aunque pueden ser vistas hasta el mes de diciembre.

En las ballenas jorobadas el patrón de coloración y el filo de las colas es como la huella digital de una persona y por eso son tan importantes para que los investigadores las identifiquen.

Las ballenas varan en zonas costeras con cierta frecuencia. Las necropcias de dichos individuos indican enmallamiento, trauma por colisiones con embarcaciones, cáncer, ingesta de plástico así como una gran variedad de enfermedades y heridas.

También hay registro de ballenas vivas con miembros reducidos por heridas que han sanado. Así mismo se han reportado individuos vivos sin cola para ballenas grises y jorobadas en aguas costeras de California. Todos estos son ejemplos de los fuertes impactos de las actividades humanas en los cetáceos.