El precio de la cautividad: falleció mapache traficado como mascota en Medellín
Un mapache comprado en Cartagena como mascota y obsequio de cumpleaños falleció en el Centro de Atención de Fauna Silvestre del Valle de Aburrá. Rescatado en condiciones críticas de salud, el caso evidencia las consecuencias letales del tráfico ilegal de fauna y la necesidad urgente de proteger nuestra biodiversidad.
La historia de un mapache que, tras ser comprado en Cartagena para ser obsequiado como regalo de cumpleaños, terminó sus días en un Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación de Fauna Silvestre (CAVR) en el Valle de Aburrá, recuerda el dramático impacto del tráfico ilegal de animales, pues este caso que ha sido denunciado por el Área Metropolitana, pone en evidencia las consecuencias de tratar a especies silvestres como mercancías.´
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El rescate comenzó luego de que la Línea de Emergencias de Fauna Silvestre del Área Metropolitana del Valle de Aburrá recibiera una denuncia sobre un mapache mantenido en condiciones de cautiverio que, aparentemente, había sido comprado en la capital de Bolívar y transportado hasta Medellín. Así que fue gracias a un operativo conjunto con la Policía Ambiental que se logró su incautación y posterior traslado al CAVR, donde se le brindaron cuidados especializados. Sin embargo, pese a los esfuerzos del equipo veterinario, la historia de este mapache tuvo un desenlace fatal.
Al ingresar al CAVR, el diagnóstico reveló la realidad de las condiciones de cautiverio que había padecido, pues según el equipo veterinario, el animal presentaba anemia, desnutrición, una herida en su oído izquierdo y un trastorno neurológico conocido como síndrome vestibular, que afecta la coordinación y el equilibrio. Uno de los hallazgos más preocupantes fue la presencia de distemper canino, o moquillo, una enfermedad viral contagiosa entre los mamíferos y común en perros no vacunados, pero, tal y como ya se mencionó, a pesar de recibir atención y tratamiento, el mapache no logró sobrevivir a las consecuencias de su captura y vida en cautiverio.
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Para Paula Andrea Palacio Salazar, directora del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, este caso es un recordatorio contundente sobre el sufrimiento y daño ecológico que implica el comercio ilegal de fauna. “Hacemos un llamado a todos los ciudadanos para seguir protegiendo y cuidando nuestra fauna silvestre. Cada vez que adquirimos un animal silvestre, estamos destinándolo al sufrimiento y a la pérdida de la biodiversidad”.
Este mapache es uno de los tantos ejemplares de especies nativas de la región Caribe, que incluye departamentos como Atlántico, Magdalena y Sucre, territorios donde estos animales habitan en su entorno natural. Retirarlos de su hábitat, según expertos, no solo desestabiliza su ecosistema, sino que también pone en riesgo la salud pública, ya que muchas de estas especies portan enfermedades que pueden transmitirse a otros animales o incluso al ser humano.
El Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación (CAVR) del Área Metropolitana, desarrollado en convenio con la Universidad CES, se ha convertido en un espacio de protección y recuperación de fauna silvestre víctima de tráfico ilegal. Este centro trabaja continuamente para rehabilitar y, cuando es posible, reintroducir a estos animales en sus hábitats naturales, no obstante, muchos casos, como el de este mapache, no logran un final feliz debido a las condiciones de salud irreversiblemente deterioradas en las que llegan.
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El llamado de las autoridades es claro: la fauna silvestre no es un objeto de intercambio y mucho menos un regalo de cumpleaños.