Medio Ambiente

Sobrevivió a ataque de tiburón, pero lo cogió la bacteria comecarnes

26 de agosto de 2018

No pocos cuentan la historia de haber podido escapar a un tiburón. Y muchos menos que luego por las heridas entrase la bacteria comecarnes.

Fue lo que le sucedió a Blaine Shelton, un obrero de construcción de 42 años que disfrutaba de un baño en las cálidas aguas del Golfo de México, a unos 183 metros de la playa en Crystal Beach.

El refrescante baño fue interrumpido por un tiburón, que se le acercó y lo mordió arriba de la rodilla, de acuerdo con un reporte de la estación de noticias KHOU11.

Shelton relató que vio la aleta, por lo que descartó que fuera otro animal, entonces dio vuelta para huir y ahí fue cuando el escualo lo atrapó por la pierna y sintió un rasguño fuerte como un papel de lija.

Pero logró llegar a la orilla, un amigo lo ayudó y llevó a un oficial del sheriff del condado de Galveston que andaba en la zona.

Un experto, reportó el diario USA Today, cree que por las mordeduras se trató de un tiburón de más de 2 metros de longitud, un tiburón toro Carccharhinus leucas, que abunda en el área.

Estos pesan de 90 a 130 kilos y crecen entre 2 y 2,5 metros más o menos. Son animales que viven en agua dulce y salada.

Tras ser tratado en el hospital de la Universidad de Texas, a los 4 días fue remitido a su casa.

Para sorpresa a los pocos días comenzó a ver que su carne se secaba y le picaba mucho. Regresó al hospital.

Pudo ser infectado por Vibrio vulnificus, una especie de bacteria que se haya en la zona donde nadaba. Es una bacteria comecarne porque cuando infecta una herida, la piel alrededor se engruesa y se resquebraja y muere, una condición conocida como fascitis necrotizante. Si no es tratada rápido es fatal.

No es extraño que el agua marina contenga bacterias, virus y otros microorganismos que pueden causar enfermedades.