Medio Ambiente

Extrañas enfermedades que devastan animales

En los últimos 8 años han aparecido enfermedades que diezman poblaciones de animales. Unas son de amplia distribución

08 de febrero de 2015

Algo sucede en el ambiente. Decenas de miles de animales mueren. Enfermedades que los atacan con facilidad. Abejas, murciélagos, ranas, estrellas de mar... Aire, mar y tierra.

Desde hace años las ranas en casi todo el mundo se enfrentan a una hecatombe. Algunos consideran que han desaparecido cerca de 200 especies. A las abejas no les va mejor en Norteamérica y otros países del norte.

La última en caer en la lista ha sido la estrella de mar, atacada por una enfermedad que las seca.

No son casos aislados, como se excusarían las autoridades si se tratase de personas. Hay más de fondo.

“Parece que muchas especies están bajo una gran cantidad de estrés”, explicó en su momento Rob Mies a National Geographic. Él es director de la Organización para la Conservación de los Murciélagos.

“La vida es mucho más compleja, por lo que una sola causa no es probablemente la única explicación” de lo que sucede.

En algunos casos se ha encontrado al responsable de los problemas, un virus o un hongo, pero ¿por qué solo ahora los atacan?

La transformación del hábitat, el cambio climático y el uso de pesticidas estarían detrás. Todas alentadas por los humanos.

La última de las víctimas fueron las estrellas de mar. Millones han muerto a lo largo de la costa de Norteamérica. Tantas que a uno de los fotógrafos que le pidieron imágenes de estrellas informó que no encontró ninguna.

La enfermedad es posiblemente causada por un densovirus, el primero que se diagnostica en ellas, según Ian Hewson, autor del artículo aparecido en Proceedings of the National Academy of Sciences.

Y en una gota de agua marina puede haber 10 millones de virus. ¿Por qué este?

O el virus sufrió modificaciones genéticas que lo hicieron más virulento o el medio ambiente ha hecho más susceptibles las estrellas.

Esa relación con el cambio climático parece firme en el caso de las ranas: un hongo letal, chytriodiomycosis es más activo con el tiempo caliente y es el responsable de la pérdida de cerca del 30% de los anfibios del planeta.

Hay unas 1.000 especies del hongo, alguno de los cuales puede infectar una de las 6.000 especies de anfibios. El hongo engrosa la piel, lo que les dificulta absorber agua y las sales que requieren.

En 2006 los apicultores estadounidenses comenzaron a reportar la pérdida de 30 al 90% de las colonias. Por eso se denominó Trastorno del Colapso de las Colonias y las causas aún se discuten: alimentación y pesticidas parecen vinculados. Por ello el problema no se ha controlado y según un artículo aparecido este año en el Journal of Applied Ecology podría pasar a las especies silvestres.

El problema no está solucionado, como no lo está para los murciélagos hibernadores en Norteamérica, donde la peste de la nariz blanca del hongo Pseudogymnoascus destructans ha matado, según reporte de enero en Global Ecology and Biogeography, más de 5 millones de individuos.

Algo pasa y no se ha podido controlar. ¿Qué sigue?.