El misterio de peces translúcidos a 740 metros bajo la Antártida
Un proyecto de perforación del manto congelado Ross reveló existencia de vida donde no se creía posible.
En una de los más hostiles ambientes de la Tierra, donde se suponía no existirían más que microbios, científicos reportaron el hallazgo de otras formas de vida.
Varias clases de peces, uno de ellos translúcido, fueron encontrados bajo un techo de 740 metros de una capa de hielo en la Antártica. Los animales habitan una cápsula de 10 metros de alto sellada entre la capa de hielo y una barrera de piso rocoso por debajo.
El hallazgo se hizo durante la perforación de la capa de hielo del proyecto Wissard (Whillams Ice Stream Subglacial Access Research Drilling Project).
El descubrimiento lo hizo un robot introducido por el agujero que fue perforado en la capa de hielo Ross, una masa del tamaño de Francia que cuelga fuera de la línea costera de la Antártida y que flota en el océano. “Qué sorpresa”, expresó Ross Powell, un geólogo glacial de la Universidad del Norte de Illinois, quien codirige la expedición y que habló con un periodista de Scientific American desde la zona en la cual trabajan 40 personas.
Detalles del proceso
La misión comenzó en diciembre con tractores que movilizaron más de 400 toneladas de equipos y combustible a un remoto sitio a 630 kilómetros del Polo Sur y a más de 1.000 de la base más cercana. El agua en ese reservorio a tan grande profundidad es clara, según Trista Vick-Majors, microbióloga.
En la primera mirada no se observó nada, pero el 15 de enero llegó la sorpresa. Tras una serie de complicadas maniobras para bajar al robot Deep Scini, de 150 centímetros de longitud por el agujero de unos 75 centímetros, algo se movió en el campo de la luz emitida por el aparato. Un pez translúcido, en el que se veían con claridad sus ojos y sus órganos internos.
Zook, el técnico que construyó el robot y lo operó, relató que el pez se acercó tranquilo a la cámara, atraído por la luz. Ese día se encontraron más de 20 peces.