El clima se volvió de extremos
Temperaturas sin precedentes y lluvias cada vez más intensas en el planeta debido al calentamiento global.
Mientras en el Hemisferio Norte se reportan temperaturas sin precedentes, dos nuevos estudios revelan situaciones preocupantes por el cambio climático: el aumento de lluvias extremas incluso en los lugares más secos y una proyección que concluye a 2050 más de 500.000 personas morirán por reducción en las cosechas debido al cambio climático.
Tres situaciones conocidas casi al tiempo que refuerzan los impactos cada vez más severos y documentados del calentamiento global.
Los datos preliminares de febrero y marzo revelaron un hecho sin precedentes en los últimos 200 años: la temperatura en el Hemisferio Norte estuvo 2 grados centígrados encima de la que se tenía antes de la era preindustrial.
Ese aumento es, paradójicamente, el que ha dominado las conversaciones de la convención sobre el cambio climático: fijar medidas para que la temperatura no suba más de 2 grados con respecto a aquella época. De continuar esta tendencia, la meta se sobrepasará con creces al año 2050, fijado como tope.
Información extraoficial de distintas bases de datos sugieren que en febrero la temperatura estuvo entre 1,15 y 1,4 grados encima del promedio de 1980-2010. Si se suma lo que se calentó el planeta desde 1880, año en que comenzaron los registros sistemáticos, resulta en 2°C de más.
En el aumento inusitado tuvo su parte El Niño. Roy Spencer, quien trabajara antes para la Nasa, recordó en su blog que en El Niño de 2010 hubo un enero-febrero muy calientes. Pero El Niño solo no responde por la adición. Su aporte no va más allá de 0,1° según otros investigadores.
Para Peter Gleick, científico del clima citado por New Scientist, es difícil comparar el actual pico. Lo que era normal ya no lo es. “El viejo normal se ha ido”, dijo.
Extremos
Mientras los climatólogos trataban de explicarse lo que sucede, un artículo en Nature Climate Change confirmó que ha habido un aumento en las lluvias y nevadas extremas en la mayor parte del globo, una tendencia que continuará.
“Tanto en las regiones húmedas como secas, vemos un incremento robusto y significativo en la precipitación fuerte”, dijo a Nature Markus Donat, cabeza del estudio.
La precipitación anual y las lluvias extremas aumentaron 1 a 2% por década en distintas áreas, incluidas las húmedas.
Las conclusiones son similares a las obtenidas en 2015 por científicos del Instituto Postdam para Investigaciones sobre el Cambio Climático que hallaron que el calentamiento global ha incrementado el número de lluvias extremas que rompieron marcas.
Y concuerda con predicciones de modelos que sugieren que el tiempo más extremo está en curso
Los hallazgos deberían servir para que las autoridades de los países tomaran medidas pues las evidencias son sólidas: habrá más lluvias extremas con mayor frecuencia.