Medio Ambiente

Hay aves pirómanas

11 de enero de 2018

¿Aves pirómanas? Tal vez. Eso es lo que sucede en Australia de acuerdo con una investigación aparecida en el Journal of Ethnobiology

Sí, aves rapaces que comen animales muertos en incendios o que ellas hacen salir al propagar incendios, de acuerdo con la investigación.

Esas aves toman palos ardiendo en los fuegos forestales y en sus picos o patas los transportan a otro lugar, con la intención de que un incendio haga salir animales que ellas comen.

Se trata de tres especies de rapaces de acuerdo con los datos proporcionados por aborígenes y otras personas en ese país. Esa conducta ha sido vista en el milano negro (Milvus nigrans), el milano silbador (Haliastur sphenurus) y el halcón berigora o pardo (Falco berigora).

Para aborígenes en el norte australiano esas aves en ocasiones ayudan a propagar el fuego. Los autores identificaron 12 grupos de aborígenes que reportan haber visto esas aves creando incendios de modo deliberado, algunas actuando solas, otras en cooperación.

“He visto un halcón que recogió un palo en sus patas y lo arrojó en un sitio con pasto seco a más de medio kilómetro, luego esperó con sus compañeros el éxodo de roedores y reptiles”, de acuerdo con uno de los aborígenes, Waipuldanya, en un viejo libro sobre el tema.

Una vez se quemó el área, el proceso se repitió en otras partes, dijo.

Otro informe también describió aves que de modo intencional iniciaron nuevos fuegos en áreas de pasto no quemadas.

“Cuando un fuego arde y quema todo, halcones pardos han sido observados recogiendo ramas encendidas y arrojándolas en otro sitio no incendiado para continuar el fuego”, de acuerdo con una publicación de 2009 reportaron los científicos en el nuevo artículo.

La investigación incluyó además testimonios de personas que no son aborígenes y dos de los científicos aportaron sus propias observaciones de años de trabajo de campo.

De sus reportes emergió un patrón de comportamiento: halcones que tomaban palos encendidos de vegetación que ardía, o de fogatas de humanos que cocinaban y los arrojaban en áreas sin fuego, presumiblemente para cazar más presas.

Conocer el comportamiento de estas aves, ayudaría a controlar la expansión de los incendios forestales, de acuerdo con los investigadores.