Medio Ambiente

¿Cuántas abejas y mariposas existen en el Aburrá?

Estudio pionero en áreas protegidas del Valle de Aburrá actualiza el conocimiento sobre estos insectos en seis puntos protegidos. Esta es su importancia.

Periodista, científica frustrada, errante y enamorada de los perros. Eterna aprendiz.

03 de diciembre de 2019

Verlas navegar ofrece a un ojo entrenado mucha información sobre la vegetación a su alrededor. Delicadas, las mariposas cuentan historias de su entorno y ambiente, ya que están asociadas a un tipo de bosque o hábitat, dice la bióloga de la U de. A Alejandra Clavijo: ellas son insectos y su presencia es un indicador de bienestar en un ecosistema de plantas y flores. Ayudan a determinar el índice de contaminación, especialmente de la atmósfera o del agua.

Recientemente se publicaron los resultados de un esfuerzo por conocer, proteger y conservar las poblaciones de insectos bioindicadores (esos que tienen relaciones estrechas con sus hábitas, como mariposas y abejas) de las 209 hectáreas que conforman las seis Áreas Protegidas del Valle de Aburrá (ver Para saber más). Es un estudio pionero y se hizo en alianza entre la Corporación Unida Empresarial, el Área Metropolitana del Valle de Aburrá y la Universidad Nacional de Colombia.

Este nuevo conocimiento pretende ayudar a monitorearlas y conservarlas de manera local, dice Clavijo, quien además es investigadora del grupo en Sistemática Molecular de la Universidad Nacional de Colombia. Hay otros trabajos que han adelantado inventarios, pero este en particular genera una línea base sobre las especies que hay en áreas urbanas del Valle de Aburrá, es decir, es una primera medición para comparar más adelante cómo progresan.

Los investigadores identificaron 78 especies de abejas que representan casi un 10 por ciento de la diversidad conocida para el país y 142 especies de mariposas, que significa el 4 por ciento. Los resultados de este trabajo permitieron incluso la creación de una colección biológica de referencia custodiada en el Museo Entomológico Francisco Luis Gallego (MEFLG) de la Universidad Nacional, como fuente de referencia sobre presencia en las áreas urbanas y semiurbanas de la región.

¿La importancia? En el mundo, los insectos están disminuyendo rápidamente. Una investigación realizada por la organización UK Wildlife Trusts en 2019, asegura que el 41 por ciento de las especies de insectos está al borde de la extinción, un asunto que han llamado el apocalipsis de estos animales, ya que sin ellos no se podrán alimentar a futuro 7.500 millones de personas, explicó Lilliam Eugenia Gómez Álvarez, ingeniera agrónoma y doctora en agroecología en la Universidad de Tours (Francia), luego de una socialización de este proyecto.

Mariposas

Además de esa relación con su hábitat, después de las abejas, son uno de los polinizadores más beneficiosos (riegan polen por todas partes, produciendo más posibilidades de plantas con flor), y pueden viajar más lejos que la mayoría de las abejas, transportando el polen en un área más amplia de plantas.

En los puntos verdes del valle las especies más representativas que se encuentran son Eurema arbela gratiosa y Actinote pellenea, ambas se ven en todas las áreas protegidas estudiadas. Aunque Piamonte y el Humedal Ditaires son las de menor extensión en hectáreas, presentaron altos números de especies identificadas.

En Piamonte, ubicado al norte del Valle de Aburrá en el municipio de Bello, encontraron 56 registros en 46 géneros. En Ditaires, declarada recientemente protegida y ubicada en el municipio de Itagüí, fue posible identificar 44 especies en 36 géneros.

Clavijo dice que esta es una fotografía en el tiempo, porque este inventario se hizo en seis semanas entre mayo y octubre de 2019, una época relativamente seca. Para conocer el número total de especies en estas áreas es necesario continuar los estudios en el tiempo, advierte la bióloga.

Abejas

Zumbando de flor en flor recolectan comida para llevar a su colmena. Al chupar el néctar se frotan contra granos de polen (polvo amarillo en flores), que queda atrapado en sus patas traseras permitiéndoles llevarlo de un lado a otro. Son tan importantes que incluso si todas muriesen, miles de plantas les seguirían, lo que podría llevar a millones de personas a morir de hambre en los próximos años.

En el Valle de Aburrá las abejas, las especies Exaerete frontalis (encontrada en el Humedal El Trianón-La Heliodora) y Exaerete smaragdina (registrada en todas las Áreas Protegidas a excepción del Humedal Ditaires) aparecen en el libro rojo de invertebrados en peligro crítico de conservación (CR). Esta categoría se asigna a especies que están enfrentando un riesgo extremadamente alto de extinción en estado de vida silvestre. Lo que señala la necesidad de emprender actividades de monitoreo en el Área Metropolitana, dicen los investigadores.

Su relación con las plantas con flores es significativa. Los jardines en áreas abiertas propiciaron un encuentro de mayor riqueza. Plantas como Emilia sonchifolia, Lantana cámara, Ruellia simplex y Stachytarpheta cayenensis fueron visitadas por un mayor número de abejas durante los muestreos.

Cada paso que dan los investigadores buscan estrategias para que los humanos cuiden mejor de su entorno, si no es para preservar la belleza de la naturaleza, por lo menos para asegurar la supervivencia.