VSK: la tribu urbana que pintó el metro y que en 2018 perdió a tres grafiteros en la misma actividad

Mientras las autoridades ofrecen hasta 10 millones de pesos en recompensa por la ubicación de los “vándalos” que rayaron el Metro de Medellín, en el mundo underground celebran la actuación de los grafiteros como una épica.

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Un colombiano y un venezolano son señalados por la Policía de rayar con las marcas VSK uno de los trenes en la noche de este 2 de septiembre. Los grafiteros, aparentemente, tardaron lo que se demoró el recorrido entre las estaciones Trincentenario y Caribe para realizar “su obra”.

“Cuando el Centro de Monitoreo observa que este vehículo está detenido, inician la marcha y cuando llegan al siguiente paradero es que se observa que ya está graficado”, fue la explicación del coronel José Cristóbal Fonseca, comandante operativo de la Policía Metropolitana.

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La información oficial indica que estas personas aprovecharon que el metro se encontraba realizando uno de sus últimos recorridos y que había poca afluencia de pasajeros para cometer el hecho.

“VSK son eternos. La única crew que ha coronado 3 veces el metro de Medellín”, es uno de los comentarios que se lee en grupos de grafiti en Facebook.

Es que, justamente, la denominada crew de los VSK es un viejo conocido para el Metro de Medellín. Fue en 2018 que un intento de estos artistas por realizar una obra mediática terminó en tragedia.

Javier Nicolás Rojas, Carlos Andrés López y Juan David Guávita eran las identidades de los jóvenes grafiteros que ingresaron hacia la vía férrea en la madrugada del 22 de julio de 2018.

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Los artistas eran de Bogotá y tenían la misión de plasmar el “tag” (la marca de su combo) en uno de lo vagones del Metro de Medellín. Entraron de manera clandestina. Estaba oscuro.

El vagón estaba parqueado entre las estaciones Aguacatala y Poblado, cerca al puente de la 4 sur. Lograron pintarlo. Pero ese mismo tren los sorprendió hacia las 4:17 de la mañana y los atropelló.

Una artículo de la revista Cartel Urbano indica que los VSK nacieron en 2011 cuando un grupo de 10 amigos se unió para salir a pintar por las calles de Bogotá y que quedó consolidado cuando los invitaron a un festival.

“Para nosotros es muy importante ver las siglas en todo lado, queremos tenerlas en los spots (lugar para pintar) más difíciles, que siempre se reflejen en todo lado (...). Para nosotros el grafiti lo es todo, es como desayunar, respirar, es parte de nosotros y tenemos siempre que estar activos dándole, la idea es que el grafiti fluya y hacer feliz al alma para poder seguir pintando mucho más”, habían dicho los VSK.

Los grafiteros saben que sus conductas –como rayar el metro de Medellín– se configuran en el delito de daño a bien ajeno y que podría ser castigados con hasta 90 meses en prisión. Por eso muchos son incógnitos, no usan redes sociales y tampoco muestran el rostro cuando finalizan una obra.