Salió Karen Delgado, la secretaria que firmaba los contratos en la Alcaldía de Medellín
Delgado dejó su cargo por razones de salud. Su gestión se vio empañada por avalar contrataciones cuestionables.
Por motivos de salud habría renunciado a su cargo Karen Bibiana Delgado, la abogada bogotana que el alcalde Daniel Quintero nombró como secretaria de Suministros y Servicios en 2020, cuando llegó a la Alcaldía. La funcionaria anunció vía redes sociales que se retira de ese despacho, uno de los pocos que no ha tenido relevos en esta administración, enumerando los logros de su gestión.
Lo que no publicó, sin embargo, fueron los cuestionamientos que la rodearon en estos tres años, dos meses y dos días en funciones. Entre estos se cuentan las suspicacias generadas por el extravío de varios bienes de propiedad del Distrito, un ruidoso negocio en un bloque de La Mayorista, el arrendamiento de los parqueaderos del Atanasio a una empresa que administraba un café, el escándalo de la chatarra que pudo implicar un detrimento millonario, y la lista sigue.
Delgado, a través de su cuenta en Twitter y sin detenerse en estos asuntos, expresó: “Hoy, llena de orgullo por el deber cumplido, debo hacer un alto en este camino, llevándome los mejores recuerdos de este paso por la Medellín Futuro. Gracias a todos los que me acompañaron en este proceso”. Pese a esto, la Alcaldía no se ha pronunciado formalmente sobre su retiro y en la página oficial del Gabinete Distrital aún aparece como líder de la cartera de Suministros y Servicios.
En tono de despedida, la ahora exfuncionaria habló de la creación de la Escuela de Compras Públicas, las innovaciones habilitadas en los procesos de contratación por parte del Distrito, las sanciones a ocho contratistas por demoras en las obras, además de la recuperación de $46.300 millones en liquidaciones de contratos, que fueron reintegrados al patrimonio de la ciudad. Ahora bien, ¿si fue tan impecable su gestión?
Varios cuestionamientos
Las molestias de salud de Delgado, dicen fuentes al interior del despacho, se deberían al frenesí que vive en la cartera por cuenta de los procesos de contratación. Allí se gestionan buena parte de las autorizaciones para que el Distrito compre y contrate todo tipo de servicios. Quizá por eso algunos escándalos gruesos salpican a la funcionaria.
Veamos: uno de los más delicados tiene que ver con el inventario de bienes de la ciudad. Pese a que hasta diciembre de 2021 el Grupo TX recibió una contratación de $39.000 millones para este fin (comenzó a prestarle servicios a la Alcaldía en 2017), varios funcionarios denunciaron la precariedad en la información entregada por la firma. Por ejemplo, reseñó EL COLOMBIANO en su momento, 42 bienes fiscales (colegios, sedes de Juntas de Acción Comunal, jardines infantiles, canchas y placas deportivas así como locales en el llamado Bazar de los Puentes) estaban en el inventario del Distrito pero no tenían registro catastral.
Otros 296 bienes fiscales, que se sabe que existen por inspecciones en terreno, no tenían matrícula inmobiliaria ni código catastral hasta la misma fecha, al igual que 75 que figuraban extrañamente con un área de cero metros cuadrados. En total, a pesar de que el contrato era para organizar, todavía contaban al menos 413 bienes extraviados en la manigua de los papeles. La cuestión es que Delgado le dio el visto bueno al contrato con TX, cuando el despacho de Catastro se había mostrado interesado en asumir esa tarea.
El otro caso tiene que ver con el bloque Las Malvinas, en La Mayorista, una bodega de 3.661 metros cuadrados, dividida en cubículos de 4, 8 o 16 metros cuadrados, propiedad del Distrito. Allí, Arrendamientos La Mota, una firma cercana al alcalde Quintero, subcontrata los locales y se queda con una jugosa tajada de $564 millones al mes. En 10 años que dura el contrato adjudicado a este tercero, con visto bueno de Delgado, la firma podría recoger más de $67.000 millones y de ellos ganar más de $44.000 millones.
Para no ir muy lejos, en el Atanasio Girardot, la Secretaría de Suministros y Servicios le entregó la administración de dos parqueaderos a Inversiones Iceberg, firma que tenía como objeto social el expendio de comidas preparadas en cafetería y en tiempo récord, previo a quedarse con el manejo de los parqueaderos, saltó a arrendar, alquilar o enajenar bienes raíces, entre otros.
Y en el escándalo de la chatarra, que implicó en principio un acuerdo de la Secretaría de Movilidad con la Unión Temporal RYM para vender 20.000 toneladas de chatarra a $98 el kilo —cuando en el mercado se consigue a $1.000—, a Delgado le tocó salir a pedir la revocación de dicho acuerdo para evitar un posible detrimento de $30.000 millones. Por el momento, el despacho que deja, uno de los más importantes del gabinete, estaría en vacancia.