Medellín

Daniel Quintero comprometió 865% más de vigencias futuras

El secretario de Hacienda Orlando Uribe presentó la situación en la que recibió las finanzas de la ciudad. Programas sociales y obras claves están desfinanciadas.

Administrador sin ejercicio y periodista sin sección

13 de enero de 2024

Con la pregunta constante de dónde está la plata, el secretario de Hacienda de Medellín, Orlando Uribe, presentó ayer en el Concejo el informe de cómo recibió las finanzas de la ciudad a dos semanas del inicio del nuevo gobierno. Todo lo que mostró Uribe fueron números rojos: en las entidades descentralizadas hay un déficit de $412.000 millones y hay un faltante de $2,86 billones para la operación de diferentes programas y dependencias este año.

La conclusión de la exposición de Uribe es clara: “La administración anterior contó con más recursos en el cuatrienio, pero no cubrió sus obligaciones, aumentó las cuentas por pagar del Distrito, dejó desfinanciado el año 2024 e incrementó las vigencias futuras desproporcionada e inadecuadamente”.

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No obstante, Uribe hizo la salvedad que el proceso de empalme financiero todavía no ha terminado, pues, dice él, no ha recibido toda la información que necesita, porque quienes deben darla o bien lo han dilatado o no están capacitados para hacerlo. “La información suministrada ha sido precaria o nula”, aseguró.

Para empezar, el secretario hizo énfasis en las vigencias futuras que la pasada administración dejó comprometidas: $2,5 billones que esta administración y las venideras no podrán gastarse, esto es un 865% más de lo que dejó comprometido Federico Gutiérrez en su primera administración y 122% más que la administración de Aníbal Gaviria. Todo lo anterior sumado a que en los últimos años la ciudad también aumentó sus deudas con el sector financiero en un 4%.

El secretario destacó dos aspectos: el primero es que la administración de Quintero es la que más recursos ha tenido en la historia: $30,2 billones, y aún así es la primera vez que el distrito aparece reportado en el boletín de morosos de la Contaduría General de la Nación por las deudas que tiene con EPM por concepto de servicios públicos.

Uribe presentó cinco puntos críticos de las finanzas de la ciudad que podrían poner en aprietos la inversión en diversos campos, especialmente en lo social, durante este primer año de gobierno.

El primero es el metro de la 80, donde la Nación pone el 70% de la inversión y la ciudad el 30% que corresponde a unos $849.000 millones a valores constantes. El problema con eso es que en el presupuesto no se tuvo en cuenta la indexación de los precios por la inflación de cada año que haría que el aporte se incrementara en unos $510.000 millones.

En la estructuración del proyecto tampoco se tuvieron en cuenta siete intercambios viales que ahora el distrito tendrá que asumir solo y que le costarán unos $665.000 millones. A pesar de que por esto Uribe responsabiliza a la administración de Quintero, el concejal Juan Carlos Upegui, que fue el que más participó en la sesión defendiendo a capa y espada a su cuñado Daniel Quintero, le apuntó la responsabilidad al gerente del Metro, Tomás Elejalde.

La segunda alerta es la deuda con el Metro y EPM: la pasada administración dejó pendiente una cuenta por pagar de $97.000 millones del Fondo de Estabilización Tarifaria, que es la plata que le paga el distrito al Metro para que los usuarios no tengan que pagar la tarifa plena. Asimismo, la Alcaldía pasada dejó una culebra pendiente de $104.000 millones por el alumbrado público del año pasado. Es decir, que esta administración deberá sacar más de $200.000 millones para pagar deudas.

Con esa plata, dice Uribe, se podrían recuperar los 12.000 beneficiarios del Programa de Alimentación Escolar que se perdieron durante el último cuatrienio. Ese fue el mensaje central de su exposición: las deudas y los déficit significan apretarse el cinturón en bienestar social.

Uribe presentó también el crítico estado del sector salud: Metrosalud tiene cuentas por pagar de $102.000 millones, de las cuales el 40% fueron adquiridas en el 2023. Esto se suma a la quiebra del Hospital General que le adeuda a los proveedores $24.000 millones y a los especialistas, $9.400 millones.

A la administración pasada también se “olvidó” pagar lo que le tocaba en pasivos pensionales: de los $252.000 millones que presupuestó, solo dejó pagos $48.000, el 19%.