Hechos que estremecieron a Antioquia: Bogotazo también dejó incendios y “pillaje” en Medellín
Unos 500 locales fueron saqueados por turbas liberales, que también arremetieron contra medios de comunicación.
Comunicador social y periodista de la Universidad Pontificia Bolivariana, especializado en la investigación de temáticas locales. También cubro temas relacionados con salud, historia y ciencia.
“Destrucción, ruinas, incendios, pillaje, saqueos, abusos, toda clase de atentados contra la propiedad y la vida de las personas, he aquí la reacción del pueblo comunista de Medellín por la desgraciada noticia del señor Jorge Eliécer Gaitán”. Así reseñó EL COLOMBIANO en su edición del 10 de abril de 1948 los coletazos que dejó en la capital antioqueña la sangrienta jornada que desató el asesinato del caudillo liberal.
La noticia, que dejó a Bogotá semidestruida, comenzó a regarse en Medellín hacia la 1:30 p.m., cuando el radioperiódico La Voz de Antioquia emitió un boletín extraordinario en donde informaba del acribillamiento de Gaitán.
De acuerdo con el reporte de este diario, el locutor oficial de la emisora, poco después de haber dado la noticia, habría sido uno de los que habría instado a los inconformes a participar en la revuelta y alzarse en contra del Gobierno Nacional, tal como ocurriría en la capital del país.
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Medellín entró entonces en un estado de incertidumbre. Temiendo lo peor, oficinas y locales comerciales comenzaron a cerrar sus puertas para anticiparse a saqueos y actos vandálicos.
En el palacio de la Gobernación, a donde fueron a parar los redactores de EL COLOMBIANO, el gobernador encabezó una reunión de emergencia acompañado por sus secretarios, el comandante de la Cuarta Brigada, el alcalde de Medellín y los comandantes de la Policía.
Fue hasta allí a donde hacia las 3:00 p.m. comenzaron a llegar las noticias de los primeros desórdenes, que inicialmente consistieron en marchas de liberales enojados que se tomaron las calles para gritar consignas y ondear banderas rojas.
Hacia las 3:30 p.m., los manifestantes se tomaron por asalto las instalaciones de Radio Córdoba, instando a más medellinenses a unirse a las protestas. Al darse cuenta de la situación, la Gobernación ordenó silenciar la emisora.
En la emisora de la Universidad de Antioquia hubo un intento de toma, pero los insurrectos al parecer no habrían logrado manejar los aparatos técnicos.
A la Voz de Antioquia también fueron enviadas tropas del Ejército, que desalojaron los estudios y asumieron el control.
No obstante, fueron los medios conservadores los que sufrieron los peores atentados, empezando por la emisora la Voz del Triunfo, atacada por una turba con armas de fuego, machetes y palos.
En el periódico La Defensa un grupo de cientos de personas se tomó por asalto el edificio y luego de una batalla campal se apoderaron de las instalaciones y empezaron a robar y a destruir máquinas de escribir, radios, linotipos y la imprenta. Luego el edificio fue encendido y quedó en ruinas.
La oficina del diario El Siglo también fue atacada, al igual que la de EL COLOMBIANO, esta última ubicada entonces en la calle Maracaibo, que ardió en llamas y posteriormente fue militarizada para evitar más desmanes.
En Itagüí no se salvaron de los desórdenes. En su edición del 11 de abril de 1948, este medio registró que unos 300 “revoltosos” habrían intentado tomarse las oficinas de la Alcaldía de ese municipio y prenderles fuego.
“A la vecina población de Itagüí llegaron el viernes por la noche a eso de las ocho y media o nueve, algunos camiones con amotinados importados de Medellín en número de dos a tres centenares. Estos amotinados se unieron a unos cuantos revoltosos de la población e intentaron llevar a cabo varios actos de violencia que fueron evitados únicamente por la valerosa intervención de la autoridad”, registró el periódico.
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En dicho informe se reseñó que la turba se tomó el parque principal y comenzó a apedrear un salón de frescos que pertenecía a un militante del Partido Conservador.
Luego emprendieron una ofensiva contra la sede del gobierno local. Cerca de ocho agentes de la policía se habrían enfrentado a los manifestantes, logrando controlar la situación.
Durante aquella jornada, si bien la ciudad no quedó bajo el nivel de destrucción de Bogotá, se reseñó que por lo menos unos 500 locales habrían sido objeto de saqueos durante los dos primeros días de vandalismo.
Algunos de los establecimientos más famosos afectados fueron el almacén de vestidos de Everfit, la Escuela Remington, Droguerías Aliadas, la Librería Bedout y la Sombrerería Americana, entre otros. Oficinas de otras empresas como Avianca y la desaparecida Lansa también fueron objeto de pedradas por parte de la muchedumbre.
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Aunque los desmanes en Medellín fueron controlados, el periodo de violencia que comenzaría en todo el país por cuenta del asesinato de Gaitán transformaría profundamente a varias zonas de la ciudad.
Pasado abril de 1948, en sitios como el barrio Guayaquil luego se volverían célebres los recordados grupos de “aplanchadores”, que armados de machetes y garrotes recorrían los bares y calles en busca de liberales.