Más de 150.000 casas y negocios pagan vacuna en Medellín
Un estudio de las universidades Eafit y de Chicago reveló las cifras de extorsión en la ciudad. En las comunas 2 (Santa Cruz) y 13 (San Javier) el panorama es más crítico.
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Como si fueran parte de las cuentas por pagar que se tienen cada mes, como arriendos o servicios públicos, se estima que cerca de 150.000 viviendas y negocios de Medellín estarían pagando extorsiones a las estructuras criminales.
Así lo documenta un estudio realizado conjuntamente por la Universidad Eafit, la Universidad de Chicago, además de la ONG Innovations for Poverty Action, que mediante encuestas realizadas en los barrios se encontraron con una realidad que, si se comparan con las cifras que presentan las autoridades, distan mucho del día a día de los barrios y corregimientos.
Personas, quienes terminan siendo los mismos vecinos de un barrio, y con poca apariencia de pertenecer a alguna estructura criminal, pasan puerta a puerta de las viviendas y establecimientos comerciales y, de acuerdo con los rangos tarifarios, cobran su renta semanal, según las características de la zona y lo establecido por las estructuras que tienen el control en los territorios.
El profesor e investigador del Centro de Valor Público de la Universidad Eafit, Santiago Tobón, explicó que las cifras estimadas de la extorsión en la ciudad se lograron con base en un extenso trabajo cualitativo y cuantitativo en cientos de barrios de Medellín, que visibiliza grandes diferencias entre lo que realmente ocurre y lo que las autoridades logran observar, que se limita a denuncias.
“A partir de una encuesta reciente, estimamos que son más o menos 150.000 hogares y negocios que pagan extorsión cada semana. Entre tanto, el año pasado se presentaron menos de 900 denuncias, lo que deja en evidencia una distancia enorme entre las denuncias y el problema de fondo”, explicó Tobón.
Cobran hasta “Por cuidar la casa”
Aunque ha sido una tradición que tanto el transporte público como los establecimientos comerciales respondan con las rentas económicas a las estructuras delincuenciales, también se tiene conocimiento que hay viviendas, principalmente en algunas comunas con poca presencia policial, que también contribuyen con la catalogada “cuota de seguridad” que cobran, muchas veces, puerta a puerta.
“No siempre es mucho el dinero que se cobra, especialmente en los hogares, pero si se suman los montos recolectados esto asciende a unas rentas enormes. Se pueden llegar a cobrar entre $3.000 y $5.000 en los hogares —aunque esto es poco común— y hasta $30.000 o $50.000 en los negocios”, expresó Tobón.
De acuerdo con la encuesta realizada en este estudio, con 1.300 personas, la comuna 2 (Santa Cruz) es donde está más agudizado este fenómeno, ya que en la mayoría de los barrios las propiedades extorsionadas pueden superar el 70%.
Por ejemplo, en el barrio Villa Niza, la cantidad de viviendas afectadas llega al 79,2%, seguido por El Playón de los Comuneros con el 75% y Pablo VI con el 73,3%.
Por fuera de esta comuna, en la 13 (San Javier) la cantidad de propiedades afectadas por este fenómeno llega al 40%, en la 3 (Manrique) supera el 38% y en la 5 (Castilla) está por encima del 35%.
Hay barrios en los que las cifras no superan el 10% porque algunas estructuras criminales prefieren “dejar quietos” a sus propios vecinos y encargarse de la vigilancia soportándose de otras rentas criminales o de los cobros a los negocios, cuya cifra es mucho más elevada.
El golpe a los negocios
De hecho, según la encuesta, la cifra de negocios extorsionados puede estar por encima del 60% en varias de las comunas de la ciudad, sumado a que los cobros semanales pueden ser mucho más elevados que los de las viviendas, dependiendo de las características e ingresos presupuestados de los mismos.
Por ejemplo, en la comuna 2 (Santa Cruz), el reducto base del grupo delincuencial Los Triana, también es la más golpeada por las vacunas a los negocios, a los cuales les cobran, en algunos casos, $15.000 semanales, pero en otros casos pueden superar los $100.000.
“Algunos grupos, especialmente hacia el norte de la ciudad, no tienen discriminación para el cobro de las extorsiones: pagan hogares y negocios. Pero en la mayoría de sectores únicamente se cobra a los negocios”, señaló el profesor. De acuerdo con la encuesta, hay barrios en esta comuna que pueden superar el 80% de vacunas a los negocios, como ocurre en el barrio La Frontera, que es del 83,3%. En la 1 (Popular) la cifra llega al 75% de los negocios afectados por este fenómeno, al igual que en la 13 (San Javier), con casos como San Javier 1, que llega al 80% y San Javier 2 que está por el 75%.
En las comunas 4 (Aranjuez), 5 (Castilla), 6 (Doce de Octubre), 7 (Robledo), 8 (Villa Hermosa), 10 (La Candelaria), 12 (La América) y el corregimiento San Cristóbal hay zonas donde se supera el 60% de negocios extorsionados.
Las rentabilidades
La extorsión es una de las rentas criminales más fuertes de las estructuras criminales, las cuales les pueden dejar hasta $100.000 millones al año, sin importar si este se cobra de manera sostenida solo a los negocios o si también se hace a las residencias.
Las estructuras delincuenciales más enfocadas en este tipo de cobros criminales son, además de Los Triana, La Terraza, Doce de Octubre, Picacho y El Pesebre, aunque muchas otras no le quitan el dedo del renglón a esta renta.
Incluso, para hacer estos cobros tienen días establecidos, principalmente los fines de semana, haciendo uso de estrategias que permiten evadir fácilmente el accionar de las autoridades en caso de ser sorprendidos.
“Generalmente estos cobros se hacen los viernes, y en ocasiones usan algunos mecanismos de protección -como talonarios de rifas o boletas- que mitigan el riesgo de una captura en flagrancia durante el cobro”, explicó el investigador sobre el comportamiento de los combos a la hora de cobrar las vacunas.
¿Por qué no denuncian?
Pese a la cantidad de casos registrados, el porcentaje de denuncias ante las autoridades a duras penas se acerca al 1%, principalmente porque en las comunidades normalizaron este tipo de extorsiones como parte de los gastos que tienen los negocios y porque sienten a las estructuras como validadores de la seguridad.
“La extorsión toma diferentes matices en Medellín. En algunos casos los ciudadanos lo interpretan como un pago por temor a amenazas, en otros como un pago por un servicio de vigilancia privada, y en otros tantos como una especie de impuesto comunitario a cambio de un bien semi-público que prestan los combos”, indicó Tobón.
Aseguró, además, que en muchos casos la misma comunidad le da más validez a la misma estructura delincuencial que a la Policía y demás autoridades, argumentando que esta seguridad es prestada por gente del mismo barrio, que se mantiene en la zona, lo que les hace sentirse más protegidos en muchos casos.
Si bien tanto para el experto como para las autoridades este delito podría controlarse, siempre y cuando se denuncie, la realidad es que la mayoría de casos que se reportan tienen que ver con la extorsión carcelaria que, de acuerdo con los análisis, es la menos recurrente de todas.
“Un nivel de complejidad adicional derivado de las pocas denuncias, es que los casos más comúnmente denunciados corresponden a llamadas que se hacen desde la cárcel. Y esto hace pensar que las soluciones de política pública pasan únicamente por evitar que se den este tipo de extorsiones. Pero lo cierto es que son cientos de miles de ciudadanos que sufren la extorsión en sus casas y negocios, y a estos les da mucho más temor denunciar”, concluyó Tobón.
Según el Sistema de Información para la Seguridad y la Convivencia (Sisc) este año se han denunciado 123 casos de extorsión, 114 casos menos que el año pasado, cuando se contabilizaban 237. Incluso, las cifras de denuncia por comuna difieren completamente de las reportadas por el estudio realizado por las universidades de Chicago y Eafit y la ONG Innovations for Poverty Action (IPA).
El informe oficial de la Alcaldía de Medellín mostró que las zonas con mayor cantidad de denuncias son la 10 (La Candelaria) con 22 casos, la 13 (San Javier) con 12 y la 7 (Robledo) con 11. La comuna 2 (Santa Cruz) apenas tiene reporte de dos casos.
En cuanto a las modalidades implementadas, indicaron que van 64 casos de extorsión clásica, 23 de ciberextorsión y 15 de devolución de bienes.