Contrato evidenció que alfiles de Daniel Quintero impulsan su campaña con dineros públicos
Cinco exsecretarios que hoy están metidos de lleno en la campaña habrían aprovechado un contrato de $9.050 millones firmado por la Alcaldía para tener publicidad. Habría delito.
Un contrato de más de 9.000 millones de pesos que firmó la Secretaría de Comunicaciones con la sede en Medellín de la Universidad Nacional fue aprovechado por varios alfiles del alcalde Daniel Quintero, entre ellos Juan Carlos Upegui, para hacer campaña política, lo que configuraría un delito que la Fiscalía tendría que investigar.
Se trata de un convenio que todavía se ejecuta y que compromete recursos por $9.050 millones; por medio de él, comunicadores contratados con dinero de todos los ciudadanos habrían montado estrategias para beneficiar a cinco exmiembros del gabinete de Quintero. De allí habría salido dinero para hacer videos, fotos y publicaciones en redes sociales.
Pese a que la Alcaldía insiste en que desde La Alpujarra no se ha participado en política y que dentro de las funciones del contrato no se habría contemplado incurrir en proselitismo, múltiples indicios ponen en duda esa versión, pues en el seguimiento del cumplimiento del contrato aparecía el montaje de estas campañas políticas. Es decir, los contratistas las mostraban como evidencia de que cumplían las tareas asignadas.
Así se conoció el caso
El origen de la polémica se remonta al 13 de febrero de este año, cuando dicho contrato empezó a rodar después de la firma del exsecretario de Comunicaciones, Juan José Aux, y del vicerrector de la Universidad Nacional, Juan Camilo Restrepo Gutiérrez.
Además de su alto valor, el convenio también llama la atención por tener un amplio objeto, comprendiendo tareas que van desde asesorar a las diferentes dependencias de la Alcaldía en sus comunicaciones, monitorear la reputación del gobierno en los medios, alertar sobre posibles crisis comunicacionales y hasta elaborar piezas escritas, gráficas y audiovisuales para las redes sociales institucionales. Otro punto extraño es que la Nacional no tiene una carrera de comunicaciones en Medellín.
Aunque en alcaldías pasadas esas tareas también han sido subcontratadas, uno de los primeros puntos que despierta suspicacia es la envergadura del contrato, en comparación con años anteriores.
Según se lee, por ejemplo, en los análisis previos del mismo contrato, entre 2015 y 2019, la Alcaldía firmó contratos parecidos con instituciones como la Institución Universitaria Pascual Bravo o el Instituto Tecnológico Metropolitano, por valores que van desde los $496 millones (en 2015) hasta los $4.104 millones (en 2017).
Aunque en el primer año de gobierno la administración Quintero se mantuvo bajo esos parámetros, desde 2021 decidió salirse de la órbita del conglomerado propio y escogió a la Universidad Nacional.
Tras ese cambio, la Alcaldía superó el techo de años anteriores, firmando en 2021 contratos por $4.289 y $5.550 millones, en 2022 otro por $5.144.665.680 y este año el de los $9.050 millones.
Ha sido tal el nivel de prioridad que la Alcaldía le ha dado a esa tarea que tan solo entre 2020 y 2023 – pese al discurso de austeridad en el que insiste el Gobierno– se han destinado al menos $28.508 millones para financiar dicha estrategia, superando con creces a los gobiernos anteriores.
A raíz de su alto monto, este último contrato comenzó a despertar el interés de múltiples personas que le hacen seguimiento a la contratación del Distrito. Entre esas personas estuvo la abogada Gloria Jaramillo, conocida en redes sociales con el seudónimo de Tyche, quien cuenta que a través de los sistemas de contratación pública empezó a revisar los informes de supervisión, topándose con el material propagandístico que hoy tiene dando explicaciones a la Alcaldía.
Fotos y reels
Como es obligación en todo contrato público, la Alcaldía ha publicado en el Secop varios informes de supervisión en los que pueden verse mes a mes las tareas que ha desarrollado la Universidad Nacional.
Además de incluir los enlaces de múltiples publicaciones de la Alcaldía en plataformas como X (antes Twitter) e Instagram, los informes también incluyen enlaces a varias carpetas compartidas de Google Drive, en donde reposaban múltiples informes de ejecución y todos los materiales entregados por la universidad. Y es en este último punto donde ardió Troya, pues las carpetas de Google, que por lo general son privadas, estaban abiertas al público por un error, por lo que cualquiera que tuviera el link podía acceder.
En medio de ese laberinto de carpetas y subcarpetas, hubo una que llamó la atención de Jaramillo, rotulada con el nombre de “Resumen_Inde”. Al abrirla, la sorpresa para la abogada fue encontrarse con un directorio de cinco exsecretarios de Quintero, todos imbuidos en la contienda electoral, en los que salía material de propaganda política.
Se trata de los exsecretarios Ana María Valle Villegas, Juan Carlos Upegui Vanegas, Juan Daniel Pulgarín Correa, Sergio Andrés López Muñoz y el único concejal de Independientes que le queda al alcalde, Carlos Mario Romero Misas.
Hasta la noche del 4 de septiembre, en cada una de las carpetas podían verse múltiples fotografías y videos de los cinco políticos, presentándose a los votantes y contando sus propuestas.
Además de ese material, otros elementos llaman la atención.
Uno de los más relevantes consiste en que dentro de las cuentas de correo electrónico que aparecían con permisos de edición para manipularlas estaba el del exsecretario de Comunicaciones de Medellín, Juan José Aux Trujillo, quien desde el pasado 15 de mayo se apartó de su cargo para asesorar las campañas de los alfiles de Quintero. A la carpeta también ingresaban otros profesionales de marca y comunicación de la Alcaldía.
Aux Trujillo, aún en pleno ejercicio de su cargo, ya había salido salpicado en septiembre de 2021 en un escándalo en el que se vio envuelta la Alcaldía y Telemedellín, cuando se supo que esa entidad estaba pautando en portales de internet de dudoso origen, que mueven propaganda negra en contra de los detractores de Quintero.
Como en un juego del gato y el ratón, luego de que los enlaces de esos soportes se filtraran, comenzaron a eliminarse los archivos y a restringirse su acceso. Esto pese a la aseveración de la Alcaldía de no haber ninguna irregularidad.
Minutos antes de que los videos fueran eliminados, se pudo descargar una buena parte, lo que permitió analizar su uso y contenido.
Dentro de los videos más llamativos, por ejemplo, sobresalen varios que fueron grabados por el exsecretario de Planeación Sergio López (hasta marzo pasado uno de los precandidatos del Independientes a la Alcaldía), en los que en compañía de la esposa del alcalde Quintero, Diana Osorio, explicaba las bondades del metro ligero que se construirá sobre la Avenida 80, uno de los logros de gobierno sobre los que la alcaldía ha volcado con mayor ahínco su aparato publicitario.
Dichos videos no solo utilizan la misma tipografía que aparece en otros videos elaborados por la Universidad Nacional para la Alcaldía, sino que incluso fueron publicados conjuntamente por López y Osorio en sus redes sociales.
Asimismo, en las carpetas quedaron alojados videos publicitarios de Romero, Valle y Pulgarín, que fueron publicados entre febrero y marzo en su cuentas personales, ya cuando el contrato con la universidad estaba firmado.
Esos videos consisten también en piezas en las que aparecen recorriendo las calles, abordando a los ciudadanos, y, al igual que en el caso de López, el material guarda semejanzas con la línea gráfica empleada por la Alcaldía.
¿Qué dicen los implicados?
Luego de estallar el escándalo, la única entidad en pronunciarse fue la Alcaldía de Medellín, que a través de un comunicado se limitó a calificar cómo “falso” estar participando en política.
“Es falso que la Alcaldía de Medellín esté trabajando en alguna campaña política con la Universidad Nacional de Colombia – Sede Medellín. El objeto del contrato tiene como finalidad exclusivamente el fortalecimiento de la gestión de la Secretaría de Comunicaciones del Distrito Especial de Ciencia, Tecnología e Innovación de Medellín”, expresó el gobierno.
Además de señalar que los cuestionamientos sobre el contrato tendrían supuestamente el objetivo de dañar la reputación de la universidad, el Distrito se mantuvo en que sus funcionarios nunca habrían pedido a esa institución trabajarle a los alfiles del alcalde Quintero.
“Los videos, enlaces e imágenes reseñados recientemente a través de redes sociales no hacen parte del cumplimiento del contrato ni cuentan con la aprobación de ninguna de las partes contratantes”, se añadió desde La Alpujarra.
A pesar de ese pronunciamiento, la Alcaldía se abstuvo de explicar por qué ese material político terminó alojado en las evidencias de ejecución del contrato y tampoco explicó por qué fue ocultado a la opinión pública. Es decir, la Alcaldía solo se limitó a entregar un comunicado, pero evitó hablar con periodistas sobre un lío que puede llevar a más de un funcionario a los estrados judiciales.
Ahora bien, de forma extraoficial, en otros medios de comunicación, circuló la versión de que la publicación de los videos supuestamente habría obedecido a un error humano de un contratista que, al tiempo que trabajaba para la Alcaldía, también lo haría para el partido del alcalde Quintero, sin embargo, dichas versiones no fueron incluidas en los pronunciamientos institucionales.
Para conocer su versión sobre este tema, EL COLOMBIANO también envió un cuestionario al exsecretario Aux, preguntándole por qué su correo aparecía con permisos de editor en las carpetas, pese a que en teoría ya no hace parte de la Alcaldía. Vale anotar que, en el caso del contrato, tras la salida de Aux este luego quedó en cabeza de la jefe de prensa de la alcaldía, Clara Izquierdo, quien ejerció cómo secretaria encargada (quien aún aparece como ordenadora del gasto en la plataforma Secop), y esta a su vez luego fue reemplazada por Mónica María Orrego López.
Asimismo, este diario consultó con la Universidad Nacional sede Medellín y remitió también un cuestionario para conocer por qué ese material propagandístico aparecía en los soportes del contrato, así como aclarar cómo ha venido ejecutando el mismo. Desde la institución pública, que trabajan con dinero de todos los ciudadanos, tampoco admitieron un diálogo y pidieron dicho cuestionario.
Hasta el cierre de esta edición, ni el exsecretario ni la institución habían entregado respuesta alguna. Además de estos puntos, otra duda que queda en el aire se asocia a Juan Carlos Upegui, el ungido por el alcalde Daniel Quintero para reemplazarlo en su cargo, quien sigue avanzando en su aspiración gastando recursos a manos llenas sin explicar de dónde provienen los mismos.