Medellín

¿Mucha emergencia y poca plata? Advierten que Alcaldía de Medellín solo destinará el 0,4% del presupuesto para gestión del riesgo

Organizaciones piden al Concejo que eleve al menos al 0,8% el presupuesto para gestión del riesgo en la ciudad.

22 de mayo de 2024

“¡Llegó La Niña! ¿Y cómo nos quiere Medellín? ¿Arrastrados, tapados o ahogados?”. Con ese interrogante plasmado en un cartel, ciudadanos y organizaciones presentes en el Concejo durante la discusión del Plan de Desarrollo en Medellín rechazaron lo que consideran un pobre presupuesto por parte de la alcaldía de Federico Gutiérrez para gestión del riesgo y, en general, para preparar a la ciudad ante los enormes retos climáticos que enfrenta.

Y es que según señalaron desde la Mesa de Vivienda de la Comuna 8 y el Movimiento de Laderas, el presupuesto contemplado en el Plan de Desarrollo que se discute en el Concejo los tiene tanto o más preocupados que los aguaceros que hasta ahora se presentan apenas como la antesala de lo que será el fenómeno de La Niña en los meses próximos. Por eso, advirtieron que de los $40,7 billones que tendrá Medellín en su presupuesto 2024-2027 solo en el 1,5% está destinado para el Pilar 5 (Sostenibilidad ambiental y bienestar animal). “Es necesario inyectar mayores recursos económicos para que realmente podamos hablar de una ciudad resiliente. No es solo un asunto filosófico reconocer el enfoque de cambio climático, sino también de asignar recursos para la Acción Climática”, señalaron las organizaciones mediante comunicado.

En medio de la discusión del Plan de Desarrollo que radicó Federico Gutiérrez y que deberá ser discutido durante todo este mes de mayo antes de su aprobación, las organizaciones llamaron la atención sobre el hecho de que la plata asignada para gestión del riesgo de desastres, que figura en ese Pilar 5, apenas tiene asignado $181.000 millones, es decir, el 0,45% del total del presupuesto. Para tener un punto de referencia a modo de contexto, las obras de mitigación del riesgo para infraestructura que necesita la Comuna 8, una de las más amenazadas por el cambio climático, escasamente podrían solventarse con ese presupuesto.

El problema es que en Medellín cientos de comunidades en Manrique, Buenos Aires, Doce de Octubre, Robledo, San Javier, Popular y casi todos los corregimientos presentan niveles importantes de riesgo y, en general, la ciudad arrastra un gran retraso en cuanto a mitigación y adaptación al cambio climático. Prueba de ello son las constantes emergencias cada vez que un aguacero cae sobre la ciudad, tal como se ha visto en los últimos días.

“Sin embargo, encontramos presupuestos como el deConfianza ciudadana en la gestión pública institucional’ con 887.000 millones y de ellos 272.000 millones para el “Fortalecimiento de los servidores públicos para recuperar la confianza”. Una pregunta que surge es: ¿qué mejor forma de recuperar la confianza en el Estado que invertir en las zonas con mayores condiciones de vulnerabilidad y con ello avanzar en la aplicación del concepto de justicia ambiental y climática?”, cuestionaron.

La Mesa de Vivienda de la 8 y el Movimiento de Laderas le recordaron a la administración de Federico Gutiérrez que la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR) ha planteado reiteradamente que “invertir en la reducción de riesgos y en el fomento de la capacidad de recuperación salva más que vidas y medios de subsistencia. Por cada dólar invertido en la reducción de riesgos y la prevención se pueden ahorrar hasta 15 dólares en la recuperación después de un desastre”.

Por eso le propusieron al Concejo que eleve esa inversión para gestión del riesgo, mínimo, hasta el 0,8% del total del presupuesto hasta llegar por lo menos a $326.000 millones y que, entre otros frentes, pueda finalmente destinar recursos para ejecutar el Plan de Mitigación del Riesgo para la Infraestructura de Comuna 8.

También le pidieron ajustar y crear varios de los indicadores que presentó el Distrito en el Plan de Desarrollo, pues señalan que la adaptación de la ciudad no es solo cuestión de las dependencias encargadas de la gestión del riesgo como el Dagrd, sino que es competencia de prácticamente todos los despachos del Distrito.

A la Secretaría de Infraestructura le pidieron incluir la meta de 30 obras para la mitigación del riego de infraestructura en el cuatrienio. “Hoy más que nunca se requiere de la planeación de un distrito adaptado al cambio climático, y con ello, la necesidad de ejecutar obras de mitigación para la infraestructura que permitan reducir los riesgos asociados a los eventos hidrometeorológicos y geológicos en la ciudad para proteger la vida de sus habitantes”.

También proponen a Planeación y Gestión Territorial sacar adelante el Macroproyecto de Borde Urbano Nororiental (BURNOR), que cobija la parte alta de las comunas 1, 3 y 8 y una parte el Corregimiento de Santa Elena. “Su prioridad radica en las vulnerabilidades físicas, económicas, sociales de estas comunas de la ciudad, y la necesidad de generar seguridad jurídica que garantice la gestión integral del territorio y el acceso a programas y proyectos de reforzamientos estructurales y vivienda adaptada al cambio climático, servicios públicos, entre otros. A ello, se suman avances con los que se cuentan en los estudios de riesgo de detalle en la comuna 8 y en la disposición de las organizaciones para acompañar la formulación del instrumento”, apuntaron.

Y finalmente, le solicitaron a la secretaría de Medio Ambiente que priorice los pilotos en varias partes de la ciudad que tienen como objetivo reducir, mitigar y adaptar esas zonas ante la intensificación de los eventos extremos asociados al cambio climático. La propuesta es que la ciudad alcance 100 pilotos de adaptación al cambio climático y 50 pilotos de soluciones basadas en la naturaleza.

Cabe recordar que según el diagnóstico del Plan de Acción Climática, el 25% del territorio en Medellín tiene algún tipo de amenaza asociada al cambio climático y que la ciudad viene de presenciar durante los cuatro años anteriores el fracaso en los indicadores que presentó lo que el exalcalde Daniel Quintero calificó como “Ecociudad”, cuya presupuesto asignado a gestión del riesgo, en términos de porcentajes, no se diferencia mucho del actual. Quintero asignó para el cuatrienio 2020-2023 cerca de $70.000 millones para gestión del riesgo, que en su momento representó cerca del 0,35% del presupuesto total del cuatrienio. Pero incluso en otros ítems el presupuesto del actual plan de desarrollo es inferior al anterior. Por ejemplo, para todo el manejo de la red hidrográfica de la ciudad (quebradas y río Medellín) el pasado plan de desarrollo designó casi $100.000 millones y la actual $56.000 millones y en mejoramiento integral de barrios la administración anterior designó $405.000 millones y esta $226.000 millones. Estos dos ítems son considerados por las organizaciones como claves en cuanto a mitigación y adaptación del territorio al cambio climático. Hay que decir, sin embargo, que al final de la administración anterior, a pesar del presupuesto generoso, el cumplimiento de varias de estas metas fue prácticamente nulo, como el de mejoramiento integral de barrios que terminó en ceros.

Por lo que nuevamente las organizaciones piden que esta administración sí logre pasar del discurso a los hechos y asigne recursos suficientes para que la ciudad pueda prepararse realmente para enfrentar el cambio climático.