Medellín

Una buena tajada del Presupuesto Participativo de Medellín se quedó en una misma familia

Alexis Castrillón pasó de ayudar en un restaurante de la Minorista a gozar de viajes a Europa y carros lujosos; con su círculo cercano controla doce organizaciones para contratar el Presupuesto Participativo. Un exparamilitar dice que revelaría ante autoridades el modus operandi de la corrupción en la Comuna 6.

22 de abril de 2024

Alexis Castrillón se convirtió en una celebridad en el ambiente de las organizaciones comunitarias, algo así como el rey sin trono y un mito en un ambiente donde la gente suele vivir con lo mínimo.

De él se dice que usa relojes Rólex, que se da el lujo de viajar por el mundo —las fotos las monta en redes sociales— y que se mueve en una camioneta de alta gama, mientras que la mayoría de los integrantes de su familia van en vehículos también lujosos.



A ese grado de solvencia habría llegado la familia porque ha aprendido cómo se mueve la maquinaria del Presupuesto Participativo y, en particular en la pasada administración del alcalde Daniel Quintero, fueron destinatarios de una tajada de esa bolsa operando eventos y acciones de movilización ciudadana en favor de la gestión oficial en una zona amplia de la ciudad que han logrado permear desde hace varios años.


Y por supuesto, eso habría estado ligado a una amplia red de relaciones tanto hacia abajo -dentro de las organizaciones comunitarias- como hacia arriba, en los círculos del poder político.


No en vano, en un debate del Concejo, el propio secretario de Participación Social de la época, Juan Pablo Ramírez, defendió a Castrillón a capa y espada, resaltando el supuesto aporte que le ha hecho a la sociedad y sugiriendo que los líderes que lo han cuestionado faltan a la verdad.

Pero el indicio monetizable de su influencia se muestra en que de las 18 firmas “ungidas” para la contratación del PP en la Secretaría de Participación en el último año de la administración Quintero, ocho estaban relacionadas con él y la facturación superó los 8.000 millones de pesos dentro de un convenio marco de casi $26.000 millones con Plaza Mayor, en 2023. Esto aparte de la contratación con otras dependencias.

La punta de lanza de ese engranaje de supuestas empresas sin ánimo de lucro (ESAL) es Asercomunitaria (Corporación para el Desarrollo Amigos al Servicio Comunitario), de la comuna 6. La presidenta es su esposa, Liliana Patricia Arboleda, y el vicepresidente, el primo de ella, Erik Cardona Arboleda. Del convenio fue la tercera que más facturó, con un monto de $3.671 millones.

A su vez, Erik Cardona es el representante suplente en Casa Creo, de la Comuna 3-Manrique, que contrató por $1.336 millones. Esta ESAL fue constituida inicialmente bajo el nombre de Corazones Blancos por Rubén Alexánder Guiral Zapata, quien fue candidato de Independientes al Concejo y además fue subcontratista del famoso contrato entre la Universidad Nacional y la Secretaría de Comunicaciones que habría sido utilizado para disfrazar acciones en favor de las campañas de los aliados de Daniel Quintero. Posteriormente, se la cedió a Kettsy Alexa Castrillón Arboleda, hija de Alexis.

El suegro de Alexis, Parmenio Arboleda Zapata, es el representante legal de la corporación Social Para Todos Laureles, que inicialmente se llamó Innova Medellín y tiene su espectro de actuación natural en la comuna 11. Pero además, es suplente en la dirección de Noat SAS.

Diana Karina Arboleda, la cuñada de Alexis e hija del representante de otra organización (Corcuidar, de María Bernarda Gómez) es la cabeza de la Corporación Innova con Amor (antes denominada La Casa de las Marías), de la comuna 8.

La Asociación Cor-Social, de la comuna 9, que nació como Asociación de Arrendadores de Antioquia, es dirigida por Patricia María Zea, que a la vez es corporada de Cor-Cuidar, y la suplente es Erika Rentería que también es suplente de Cor-cuidar y mamá de la suplente de Altavista Somos.

En la comuna 12, la suegra, María Bernarda Gómez, es cabeza de la corporación Cor-cuidar y Jean Alexis Castrillón, el hijo de Alexis en una unión con una mujer diferente de Liliana, está inscrito entre los corporados de corpocrear, en la Comuna 13 y además ha tenido contratos con la Alcaldía a través del ITM.

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En el corregimiento de Altavista también actúa la corporación para el desarrollo Altavista Somos, que estaba en liquidación pero revivió en enero de 2023 para obtener réditos económicos del PP de Medellín por $1.135 millones. Allá la conexión con Castrillón sería el representante legal Brayan Steven Zapata Zea, que es hijo de la representante de Cor-Social, Patricia Zea.

Adicionalmente, existen cuatro organizaciones entidades comunitarias más que aunque no estuvieron entre las ungidas de esta contratación con la Secretaría de Participación, sí han estado en otras ocasiones: Asoedecinco, que fue adquirida por la hija, Julieth Alexandra; la Fundación Social Camino de Vida (la representante suplente es la cuñada, Diana Karina Arboleda), Noat SAS (el accionista único y representante es el suegro) y Todo Group (la gerente suplente es Julieth Alexandra, la hija).

En otra época, Julieth Alexandra, la de Asodecinco y Todo Group, representó a una entidad más que hizo parte de el andamiaje Castrillón, la Asociación para el Desarrollo La Casa de Todos, pero allá ya hay otras cabezas.

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La contratación de esa especie de grupo no declarado de empresas “sin ánimo de lucro” se ha diversificado desde la Secretaría de Participación hacia otras dependencias del conglomerado distrital como Telemedellín, Plaza Mayor, las secretarías de Cultura y Medio Ambiente, lo mismo que el Inder y Metroparques.

De manera complementaria, como individuos, miembros del clan familiar han logrado contratos con el Colegio Mayor y el ITM.

La maquinaria les funcionaría perfectamente porque a su vez subcontratan con otras organizaciones del territorio y porque parte de los excedentes los usan para aceitar su maquinaria clientelar que luego les sirve para que en el CCCP le aprueben los proyectos que posteriormente ellos terminan ejecutando o cuando de apoyar a algún candidato para corporaciones se trate. En las elecciones pasadas, este diario recogió testimonios según los cuales vieron a Castrillón haciendo propaganda en favor del hoy senador Alex Flórez y de los perdedores Esteban Restrepo (Gobernación) y Juan Carlos Upegui (Alcaldía).

A principios de este año, Alexis llevó a Tolú a un grupo de 70 líderes de la comuna 6, con todos los gastos pagos”, contó una fuente del Doce de Octubre.

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Las claves del poder

Resulta diciente que en su perfil de WhatsApp, en vez de su foto, Alexis tenga la carátula del libro “Las 48 leyes del poder”, de Robert Greene.

Fuentes que presenciaron su ascenso vertiginoso relatan que hace apenas unos 15 años este era ayudante en un restaurante de la Plaza Minorista, pero se comenzó a interesar en los asuntos comunitarios y empezó a frecuentar la Corporación Simón Bolívar y allá se engomó con la comunicación comunitaria. Posteriormente se vinculó con la acción comunal del barrio San Martín de Porres, donde residía. A la par que estudiaba comunicación audiovisual en el Politécnico Jaime Isaza Cadavid, montó Asercomunitaria y arribó posteriormente a la Asocomunal de la Comuna 6.

A la par, aseguran que trenzó una alianza con Luis Carlos Piedrahíta, un exdirector de la Corporación Democracia que en décadas pasadas agremió a exparamilitares reinsertados para tomarse la presidencia de esa organización de segundo nivel y de paso, hacerse a un cupo en el Consejo Comunal de Planeación.

El desmovilizado dijo en un programa que transmite en la web la Veeduría al Plan Estratégico de la Comuna 6 que buscaría un principio de oportunidad con la Fiscalía a cambio de confesar los presuntos actos de corrupción en que incurrió para priorizar proyectos en los que él y otros ediles quisieron incidir para obtener ganancias y para repartir los puertos de gestores educativos y las becas universitarias que financia el PP.

Vea el testimonio en la siguiente dirección:



El nuevo escenario

Más adelante, Castrillón se fue extendiendo con su círculo más inmediato a toda la comuna 6 y después a otras siete comunas.

“El se sabe aliar con quien sea necesario para lograr sus objetivos. Mire por ejemplo que en la campaña del 2019 trabajó con el Centro Democrático y había atacado a Quintero, pero cuando el ganó, negoció y comenzó a recibir contratos”, dijo una fuente.

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Así mismo, se habría vuelto un especialista en presionar, haciendo uso de la influencia que tiene, para que las cosas fluyan a su manera.

En dos ocasiones, por ejemplo les entregaron la gestión de los procesos de movilización social para priorizar los proyectos del PP a una universidad y a una entidad comunitaria, entonces los líderes, sobre los que tenía influencia Castrillón, empezaron a brillar por su ausencia en las convocatorias y de manera mágica todo se resolvió cuando subcontrataron con Asercomunitaria.

Las firmas ligadas con Castrillón siguen por lo pronto con algunos contratos en marcha porque se firmaron de 2021 a 2023 y no han concluido, pero con una administración distrital que ya ha hecho comentarios críticos sobre el manejo que ha tenido el PP, el Cristo le podría voltear la espalda.

Este diario trató de contactar a Alexis Castrillón y su esposa, pero ni en el teléfono que aparece en web como de Asercomunitaria ni en los celulares contestaron. Se les dejó mensaje de WhatsApp y tampoco los habían respondido al cierre de esta edición.

La gran incógnita está en si logra reciclar su imagen o comienza una puja de poderes en el territorio y en especial en su fortín de la comuna 6, donde se sabe que sigue dominando con sus fichas a través de la Asocomunal y el Consejo Comunal de Planeación.


La investigación contra Alexis Castrillón que se quedó engavetada

El secretario de Participación Ciudadana del primer periodo de Federico Gutiérrez en la alcaldía de Medellín, Andrés Felipe Bedoya, ordenó en julio de 2019 que se elevara un pliego de cargos y se investigara a la Asocomunal y a las juntas de vivienda de la comuna 6-Doce de Octubre por no presentar a tiempo los libros contables y por no realizar las respectivas asambleas en 2017 y 2018 para elegir delegados.

Esa medida recayó igualmente contra Alexis Castrillón, entonces presidente de ambas organizaciones, y contra otros ocho dignatarios, como responsables de que esa documentación se tramitara, y además por no presentar el plan estratégico de trabajo de esos mismos años.

En los meses siguientes el asunto no trascendió y solo a principios del 2020, cuando un grupo de veedores de la comuna 6 se enteró e intentó que se le diera curso al proceso, el secretario de Participación, Juan Pablo Ramírez, aseguró que se lo iba a asignar a un abogado, según relata una fuente. Pero lo cierto es que fueron cuatro años en total en los que, inexplicablemente nada pasó y por el contrario, Castrillón tuvo un tratamiento privilegiado en la dependencia que debía indagar sobre la queja.

Una denuncia al respecto también reposa en la Fiscalía, así como otra contra los funcionarios de Participación Ciudadana que habrían engavetado el caso.

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Morrales y chaquetas con plata comunitaria, y como si fueran una “compra de rico”

La compra de prendas con logos institucionales del CCCP del corregimiento San Sebastián de Palmitas parece la tapa del desgreño en el manejo de los recursos del PP.


Resulta que compraron 37 chaquetas que, con IVA, salieron a $658.000 pesos, un precio exorbitante tratándose de un elemento promocional para el uso en la vida diaria de los líderes en sus faenas dentro de las comunidades de esta zona rural de Medellín. Es decir que en total, por ese concepto desembolsaron $24’348.590 pesos.

Y sería algo que ocurre en varias partes de la ciudad; en muchas partes se habla incluso de un intercambio por favores sexuales.
Para nada se trata de recursos de poca monta, pues solo en la comuna 6, por año se han asignado alrededor de $6.000 millones para cupos de educación superior.

La otra arista del asunto son los contratos para cargos de gestor educativo, es decir personas que son contratadas por las IES del Distrito (Colegio Mayor, ITM y Pascua Bravo) para que acompañen a los beneficiarios con el fin de que se mantengan matriculados, que no deserten. Se ganan entre dos y tres millones de pesos y también se trata de cargos que se distribuyen como cuotas, según Piedrahíta. “El Colegio Mayor tiene complicidad en permitir que estas situaciones pasen”, acusó el exedil en su entrevista, refiriéndose en particular a su comuna.

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Pero ahí no paran las presuntas irregularidades. Aunque en la respuesta escrita a un cuestionario enviado por EL COLOMBIANO el Colegio Mayor asegura que “el ideal es que un gestor acompañe, máximo, 30 estudiantes”, para 2024 en esa institución contrataron 54 para solo 51 alumnos, todo, de nuevo, con plata del PP, de acuerdo con un informe de veeduría que pasará a organismos de control.