Bloqueo: la antigua jugada que Estados Unidos aplica a Venezuela
Periodista egresada de la facultad de Comunicación Social - Periodismo de la Universidad Pontificia Bolivariana.
Una vez más, Estados Unidos intenta presionar a la administración de Nicolás Maduro en Venezuela para forzar su salida del poder. El mandatario norteamericano, Donald Trump, anunció casi a la media noche del lunes la firma de una orden ejecutiva que impone un bloqueo económico al país.
Esto se traduce en que no podrá hacer ningún tipo de transacción desde Estados Unidos– o que pase por empresas y bancos del país– y que pueda beneficiar a Maduro o a sus colaboradores del régimen. Además, también abre la puerta a que la Secretaría de Hacienda imponga sanciones a privados que brinden apoyo a su administración.
El bloqueo se suma a las sanciones contra Petróleos de Venezuela (PDVSA), la filiar de esta en el país (Citgo), la minera estatal Minerven o aquellos que integran su equipo, pero radicaliza más el panorama. La administración no puede hacer transacciones, mover sus activos, exportar, importar o recibir cualquier dinero que tenga vínculo con Washington.
Justo en este ítem comienzan los reparos. Como lo explica el decano facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello, Ronald Balza, “para los privados aumenta el nivel de riesgo de que los señalen de tener una asociación con el régimen al negociar con Venezuela. Entonces, pueden eludir los intercambios para sortear posibles sanciones”.
El pueblo queda en el medio
Con cada nueva sanción, el discurso es el mismo: va dirigida al régimen, a la “dictadura”, como le llama la administración Trump o la de Iván Duque en Colombia, pero analistas explican que los ciudadanos de a pie también pueden sentir sus implicaciones. El director de la firma Ecoanalítica, firma que hace análisis macroeconómicos, Asdrúbal Olvieros, usa un refrán para describirlo: “Pagan justos por pecadores”.
Oliveros justifica la afirmación en que es el sistema financiero internacional el que debe determinar si un movimiento favorece o no a la administración y este “tiene una dificultad de discriminar si una operación beneficia o no al régimen”, haciendo que las empresas esquiven negociar con Venezuela para evitar sanciones.
No es la primera vez que Estados Unidos bloquea a un país. Con Corea del Norte, Cuba, Irán y Siria han implementado medidas similares de sanciones, al tiempo que los regímenes que gobiernan esos países siguen firmes a pesar del desagrado norteamericano. En palabras del decano de Economía Balza, “no siempre mientras más grave es el sufrimiento de una nación, más fácil se fractura el poder”.
Al amparo de Juan Guaidó
Para el canciller del oficialismo, Jorge Arreaza, esta es una acción de “terrorismo económico”. La antítesis de ese discurso es el presidente interino Juan Guaidó, quien indicó que “esto no va en contra de Venezuela, va en contra de un régimen y de los que hacen negocios a expensas del hambre de los venezolanos”.
Y es que la premisa de la administración Trump es que el bloqueo se mantiene mientras Maduro esté en el poder en Miraflores. Entonces, si se da la transición democrática, podría levantarse.
El profesor de Ciencias Políticas de la Profesor Universidad Central Venezuela, Félix Seijas, comenta que Washington busca “mostrar un poco más los dientes. Decir que están avanzando para que se genere esa coordinación entre países y se eleve la presión”.
Una influencia que ajusta casi siete meses, desde que Maduro se proclamó como mandatario el 10 de enero, y con la posterior juramentación de Guaidó como presidente interino, el día 23 de ese mes, y que no termina de dar frutos, dado que el primer actor sigue en el poder y el país continúa con dos presidentes.
A la sombra están casos como el de Cuba, que fue blanco de un embargo de Estados Unidos que coincidió con los tiempos de escasez, o Corea del Norte, país en el que para mayo de este año 10 millones de personas estaban en riesgo de una inminente escasez de comida, según el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
Ante este panorama, Estados Unidos suma una medida más de presión y el oficialismo de Venezuela otra disposición de la administración Trump que esquivar.