El alto al fuego tambalea en Líbano; ambos países se acusan de haberlo violado

La calma duró poco en la frontera entre Israel y Líbano. Este jueves, disparos de tanques israelíes impactaron seis localidades libanesas cercanas a la Línea Azul, la franja fronteriza establecida por la ONU. Según medios locales y fuentes de seguridad, dos personas resultaron heridas y varias estructuras afectadas.

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El alto el fuego, que entró en vigor el miércoles tras 14 meses de combates entre Israel y Hezbolá, había sido visto como una oportunidad para que las familias desplazadas regresaran a sus hogares. Sin embargo, el ejército israelí había advertido a los residentes que evitaran la zona por su seguridad.

Mientras el ejército libanés denuncia “violaciones múltiples” del acuerdo por parte de Israel, que incluyen ataques aéreos y disparos de artillería, las fuerzas israelíes sostienen que abrieron fuego contra “sospechosos” en vehículos que, según ellos, infringieron las condiciones de la tregua.

“La instrucción es clara: responderemos ante cualquier violación del alto el fuego”, declaró el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien además amenazó con una “guerra intensiva” si Hezbolá incumple el acuerdo.

Funcionarios de las Fuerzas Israelíes afirmó que sus tropas se retirarán gradualmente a medida que se verifique que se está cumpliendo el acuerdo y la retirada. Mientras tanto, Israel ha advertido a las personas que no regresen a áreas donde están desplegadas las tropas y luego de asegurar que se reserva el derecho de atacar a Hezbolá si viola los términos de la tregua.

El cese al fuego, negociado por Estados Unidos y Francia, fue celebrado como un logro diplomático en medio de un conflicto que dejó miles de muertos y desplazados. Durante los próximos dos meses, se espera que las fuerzas israelíes se retiren del sur del Líbano, mientras Hezbolá se desplaza al norte del río Litani. La zona será patrullada por tropas libanesas y cascos azules de la ONU.

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Las fuerzas libanesas que se están desplegando en el sur están llevando a cabo patrullas e instalando controles, tal como se había pactado, sin avanzar hacia las zonas donde todavía hay presencia israelí.

Pero en medio de la tensa calma, la desconfianza persiste. Hezbolá, debilitado por las bajas y la muerte de su líder Sayed Hasán Nasralá, aseguró que sus combatientes están “listos para enfrentar cualquier ataque enemigo”.

A pesar del acuerdo, la situación sigue siendo inestable. Mientras los drones de vigilancia israelíes sobrevuelan la región y las tropas libanesas se preparan para desplegarse gradualmente, los habitantes de la frontera permanecen entre la esperanza y la incertidumbre.

Netanyahu si bien se ha mostrado interesado en mantener el cese, amenazó con ordenar una “guerra intensiva” contra Hezbolá si el movimiento islamista proiraní rompía la tregua. Pero por ahora parece preocuparle mucho más Irán, pues dijo que haría “todo” lo que estuviera a su alcance para impedir que este país se dotase del arma nuclear.