Estados Unidos

Biden, el daño colateral de las elecciones en Virginia

04 de noviembre de 2021

De nada sirvieron las proyecciones que daban como ganador al candidato demócrata sobre el republicano, tampoco el antecedente de que en las últimas presidenciales, Joe Biden triunfó en el estado con un margen de diez puntos por encima de Donald Trump, y menos que en los últimos doce años, todos los gobernadores fueron azules. Virginia cambió de rumbo y ahora será gobernado por un líder rojo.

Contra todos los pronósticos, Glenn Youngkin, un empresario republicano sin experiencia política venció, por menos de tres puntos, al exgobernador demócrata Terry McAuliffe, (2014-2018), que en su campaña tuvo el respaldo del propio presidente estadounidense que había augurado un triunfo de su candidato en el estado limítrofe de Washington.

Sin embargo, su caída supone un duro revés para el Presidente y su partido, pues estas elecciones eran consideradas un termómetro para su popularidad, que está en descenso. Incluso, le salió el paso a las críticas y negó su responsabilidad ante el fracaso demócrata.

“Ningún gobernador de Virginia ha ganado nunca siendo del mismo partido que el presidente de turno”, señaló el mandatario.

Pero más allá de verse afectado por los niveles de desaprobación, los resultados de Virginia son una derrota para el gobierno de cara a las elecciones de mitad de período del próximo año, en las que se pone en juego el control del Congreso.

Por eso es que, tras conocer los resultados, Biden instó a su partido a “avanzar” y votar sus proyectos de gasto social e infraestructura, que están bloqueados en el Congreso por miembros de su propio partido. Con la más reciente derrota, estas iniciativas, que ya han sufrido reformas para buscar su aprobación, seguirían en un punto muerto