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Netanyahu afirma que la fase “intensa” de combates contra Hamás en Rafah está “a punto de terminar”, pero no la guerra

En las últimas horas también se conoció el viaje del ministro de Defensa israelí a Estados Unidos para negociaciones “cruciales” sobre la guerra en Gaza. Y más de 150.000 personas participaron este sábado en una manifestación en Tel Aviv contra el gobierno de Netanyahu.

Ministro de Defensa israelí viajó a Estados Unidos

23 de junio de 2024

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó este domingo que la fase intensa de los combates contra los milicianos del movimiento islamista palestino Hamás en la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, está a punto de terminar.

“La fase intensa de los combates contra Hamás está a punto de terminar. Está a punto de terminar. Esto no significa que la guerra esté a punto de terminar, pero la fase intensa de la guerra está a punto de terminar en Rafah”, indicó Netanyahu en una entrevista con la cadena israelí Canal 14.

Pese a las palabras de Netanyahu, este domingo se escucharon de nuevo explosiones en los alrededores y en el centro de la ciudad de Rafah, enclave palestino donde el ejército israelí lleva a cabo una ofensiva terrestre desde el 7 de mayo.

También hubo bombardeos en Ciudad de Gaza, en el norte, y se reportó que algunos tanques dispararon contra el campo de refugiados de Nuseirat, en el centro.

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El ejército israelí justificó la acción indicando que aviones de combate atacaron “decenas de objetivos terroristas en la Franja de Gaza, incluyendo estructuras militares e infraestructuras”, en operaciones dirigidas en Rafah.

“Fueron eliminados terroristas en combates cuerpo a cuerpo y por disparos de francotiradores y drones en el centro del territorio”, añadió el ejército.

Por su lado, el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, viajó el domingo a Estados Unidos para entablar lo que el gobierno israelí catalogó como negociaciones “cruciales” sobre la guerra desatada contra el movimiento islamista palestino Hamás en la Franja de Gaza tras los ataques del grupo el pasado 7 de octubre, así como las recientes tensiones en el Líbano que Israel está teniendo con el grupo proiraní Hezbolá.

La misión de Gallant encomendada por el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu es la de acelerar el proceso de desbloqueo de envío de armas y municiones por parte de Estados Unidos, su aliado histórico, después de criticar el retraso del suministro en los últimos meses.

Netanyahu aseguró a su gabinete que este “desacuerdo” con Washington –gobierno que critica el elevado número de civiles muertos en Gaza– será zanjado próximamente.

”A la luz de lo que he oído en estos últimos días, espero y creo que esta cuestión será resuelta en un futuro cercano”, afirmó el primer ministro dando a entender que la fase intensa de los combates contra Hamás en el sector Rafah está “a punto de terminar”.

”Nuestros vínculos con Estados Unidos son más importantes que nunca. Nuestros encuentros con los responsables estadounidenses son cruciales para la guerra”, afirmó Gallant en un comunicado.

Cabe tener en cuenta que la frontera norte de Israel con el Líbano registra actualmente una escalada de violencia entre el ejército israelí y el grupo fundamentalista Hezbolá, aliado de Hamás. Este recrudecimiento hace temer una expansión del conflicto en la región.

El movimiento, también proiraní, dijo que había atacado con drones armados dos posiciones militares en el norte de Israel, en respuesta a la muerte del jefe de un grupo islamista aliado.

Netanyahu bajo presión

Entre tanto, el ejército israelí reconoció este domingo haber vulnerado los protocolos operativos durante una incursión en Yenín, Cisjordana ocupada, en la que soldados ataron a un palestino herido al capó de un vehículo militar.

Las imágenes se volvieron virales y provocaron una ola de indignación que avivó aún más las manifestaciones en contra del actual gobierno de Israel.

De hecho, más de 150.000 personas, según los organizadores, participaron ayer sábado de una manifestación en Tel Aviv contra el gobierno de Netanyahu, pidiendo elecciones anticipadas y el regreso de los rehenes.

”La única forma de conseguir un cambio aquí es sacar a este gobierno, sacar a los extremistas”, dijo Maya Fischer, una manifestante de 36 años, durante el cortejo, el más importante desde el inicio de la guerra.

Las negociaciones para un alto el fuego están totalmente estancadas, y Netanyahu insiste en que continuará la guerra hasta la destrucción de Hamás, considerado un grupo terrorista por Israel, Estados Unidos y la Unión Europea.

Cabe recordar que las acciones bélicas entre Hamás e Israel comenzaron el 7 de octubre pasado cuando comandos de Hamás irrumpieron en el sur de Israel y mataron a unas 1.194 personas, la mayoría civiles, según un recuento de la AFP a partir de datos oficiales.

También secuestraron a 251 rehenes, de los que 116 siguen retenidos en Gaza, y entre los cuales 41 habrían fallecido, según el ejército israelí.

En respuesta, Israel lanzó una ofensiva militar en la Franja de Gaza, gobernada por Hamás desde 2007, y por el momento han muerto 37.598 personas, sobre todo civiles, según el Ministerio de Salud del gobierno palestino controlado por Hamas.

En el enclave se hacinan unos 2,4 millones de personas al borde de la hambruna, según la ONU. ”No hay ni verdura ni fruta. No hay vitaminas. Cuando te enfermas, te quedas en la cama durante dos o tres semanas para recuperarte”, deploró Umm Siraj al Balawi, una madre de 33 años en el campo de refugiados de Jabalia, en el norte.