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Cinco conclusiones de la COP26: aún falta mucho por hacer

La cumbre dejó promesas y acuerdos que, de no cumplirse, significarían el fin de la vida como se la conoce.

Periodista de la UPB. Amante de las historias y de las culturas. Estoy aprendiendo a escuchar y a escribir.

14 de noviembre de 2021

Fueron dos semanas, más de 15 días de negociaciones, acuerdos y desacuerdos, promesas y compromisos entre 197 países y muchas más organizaciones y entidades privadas y públicas en la cumbre climática más importante a nivel global: la 26° Conferencia de las Partes, o COP26.

El resultado es una hoja de ruta que, literalmente, decidirá el futuro del planeta. Cumplirla podría ser una salvación contra el calentamiento global que amenaza las próximas décadas pero no alcanzar los objetivos será catastrófico, el final de la vida como se conoce.

¡Pero ojo! Se trata de acuerdos jurídicamente no vinculantes, por lo que llevarlos a cabo dependerá de la buena voluntad de cada gobierno.

Por ahora, estos son cinco avances o retrocesos que dejó la cumbre celebrada en Glasgow.

El lado positivo

Hubo muchas promesas en todos los sectores. Se estima que estos compromisos para reducir emisiones de metano, en cuanto a deforestación, transporte o abandono del carbón, acercarían 25 % las metas climáticas de 2030, según la plataforma científica Climate Carbon Tracker.

Sumado a esto, el pasado miércoles más de 30 países, y 100 empresas y regiones se comprometieron a eliminar los coches de combustión para 2035, entre estos, los principales fabricantes de automóviles, como Estados Unidos, China, Japón, Alemania, General Motors, Ford, Mercedes Benz y Volvo. Esto indicaría que los vehículos de gasolina y diésel dejarán de ser fabricados y se reemplazarán por cero emisiones. Quienes no lo logren, perderán su cuota de mercado frente a los competidores.

También, 11 gobiernos nacionales y subnacionales acordaron poner fin a la concesión de nuevas licencias para la exploración y explotación de petróleo y gas en sus territorios y a la eliminación paulatina de las ya existentes con una iniciativa llamada “Beyond Oil and Gas Alliance”.

También hay negativos

“No estamos donde tendríamos que estar, ni siquiera cerca”, dice el vicepresidente de la Comisión Europea (CE) para el Pacto Verde, Frans Timmermans. Con otras palabras lo han dicho también líderes, activistas y ambientalistas durante todas las jornadas. Esto porque, aunque se cumplieran todas las metas, la humanidad aún está lejos de mantener el aumento de las temperaturas por debajo de 1,5 grados centígrados.

Y si, para finales de siglo, las temperaturas aumentan 2°C, 1.000 millones de personas se verán afectadas por una “combinación fatal de calor y humedad”, según la Oficina Meteorológica Británica.

Más cerca, si se mantienen los índices actuales de deforestación, degradación de suelo e incendios forestales, la mayor selva tropical del planeta, el Amazonas, podría perder hasta 700 % de su vegetación nativa y convertirse en desértica para mitad de siglo.

Esto dicen los ecologistas

Grupos de ambientalistas y movimientos como la Red de Acción por el Clima, CAN, insistieron durante todas las jornadas que se necesita más ambición y no dejarse manipular por los grupos de presión e intereses que solo hacen un “lavado de imagen verde”. Greenpeace pidió aprobar los subsidios en concepto de daños y pérdidas para los territorios que ya están devastados por catástrofes naturales.

Elogiaron, además, a Escocia por ser el primer gobierno en ofrecer dinero a los países en desarrollo específicamente para compensar esos daños a causa del cambio climático.

El papa y el Vaticano

Desde el primer día de las negociaciones, incluso desde antes, el papa Francisco ha animado a los gobiernos y entidades a que participen de los acuerdos pero ampliando sus compromisos, manifestando que la crisis climática lleva el rostro humano y que ha impactado, sobre todo, a los más pobres. Han invitado a los países más desarrollados a ampliar su financiación para la mitigación y la adaptación y han reiterado que “el tiempo se acaba”.

Financiación

El compromiso desde el Acuerdo de París es que los países desarrollados deben financiar anualmente a los más pobres. En esta COP se destaca que 12 gobiernos se comprometieron a entregar 413 millones de dólares para contribuir a la resiliencia climática a través del Fondo de Países Menos Desarrollados, que son 46. Además, una coalición internacional de inversores se comprometió a donar más de 1.000 millones de dólares para dotar a los países latinoamericanos con flotas de autobuses públicos eléctricos cero emisiones con la iniciativa Acelerador de Despliegue Rápido de Autobuses Cero Emisiones (ZEBRA en inglés).