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Yihadismo también enluta a Colombia

La cuenta oficial de muertos por el ataque es, al cierre de esta edición, de 21 personas, entre ellas dos connacionales. Expertos advirtieron del alcance de una amenaza que se ve lejana.

Salsero a ultranza. Volante de salida. San Lázaro me protege antes del cierre. Máster en Periodismo - El Mundo (España). Redactor Internacional - El Colombiano.

19 de marzo de 2015

Decenas de turistas de distintas nacionalidades pensaron que, tras bajarse de un crucero que recorría el Mar Mediterráneo, y poner un pie en Túnez, entraban a una de las naciones más seguras del mundo musulmán, al menos en cuanto a terrorismo. No estaban en Siria ni en Irak, pero no esperaban o que morirían, o que perderían a sus seres más cercanos.

Cuando ciudadanos italianos, españoles, polacos, alemanes, brasileños, colombianos y mexicanos andaban por el centro de la ciudad, y llegaban a la sede del Parlamento, fueron recibidos por ráfagas de fusil, que de inmediato mataron a siete de ellos. El guía turístico del grupo, Wasel Busid, describió al terrorista como un “joven de unos 22 años”, que sin oír a sus compañeros criminales abrió fuego al ver a los turistas.

Solo hasta que, instantes después, los otros malhechores llegaron al sitio donde se acababan de asesinar banalmente siete vidas humanas —que nada tenían que ver en esa lucha—, es que los bárbaros decidieron tomar a los otros turistas como rehenes y escudarse como cobardes en ellos.

Los llevaron al cercano Museo del Bardo, mientras los turistas pensaban en cómo en un segundo, un viaje soñado para conocer tierras lejanas se tornaba en una pesadilla.

Horas después, fuerzas especiales irrumpían en el lugar y daban de baja a dos yihadistas. Entretanto, tal como confirmó en rueda de prensa el primer ministro de Túnez, Habib Essid, “otros dos o tres se daban a la huida”. El saldo oficial es por el momento 17 turistas muertos, además de dos tunecinos: un policía y un conductor de autobús, más los dos terroristas.

Colombia derramó sangre

Mientras en el mundo, y en especial en Europa, los medios ponían a la ciudadanía alerta por lo que pasaba en el país magrebí, desde Sudamérica se veía el suceso con desconcierto y preocupación, pero no con cercanía. Todo cambió cuando se reportó la muerte de dos colombianos y un brasileño en el hecho.

Los compatriotas fallecidos son Miriam Martínez de Camelo y Javier Camelo Martínez, esposa e hijo del general retirado José Arturo Camelo, decano de la Facultad de Derecho de la Escuela Militar de Cadetes José María Córdova, y exdirector de Justicia Penal Militar.

En las únicas declaraciones que ha dado tras el incidente, a Blu Radio, Camelo solo dijo, con voz entrecortada, “estoy bien, me encuentro bien. En este momento no les puedo dar detalles, estoy con unas diligencias muy importantes”.

El general retirado Jaime Ruiz Barrero, presidente de la Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro (Acore), aseguró que Camelo y su familia se encontraban de vacaciones en el país extranjero y coincidieron con el ataque del que él y su otro hijo sobrevivieron.

El presidente Juan Manuel Santos expresó su solidaridad ante lo ocurrido una vez conocido el hecho, mediante su cuenta de Twitter: “Lamentamos muerte de 2 colombianos en Túnez y ofrecemos condolencias a su familia. @CancilleriaCol esta trabajando en su repatriación”.

Precisamente, la Cancillería emitió un comunicado en el que además de dar sus condolencias a los allegados de la familia Camelo, explica que “desde que conoció esta noticia estableció contacto directo con el colombiano sobreviviente. A través de la Dirección de Asuntos Consulares, y de los representantes de nuestras Embajadas en Argelia y España, la Cancillería ha estado en permanente contacto con él y con sus familiares brindando la asistencia que requieran”.

“En las próximas horas, funcionarios de la Embajada de Colombia en Argelia, cuya sección consular tiene la circunscripción para Túnez, viajarán a dicho país para encargarse del proceso de repatriación de los cuerpos de las víctimas”, agrega el documento.

Mientras distintas naciones condenan el hecho, lo acontecido con los Camelo recuerda que no es la primera vez que la yihad deja connacionales muertos, y que las 20 víctimas colombianas de los atentados del 11 de septiembre de 2001 no se debieron solo a un incidente aislado.

Ideología en expansión

Además de la identidad de los asesinos y del grupo yihadista al que podrían pertenecer, son numerosos los interrogantes que el mundo se hace ante lo ocurrido en el Magreb. ¿Cómo y por qué el ataque se dio en una de las naciones más laicas del mundo musulmán? ¿Y qué mensaje pretende dar el terror con esta abominable acción?

En diálogo con EL COLOMBIANO, el Imam Julián Zapata, cofundador del Centro Cultural Islámico, consideró que “hechos como este demuestran que el mundo no está combatiendo como debe al yihadismo, dado que se centra en sus consecuencias más que en enfrentar las raíces ideológicas salafistas/wahabistas que le subyacen y que están fuera de control”.

José Ángel Hernández, director del Departamento de Historia de la Universidad Sergio Arboleda afirmó que “atacar a Túnez, una de las naciones más cultas y laicas del mundo musulmán, es un mensaje de que no hay ningún país a salvo del terrorismo”.

Por último, Zapata advirtió que “el hecho de que haya colombianos muertos por esto, debería implicar para el Gobierno de nuestro país, que empiece a revisar y estudiar con mucho cuidado qué tipo de Islam llega a las fronteras, sabiendo que es un problema de carácter global y que nos concierne”.