Con 350 editoriales, la prensa respondió ataques de Trump
Medios de
EE. UU. se sienten amenazados. Testimonio de The Boston Globe.
Periodista egresada de la facultad de Comunicación Social - Periodismo de la Universidad Pontificia Bolivariana.
Para un periodista, conocer el panorama de la prensa en Estados Unidos es escalofriante. Aunque no se compara con el de países como Colombia o México, donde los periodistas reciben amenazas o son asesinados, su presidente Donald Trump ataca constantemente a los medios hasta calificar a los comunicadores como “el enemigo” del pueblo. Pullas contra las mujeres que ejercen el periodismo, burlas contra quienes le entrevistan o hasta asegurar que estos publican noticias falsas hacen parte de su discurso. Sus palabras impactan a todo el país.
Un estudio realizado por la firma Ipsos Poll encontró que el 13 % de la población está de acuerdo con que Trump pueda cerrar medios como CNN, Washington Post o New York Times; el 48 % comparte su afirmación de que “la prensa es el enemigo de los estadounidenses” y el 53 % con que el mandatario debería tener la posibilidad de “cerrar medios con mal comportamiento”. Esas cifras evidencian cómo su discurso influye en la forma de pensar de la sociedad.
Ante este panorama tan hostil, el periódico The Boston Globe convocó a colegas de todo el país a publicar editoriales en contra de los ataques de Trump a la prensa. ¿El resultado? Al menos 350 medios de 49 estados abrieron sus páginas de ayer condenando sus ataques y resaltando el rol de la prensa en la democracia. EL COLOMBIANO habló con Marcela García, una latina que trabaja como editorialista de este periódico, una de las personas que lideró la iniciativa.
¿Cómo nació la idea de convocar a los medios para crear editoriales en contra del discurso de Trump?
“Viene de la Junta Editorial del Boston Globe, de la que hago parte. Seguimos de cerca la administración del presidente, pero hace dos semanas dijo, literalmente, que los periodistas son el ‘enemigo del pueblo’. Sentimos que él había cruzado una línea. Tiene todo el derecho de criticar a los medios, lo hace por Twitter, eso es la libertad de expresión tan fuerte que hay en este país. Pero su retórica tan intensa y cargada de odio tiene consecuencias. Debíamos hablar colectivamente entre todos los medios, decir que nuestro rol es vigilar a nuestros gobernantes. No es una guerra en contra de Trump, es un esfuerzo por resaltar la libertad de prensa”.
¿La libertad de prensa está en riesgo por las políticas del gobernante contra los medios?
“Tiene muchas políticas con las que nosotros no estamos de acuerdo, pero lo que él hace es usar Twitter, usar su posición como presidente para denigrar la profesión del periodismo. Es el presidente de los Estados Unidos. Es mi presidente también. Si él está mandando ese mensaje de que nosotros somos el enemigo, insisto, tiene consecuencias. Con esto nos oponemos a su retórica, lo que dice cuando se refiere a la prensa como la oposición, tergiversando nuestro rol”.
La palabra enemigo ha estado en la discusión. ¿Hay un enemigo real?
“El enemigo es la desinformación que estamos viviendo en Estados Unidos. No estoy diciendo que vamos a tener una situación comparable a la de otros países en donde realmente se oprime y se mata a los periodistas, pero es una línea muy peligrosa”.
Publicaron cifras sobre las personas que apoyan ideas como que el presidente podría cerrar los medios, ¿qué piensa de esto?
“Es alarmante. Ahí se reflejan las consecuencias de las palabras del presidente. Donald Trump habla desde una plataforma mundial. ¿Por qué crees que ahora el término fake news es tan repetitivo en todos los países? Se ha convertido en un lugar común. Esos números reflejan las consecuencias de las que hablaba. Hay menos confianza en los medios y se ha sembrado un odio o una oposición hacia estos y el rol que juegan”.
Hay dos analogías en el editorial de The Boston Globe. Una tiene que ver con que su comportamiento se parece al de Vladimir Putin o al de Recep Tayyip Erdogan y hay una mención de 1984, el clásico de la literatura de George Orwell. ¿Es un llamado a la reflexión?
“Esa era un poco la intensión. Decirle al público que la historia nos ha enseñado cómo terminan estas cosas. Hay países, como México donde ha habido una cantidad impresionante de periodistas asesinados. Nosotros no estamos en ese punto, pero eso es lo que puede pasar, lo que está en riesgo. Nuestra intención con esta iniciativa era demostrar que en otros países como Rusia, Siria, China y Turquía esto también ya se ha visto. Los regímenes autoritarios lo primero que hacen es tratar de callar a la prensa”.
Hablábamos de “fake news” y en las respuestas que dio Trump a sus editoriales, a través de Twitter, este fue uno de los temas. ¿Cómo reciben estos trinos?
“Siempre supimos que sería una posibilidad que fuera a responder a través de un tuit. Ese es su modus operandi. La reacción es que nuestro trabajo habla por sí solo, que lea el editorial. Nuestra intención no es cambiar su punto de vista, sabemos que eso no es posible, es recordarle al público, a la gente que nos lee, la importancia del rol que juegan los medios en la sociedad. Cómo más vamos a saber qué está haciendo el gobierno, en qué se está gastando el dinero de todos nosotros. La prensa es la que reporta este tipo de cosas y descubre corrupción. Quisimos mostrar los histórico que es esto, es la primera vez que un presidente de Estados Unidos ha ido tan lejos”.
Cuando anunciaron la iniciativa eran más de cien medios y ahora alcanzan los 350.
“Cuando empezamos este proyecto no teníamos objetivos de que queríamos llegar a tantos periódicos, simplemente hicimos el llamado. Ha sido espectacular y alentador ver que tantos medios se han sumado y también que cada periódico ha escrito desde un punto de vista diferente. Todos estamos defendiendo la libertad de prensa”.
En la editorial de The Boston Globe habla sobre las mentiras que ha dicho Trump. ¿Cuáles son?
“Dice que todo es ‘fake news’, que la prensa es el enemigo del pueblo. Hay muchas cosas que él no reconoce como verdaderas y le sirven para solidificar su poder. Gracias a Dios hay instituciones en este país que son mucho más fuertes. En la encuesta que citamos en el editorial se le preguntó a la gente si estarían a favor d que el presidente tuviera poder para cerrar medios. No creo que lleguemos ahí, pero claramente él quiere ese poder”.