Así le pisan los talones a “Iván Mordisco” en selva del Caquetá
La Operación Jaguar Verde se desarrolla en los límites de Caquetá y Amazonas y avanza rápido, tanto que algunos medios han dado por muerto al disidente fariano.
Egresado de la U.P.B. Periodista del Área de Investigaciones, especializado en temas de seguridad, crimen organizado y delincuencia local y transnacional.
Una aeronave espía con equipos de reconocimiento e interceptación de comunicaciones, lleva dos meses surcando los cielos en la frontera de Caquetá y Amazonas, monitoreando los movimientos del anillo de seguridad del enemigo público número uno del Estado colombiano: Néstor Gregorio Vera Fernández, el infame líder de las disidencias de las Farc apodado “Iván Mordisco”.
El avión plataforma, y la asistencia tecnológica de EE.UU., han sido claves en el respaldo a un equipo de 150 agentes de la Dirección de Inteligencia Policial (Dipol) que se desplazaron a la región, repartidos en cinco equipos, para rastrear los pasos del comandante del Estado Mayor Central de las Farc (EMC).
De acuerdo con un documento de Inteligencia, conocido por EL COLOMBIANO, los agentes llevan “328 días continuos e ininterrumpidos de actividades de recolección y procesamiento de información”.
Los policías han reunido datos de entrevistas con fuentes humanas, cientos de gigas de video, interceptaciones de comunicaciones, cartografías e imágenes aéreas, que requirieron 1.900 horas de análisis.
Con los hallazgos establecieron que “Iván Mordisco” se mueve entre los departamentos de Caquetá y Amazonas, andando a pie por la selva o en lancha por los ríos Caquetá, Caguán, Amú y Mesay.
La Dipol detectó nueve rutas que se repiten por parte del objetivo y 12 campamentos en los que pernoctó.
Estos escondites son cuidados por los frentes Carolina Ramírez y Primero Armando Ríos, liderados por Luis Alberto Torres Núñez (“Jhonier Boyaco”) y Edilberto Marín Gómez (“Paisa”), respectivamente. Esos frentes están integrados al bloque Amazonía del EMC, que comanda a su vez Ebimelec Eregua Torres (“Alonso 45”), quien es la mano derecha de “Iván Mordisco”.
Gracias a las interceptaciones de mensajes, los agentes se enteraron que el EMC reunió a sus comandantes entre el 20 y el 26 de marzo de 2025 en esa región. En el encuentro, que llamaron “Pleno Guerrillero del Estado Mayor Central”, conmemoraron la muerte de Manuel Marulanda Vélez (“Tirofijo”), uno de los fundadores de las antiguas Farc, y definieron su estrategia económica, militar y de control social.
En el Comando General de las FF.MM. se tomó la decisión de que ese era el momento para pasar del análisis a la ejecución y al día siguiente se activó la Operación Jaguar Verde.
Infiltración y combates
En la zona delimitada fueron insertados 117 comandos de operaciones especiales, distribuidos en la maraña para asaltar los campamentos y emboscar las lanchas. Se trata de una infiltración peligrosa, no solo por los forajidos del EMC, sino por la presencia de otras organizaciones, como la Segunda Marquetalia, los Comandos de Frontera y las disidencias de alias “Calarcá”.
Los comandos están siendo guiados por el avión espía, que ya completó 98 horas de vuelo, y por los puntos que señalan los agentes de la Dipol. Ya han realizado ocho ataques, reseñados en los registros castrenses con el nombre clave de Misael I, II, III, etcétera.
Según el más reciente balance del almirante Francisco Cubides, comandante de las FF.MM., han muerto 14 presuntos terroristas en la operación, seis fueron capturados y uno más se entregó. También recuperaron seis menores de edad que habían sido reclutados de manera forzada.
Los asaltos más agresivos fueron en campamentos de Puerto Santander, Amazonas, donde hubo cinco disidentes muertos, el 27 de marzo; y en Solano, Caquetá, el 8 de abril, donde murieron siete.
Este último ataque sembró el pánico en el enemigo y generó conflictos entre sus líderes. Allí murió Edilberto Marín (“Paisa”), el cabecilla del frente Primero Armando Ríos, y escaparon por pocos minutos “Alonso 45” e “Iván Mordisco”.
Fue tanto el apuro, que tuvieron que abandonar objetos valiosos en la huida. Cuando los comandos registraron el área después del combate, encontraron las gafas recetadas y el fusil Tavor de “Alonso 45”.
De igual manera, las gafas, el computador portátil y el fusil Tavor X95 de “Mordisco”, el que lucía orgulloso en sus mitines, al cual le había acondicionado una suntuosa mira telescópica importada.
La muerte de “Paisa” provocó serios cuestionamientos de “Alonso 45” a la manera en que su jefe “Mordisco” está desplegando las cuadrillas en el terreno, y según el análisis de Inteligencia, esto podría desembocar en una fractura en la jerarquía del EMC.
Cambio de estrategia
Por primera vez desde que se instaló el gobierno de Gustavo Petro, en agosto de 2022, “Iván Mordisco” sintió que las tropas le pisaron las barbas.
Hay quienes dicen que Vera es un trofeo electoral para el Gobierno Petro, ahora que comenzó la carrera por la Presidencia de 2026, y que por eso es la urgencia de capturarlo o darlo de baja. La recompensa por delatar su paradero es de $4.450 millones.
Otros aseguran que la cacería contra este personaje marca el inicio de un nuevo estilo de liderazgo en el Ministerio de Defensa, tras la salida del jurista Iván Velásquez y la llegada del general (r) Pedro Sánchez, el primer militar que asume ese cargo luego de 34 años de civiles al mando.
Sea cual sea la razón, los 117 comandos tienen la orden de no salir de la selva hasta no dar con “Iván Mordisco”. Según el documento de Inteligencia, les han llevado 600 raciones de comida para que resistan la misión. Eso equivale a 1,1 toneladas de alimentos, que seguirán llegando en helicópteros junto a miles de municiones, hasta que caiga el objetivo.