Señales que llevan derecho a ningún lado en Medellín
La expansión desordenada, la acción de vándalos y la información incompleta o inexacta hacen que orientarse en la ciudad sea una tarea compleja.
Siga derecho, que la vía lo lleva. No tiene pierde. Y si se pierde, pregunte. La indicación, una de las más comunes que se da cada tanto a una persona que pide una dirección, pierde valor con igual frecuencia en Medellín y sus alrededores. Volteando por calles, carreras, transversales y circulares, quedan sacrificados quienes creen en esta indicación, en apariencia sencilla.
Y es que no es tan simple, tampoco, moverse de acuerdo con la nomenclatura, que según Luis Carlos Díaz, experto en movilidad y transporte, nace en el Parque Berrío, corazón de Medellín donde se cruzan la calle 50 y la carrera 50.
“Desde allí, comenzó a componerse la ciudad, ascendiendo las calles hacia el norte y las carreras hacia el occidente”, señaló. Pero las características de topografía y el crecimiento desordenado hicieron que se perdiera el plano regulador.
Así, explica, la ciudad ha tenido que recomponerse en su nomenclatura y la avenida 80 no es la carrera del mismo número en todo su recorrido. Lo mismo pasa con la avenida 33, que en parte de su trayecto es la calle 37. A juicio del experto, estas particularidades no hacen fiable la nomenclatura. Los nombres de los corredores viales, en honor a hechos y personajes históricos, también se han perdido con el tiempo, algo que lamenta Díaz Mora.
Para taxistas y mensajeros, quienes en su oficio recorren a diario todos los rincones de la ciudad y la conocen mejor, barrios como Laureles, El Poblado y algunos sectores de la parte alta de las laderas son los más complejos para ubicarse. La estructura de transversales y circulares, así como los cambios de nomenclatura por la apertura de vías, son las dificultades referidas con mayor frecuencia.
También hay reparos sobre las señales de orientación dispuestas sobre las vías. Anuncian el “P. Paisa” o la “Tv Intermedia”, además no refieren distancias. Y nadie está obligado a entender o conocer.
En otros casos la información no es visible, por daño, robo o por la cantidad de anuncios que abundan en las vías. En otros, la falta de conexión entre la ruta y el sitio de destino terminan por despistar.
“Habrá que reforzar en algunos puntos específicos con banderas y pasavías. Y están incluidos en la programación”, señaló la líder de Circulación del Tránsito, Martha Suárez.
La funcionaria señaló la acción de vándalos y de ladrones. “Las antiguas señales, en forma de ángulo, las robaban para hacer camas”, reveló. La Secretaría de Tránsito invierte alrededor de 30 millones de pesos al año para reponer lo robado.
En planes de la Alcaldía está la inversión para ampliación, reposición y mantenimiento de la señalización vial por 5.000 millones de pesos.