Asesinan en Medellín a la "Reina de la cocaína"
En una carnicería de Medellín asesinaron a Griselda Blanco, quien en los años 70 y 80 se dio a conocer en el mundo de la criminalidad como “La reina de la cocaína”.
El homicidio sucedió a las 3:00 p.m. de este lunes, cuando la exconvicta de 69 años estaba en una carnicería del barrio Belén Parque, acompañada por una exnuera embarazada.
Según las primeras indagaciones de la Policía, un par de sujetos llegaron en una motocicleta de bajo cilindraje, el parrillero se bajó y le disparó dos veces en la cabeza con un revólver.
La madre gestante que la acompañaba resultó ilesa y en un vehículo la trasladó a la Unidad Intermedia de Belén, donde falleció.
De acuerdo con el expediente público, Griselda fue de la primeras colombianas que se dedicó al tráfico de estupefacientes en Estados Unidos, en la década de los 70.
Una de las características que la puso en la mira de las agencias norteamericanas fue su crueldad, pues en los primeros años de su negocio se dedicó a exterminar a otros traficantes que le hacían la competencia. Incluso estuvo involucrada en el homicidio de su primer esposo.
“La reina de la cocaína”, “la Patata” o “la Madrina”, como también le decían, prácticamente inauguró la ruta de tráfico entre Colombia y La Florida, que luego heredó el cartel de Medellín.
La justicia estadounidense la condenó por conspiración para introducir cocaína en ese territorio y, tras dos décadas en la celda, recuperó su libertad en 2004 y la deportaron a Colombia. De sus cuatro hijos, uno continúa en una cárcel estadounidense, dos fueron asesinados y el último padece una enfermedad.
La investigación preliminar de las autoridades colombianas, apunta a que se radicó en El Poblado, cerca al sector El Tesoro. La exnuera manifestó a la Policía que ya no tenía nexos con la mafia y que estaba en proceso de vender varias de sus propiedades, dinero con el cual pretendía sobrevivir el resto de su vida. Una de esas edificaciones se localiza en el centro de Medellín, avaluada en 1.500 millones de pesos.
Otra de sus fuentes de ingreso eran los medios de comunicación internacionales, que en varias ocasiones la buscaron para producir documentales relacionados con el narcotráfico.
Al momento del crimen, llevaba al parecer más de 30 minutos en el establecimiento y había comprado 300.000 pesos en carne, indicaron fuentes policiales a EL COLOMBIANO. Por ahora se desconoce quién y por qué ordenó su muerte.