Histórico

Pinilla, el bambino

01 de enero de 1900

  • John es el único colombiano campeón de la liga italiana de fútbol sala.
  • Ha conseguido dos títulos seguidos con el Arzignano Grifo de Vicenza.
  • Es bogotano y pide acelerar el proceso en el país para ver talentos.
Por
Jaime Herrera Correa
El Santuario

John Pinilla siempre soñó con ganarse la vida a través del deporte, pero cuando le ayudaba a su padre en la carnicería del barrio Samper Mendoza de Bogotá jamás visualizó que sería figura en Italia.

Su pasión era pegarle al balón en espacios reducidos y por eso pronto se ganó un puesto en las selecciones capitalinas de fútbol de salón. Consciente de que ahí estaba su futuro, le robó muchas horas al colegio para entrenar y de premio recibió un contrato hasta el 2010 en el Arzignano Grifo de la liga italiana de fútbol sala.

La facilidad mostrada con Colombia en el Mundial de Bolivia-2000 para jugar de balance, alero o pivote en el otrora microfútbol hicieron que los venezolanos le echaran el ojo, lo pulieran durante dos temporadas y luego lo traspasaran en el 2003 al quinteto de Vicenza, con el cual ha ganado las pasadas dos ligas de fútbol sala de la península itálica y participado en la Liga de Campeones de Europa de la disciplina.

Este bachiller de 26 años, que jugó en los combinados patrios al lado del antioqueño Bibiano Mena, dice ser un hombre feliz porque "me gano la vida con lo que más me gusta" y porque gracias a sus dotes deportivas se ganó un lugar de privilegio en el equipo que solo cuenta con un italiano en sus filas y también es integrado por seis argentinos, cuatro brasileños y un paraguayo.

"El ritmo es muy diferente al nuestro, entrenamos cinco horas al día; sin exagerar eso es otro mundo, porque mientras acá el futsal apenas se abre espacio, allá todos son profesionales, llegan los mejores jugadores del mundo, el coliseo Palatezze siempre vive lleno y nos pagan bien para que solo nos dediquemos al equipo", contó en El Santuario este bogotano que lleva 16 años en este deporte.

Fácil adaptación
A Pinilla se le hizo muy fácil la adaptación en el territorio italiano porque el primer año "llegamos 10 colombianos y todos nos ayudamos, aunque ahora apenas quedamos tres incluyendo a Luis Salcedo y Álex Hernández que juegan en el Argüeres".

Después la mayoría de sus compatriotas no pudieron continuar por dificultades con la documentación, pero los directivos del conjunto que nació en 1994 lo pusieron a vivir con dos argentinos y eso le facilitó las cosas. Su vocación y deseos de superación lo estabilizaron de tal manera que hoy parece con méritos un "bambino" más de la bota itálica.

"Con este ajustaré cuatro años en el club y todo va bien; el compartir con los gauchos me ayudó a adaptarme, ya como bien las pastas, hablo perfecto el italiano y tengo una visión diferente del mundo. Es poco el tiempo libre que nos queda, pero cuando hay espacio visito El Vaticano, Roma y otras maravillas de este país que tiene una rica historia. Una vez tuve una lesión de ligamentos, pero en general el balance es positivo porque en Arzignano sobra el orden y venimos en ascenso porque además de los dos títulos consecutivos, jugamos en Bosnia por la Champions y esa fue una experiencia inolvidable", agregó el amante de la música salsa y quien estuvo pretendido por el Boomeran de España, uno de los equipos fuertes de Europa.

John Pinilla destaca la calidad del futsal colombiano, pero recomienda acelerar su proceso con muchos certámenes nacionales e internacionales para aprovechar la ayuda que en este momento brinda la Fifa. Aunque es consciente de que acá falta mucho para llegar a la profesionalización del fútbol sala que caracteriza a los europeos, cree que si se mantiene el trabajo con los semilleros y los directivos del fútbol de salón y fútbol sala se unen se le sacará mejor provecho al talento que se aprecia en los diferentes coliseos y placas deportivas del país.

"Estoy feliz porque el fútbol sala es mi vida, es lo que sé hacer y me pagan bien por jugarlo. En Italia el nivel es alto, los equipos son muy bien conformados y si los directivos se proponen este país puede ser potencia mundial como lo fuimos en el fútbol de salón. Mientras eso acontece yo seguiré representando bien a Colombia y trataré de ser ejemplo para las futuras generaciones, en especial de mi hermano menor que ya comenzó a jugar este deporte y hace parte de las selecciones de Bogotá", finalizó John Pinilla Cubillos, la figura de las pasadas Fiestas del Retorno del municipio de El Santuario.

John fue el chacho en El Santuario
Sin falta, cada comienzo de año John Pinilla participa en las Fiestas del Retorno de El Santuario. Allí siempre tiene la oportunidad de saludar a sus amigos y de deleitar a los del Oriente paisa con sus progresos en la liga italiana. Este año no fue la excepción y consiguió el cuarto título consecutivo en fútbol de salón con el equipo Comercializadora Seúl, el mismo que refuerza en cada edición el empresario Uriel Duque, un gomoso de este deporte en el departamento y responsable de que en el certamen haya participado la Selección de Venezuela y otros 10 quintetos.

Además de John Pinilla, Luis Salcedo y Álex Hernández, bogotanos campeones que militan en Italia, en El Santuario también resultó ganador River Plate de Bello en la Copa Juan Manuel Gómez de fútbol.