Histórico

Hace 80 años se libró la guerra Colombia - Perú

Un conflicto por un territorio amazónico propicio para explotar el caucho, obligó a Colombia a fortalecer su Fuerza Aérea.

31 de agosto de 2012

La selva vasta e implacable que rige la existencia de los caucheros amazónicos y que talló en la memoria del país José Eustasio Rivera en su libro La Vorágine, se unió al sueño de la Gran Colombia de Simón Bolívar para desembocar en una guerra entre vecinos que hoy hace 80 años: la guerra colombo-peruana.

Fue un contingente de 200 soldados peruanos, acompañado por unos 50 ciudadanos, el que llegó a Leticia desde Chimbote y sometió a una veintena de policías, mal armados y desprevenidos, que ejercían soberanía en esa zona fronteriza el primero de septiembre de 1932.

Con este acto, las tropas peruanas violaron el Tratado de Límites y Navegación Salomón-Lozano suscrito entre los dos Estados el 24 de marzo de 1922.

Para ese entonces, la Fuerza Aérea Colombiana tenía tan sólo 16 viejos aviones, 15 de ellos de entrenamiento, y el único refuerzo a la seguridad fronteriza se había hecho dos años antes, mediante el envío de unos 120 hombres y algunas lanchas rudimentarias para patrullar el río.

Tras la invasión, el Gobierno de Colombia, dirigido por Enrique Olaya Herrera, aunque menguado de recursos, recibió apoyo económico del pueblo lo que le permitió fortalecer a las Fuerzas Militares, con armamento, especialmente aviones que llegaron en tiempo récord desde E.U.

Los intereses económicos que llevaron al choque entre ambas naciones tuvieron que ver con el potencial de esas tierras ribereñas para la explotación del caucho.

Los escasos combates se libraron en un mundo de soledades, perdido en selvas intransitables, colmadas por ejércitos de mosquitos, fieras, bravos ríos y puntos que demarcaban uno y otro territorio. Aunque la guerra se prolongó por varios meses, las crónicas no dan cuenta de más de 24 soldados muertos en ambos bandos.

Fueron protagonistas aviadores nacionales y mercenarios que bombardearon y ametrallaron posiciones peruanas desde los viejos aviones con que contaban las FAC y los nuevos Fokker adquiridos en E.U.

El fin de la guerra comenzó a vivirse el 30 de abril de 1933, cuando es asesinado, por uno de sus compatriotas, el presidente peruano Luis Miguel Sánchez Cerro, al salir del Hipódromo de Santa Beatríz en Lima donde acudió a la despedida de 25.000 soldados que se iban a movilizar al teatro de operaciones.

Su sucesor, el general Óscar Benavides , amigo del electo Presidente colombiano Alfonso López Pumarejo , jefe del Partido Liberal colombiano, se reunió con él 15 días después en Lima.

Perú acepta entregar Leticia a una comisión de la Sociedad de Naciones. De igual forma, Colombia entregó al Perú la guarnición de Güepí y la Isla Chavaco 30 días después de la firma del cese de hostilidades.