El efímero reinado de los “duros” de Fabricato
Los mayores accionistas de la textilera están acosados por deudas e iliquidez. Habrá sustitución forzosa de propietarios.
Alfonso Manrique, el sexto socio de mayor peso en Fabricato, afirma que perdió con la crisis de Interbolsa una suma "monstruosa" de 80.000 millones de pesos, equivalentes al 80 por ciento de su patrimonio. Por ello, y aunque quisiera, no podrá honrar los 28.000 millones de pesos que hoy tiene en repos de esta firma antioqueña, un mensaje que convierte de manera anticipada a sus acreedores en dueños forzosos de la textilera situada en el municipio de Bello, Antioquia.
El presunto culpable de su desgracia es Alessandro Corridori, quien era el mandante de su robusto portafolio de inversiones y a quien denunció penalmente ante la Fiscalía por, según afirma, haber escaneado y falsificado su firma para saquearle sus cuentas.
Manrique anota que a mediados de 2011 no poseía ni un repo de Fabricato, pero que con la liquidación de la comisionista de bolsa de Interbolsa "amanecí con 28.000 millones de pesos en repos".
Relata que comenzó adquiriendo 100 millones de acciones de la textilera y llegó a poseer 1.000 millones. En su concepto, Interbolsa aprovechó el tema de Fabricato y los repos para tender una cortina de humo sobre las verdaderas razones de la quiebra del grupo empresarial. "Con eso se disimularon todas las barbaridades que se cometieron. Esa era como una tienda, pero concentraba el 30 por ciento del mercado bursátil. Yo fui una de las principales víctimas y no un victimario, como quedó confirmado en la Fiscalía, donde no me citaron a indagatoria, sino a una declaración juramentada. Pasé de acusado a acusador".
Otros cuatro grandes propietarios de Fabricato también tienen qué vérselas con críticas situaciones financieras.
El accionista líder es Alessandro Corridori. De un total de 9.201 millones de acciones en circulación de la productora de telas, el italiano es dueño del 17,21 por ciento. Sin embargo, de cada 100 acciones que tiene, 68,5 están comprometidas en operaciones repo, o sea que prestó plata y garantizó el pago con esos mismos títulos.
¿Tendrá con qué pagar?
No parece, a juzgar por los millonarios líos que tiene con tres de sus financistas que, coincidencialmente, también son socios de Fabricato.
Interbolsa, por ejemplo, tiene el 2,54 por ciento de la textilera y Corridori le debe a esa colapsada organización 86.598 millones de pesos. De dicha suma, 15.304 millones están en cabeza de Invertácticas, la sociedad del mismo italiano que aparece con el 9,37 por ciento de Fabricato.
Abogados como Jaime Granados Peña han denunciado ante la Fiscalía que con este tipo de operaciones Corridori financió las maniobras presuntamente especulativas para elevar el precio de la acción de Fabricato. Lo hizo con "la cédula", porque tanto para los créditos de Interbolsa, como del Fondo Premium no dio garantías reales.
En teoría, Corridori tiene con qué pagarles a sus acreedores, porque Invertácticas, de su propiedad, registra activos por 165.440 millones de pesos.
Sin embargo, a Interbolsa no le ha pagado. Tampoco a Rentafolio Bursátil y Financiero, otro socio de Fabricato, que maneja en activos 62.921 millones de pesos, de los cuales el 54 por ciento proviene de la valorización de inversiones, siendo la más importante la que alcanzó con la textilera.
Rentafolio le prestó 10.512 millones de pesos a Invertácticas, de Corridori y, según la Supersociedades, el italiano debe intereses y sus cuentas son clasificadas como de difícil cobro, pues las garantías son personales y no reales.
Tampoco canceló
El modelo se reprodujo, tal cual, en su relación crediticia con Valores Incorporados, otro socio de Fabricato, que tiene el 6,33 por ciento de las acciones. Sus activos ascienden a 271.635 millones de pesos y dentro de las inversiones aparecen en acciones de la textilera 55.566 millones de pesos.
El caso es que Corridori e Invertácticas le deben a Valores Incorporados más de 37.879 millones, más 10.123 millones de pesos por concepto de intereses. La Supersociedades afirma que este cliente no amortizó tales créditos durante los años 2011 y 2012; el prestamista no hizo las debidas provisiones para cubrir ese incumplimiento ni ejecutó las garantías, consistentes en una prenda de acciones de Fabricato.
La anterior historia aterriza las expectativas de quienes prestaron plata y les dieron como garantía acciones de Fabricato, o sea los famosos repos, cuyo valor supera los 320.000 millones de pesos.
Alfonso Manrique, ahora como víctima, se declara optimista con respecto al futuro de Fabricato. Confía en que la organización saldrá bien librada de la crisis de Interbolsa. Su pálpito es que el valor intrínseco de la acción es del orden de 70 pesos, en buena medida sustentado por sus atractivos terrenos y por la planta de generación de energía eléctrica. Por tanto, añade, quienes se queden con sus repos no perderían plata.
La suerte que le augura a la empresa no es extensiva al precio de la acción. Aunque no es un brujo, dice, se imagina que no será tan buena. Con la experiencia que como accionista acumuló en los últimos cuatro años, Manrique afirma que fue falsa la noticia que se le dio al mercado, en el sentido de que el Grupo GEM (Global Emerging Market Limited) había comprado cerca del 20 por ciento de Fabricato a las firmas Valores Incorporados, Rentafolio Bursátil y Financiero y P.Y.P Investment, en un negocio que se cantó por 133.000 millones de pesos.
Para Manrique, si a la textilera hubiera entrado un inversionista con ese perfil es probable que Fabricato hubiera iniciado el camino hacia su extinción. La cosa sería distinta si el socio estratégico fuera del estilo de Vicunha, que a través de la firma antioqueña podría aprovechar el tratado de libre comercio con Estados Unidos.