El ciclomontañismo puso verraquera
LAURA ABRIL Y Héctor Leonardo Páez hicieron valer la localía para ganar las de oro del campo traviesa. Festival criollo en el ciclismo con 26 oros ganados de 28 posibles.
El mayor triunfo de Héctor Leonardo fue haberle podido entregar la medalla de oro a toda su familia que lo acompañaba en el Cerro Nutibara.
Esa patota de diez personas había venido desde Ciénega, en Boyacá, para acompañar los esfuerzos del campeón mundial de ciclomontañismo de fondo, quien brindó un verdadero recital frente a recios rivales de Brasil y Argentina.
Páez llegó desde Europa para ganar; para darle otro impulso al ciclismo de Colombia en los Juegos Suramericanos que se llevó 26 de 28 medallas de oro posibles en todas las modalidades de la bicicleta.
Los tíos, los padres y hasta el compadre estaban en la pista con su humilde presencia. Boyacenses genuinos que gozaron a rabiar con este éxito del muchacho que por gracia del deporte se les fue a vivir a Italia "hace rato".
Leo, de comienzo a fin, en la punta, con la fiera resistencia del brasileño Valeriano Rubens, tan duro como el acero, y la acechanza del argentino Catriel Soto, quien finalmente perdió ante el porfiado antioqueño Fabio Castañeda, quien por poco vomita sobre la máquina debido al intenso sol y el cambio de ambiente, pues horas antes había llegado de Italia. "Al principio fue una carrera táctica y después me acomodé en el recorrido que tuvo tanta gente dándonos apoyo. La idea era no dejarnos vencer ante tanta resistencia, sobre todo del brasileño Rubens", dijo Páez después de casi dos horas para cumplir con los 40 kilómetros disputados en la pista del Cerro Nutibara, donde el público lo alentó bajo ese sol de justicia.
Y no menos fue la prueba de las damas, en la que la vallecaucana Laura Abril sacó a relucir su casta, esa que la llevó a ser campeona mundial junior en Italia.
"Yo quería ir paso a paso en mi deporte. Esto se lo agradezco a mi técnico Andrea Bianco, quien me llevó a Europa y que sé me volverá a llevar allí", anotó la mundialista que desde el vamos tomó vuelo y ventaja frente a la chilena María Elisa García Jaramillo, quien fue dura oponente.
"Le doy gracias a Dios por estar aquí frente a un público maravilloso que me alentó siempre. Sé que tenía que ir a mi paso, porque la pista y el calor podrían cobrar el esfuerzo", anotó pletórica la corredora de 41 años que se salvó de morir en el tsunami que azotó la costa austral.
"Yo estaba con mi familia en la sexta región, en Pichilemu. El temblor era tan duro que uno no se podía tener en pie. Como pudimos subimos a los carros y vimos que el mar se recogía. Minutos después vimos en un alto cómo las olas acababan con todo", comentó compungida la corredora austral madre de Martina y Claus, quien al igual que Héctor Leonardo se batió en la pista.