¿Cuál servicio al cliente?
Dentro de las múltiples agresiones que sufre a diario el ciudadano del común, está la falta de respuesta de muchos de los pomposos -pero estériles- departamentos de "Servicio al Cliente". Concepto éste que ha dado lugar al desarrollo de una floreciente actividad de conferencistas, asesores, promotores y autores de libros: "Primero el cliente", "el cliente es el rey", etc. Los medios de comunicación recibimos, a diario, testimonios de gente desesperada ante la perpetua -con perdón- "mamadera de gallo" de estos departamentos y sus "asesores".
Una llamada al servicio al cliente de, pongamos por ejemplo, un banco, puede tardar, fácilmente, 45 minutos, de los cuales 40 pueden ser oyendo melodías, mientras la reclamación se pierde en un laberinto infinito de consultas con "el superior". Pareciera que la estrategia es agotar al cliente para que se canse y al final no reclame. Tantos millones que gastan estas empresas en capacitar a su gente para que respeten al cliente -que es su razón de ser- y éste termina siendo ignorado, cuando no vapuleado con trámites interminables.