Camila se lució con su concierto en Bogotá

Por dos horas un canto casi celestial se escuchó en el Coliseo el Campín. Con un juego de sombras empezó a las 8:00 de la noche de este miércoles el show de Camila. Las siluetas de Mario, Pablo y Samo, que se visualizaron tras un telón, dieron inicio a una noche mágica en Bogotá.

No se reservaron nada. En cuestión de segundos se sintió la fuerza y la aceptación de su música con la interpretación de Mientes . Este desgarrador tema fue el abrebocas y el anuncio de que Camila dejaría el alma en el escenario, ante cerca de 10 mil personas que minutos antes habían visto a la cantante colombiana Naëla.

En rueda de prensa durante esta semana, los integrantes de Camila desmintieron las versiones sobre la supuesta disolución del grupo. Al contrario, se declararon más unidos que nunca y entregados por completo a un proyecto musical que nació con humildad y que así han logrado mantener.

"No tenemos contemplada una separación. Estamos gozando una oportunidad maravillosa como grupo (?) Somos una banda más amarrada ahora. Samo y yo cantamos muy amarrados, casi sin miramos", advirtió Mario, quien aplaude el sonido más evolucionado e intenso que adquirieron.

Para la primera parte del concierto, los tres optaron por un vestuario rojo y negro. Con el paso de los temas se despojaron de prendas y cambiaron de sombreros y camisetas. Cada integrante en solitario brilló, y como grupo fueron un volcán cargado de melancolía, amor y sensibilidad. Con la compañía de un cuarteto de cuerdas, un bajo y una batería, esta agrupación mexicana probó que su éxito no es casualidad. Son virtuosos y el sonido de su música en vivo dio fe de ello.

Fueron grandes en el escenario, pese a la poca justicia que les hizo por momentos la acústica del Coliseo El Campín. Los pasajes más sublimes del show corrieron por cuenta de canciones como Todo cambió, Abrázame, Entre tus alasy Bésame . Con crudeza le cantaron durante dos horas al amor perfecto y correspondido, a la falsedad, a la pasión, a la traición y al desamor.

En un primer impulso, Mario abandonó su piano para besar suelo colombiano y corresponder a la entrega del público. Soltó la frase "de qué serviría la vida si no puedo estar ante un público como Colombia", así le dio paso al tema De qué me sirve la vida. La dulzura de sus voces tocaron cada fibra de los asistentes y las letras crearon una complicidad en el ambiente.

Este trío fue un libro abierto. A título personal, los tres entregaron detalles de sus vidas y evocaron momentos de desahogo en los que con una hoja y un papel convirtieron en canciones sus victorias o derrotas, su alegría o su dolor.

Dejarte de amar, Hazte a un lado pero yay De mí , fueron combustible para que el show siguiera en ascenso. Las cuatro pantallas gigantes, un poderoso juego de luces y los videos proyectados fueron un polvo mágico para condimentar sus baladas pop.

Un número especial constituyó la interpretación de éxitos que Mario compuso a otros artistas. Para despedir a Bogotá, Camila guardó lo mejor. Aléjate de mí, Sólo para tiy Coleccionista de canciones fueron, sin duda, el clímax. Papeles picados plateados cayeron para decir que su show había terminado.