Arias llegó como gacela a la Selección Colombia
Santiago, lateral del PSV de Holanda, se inició en los semilleros del colegio Calasanz, fue atleta, salonista y de chico lució como un atacante efectivo.
El deporte siempre ha sido la razón de ser de Santiago Arias Naranjo. Primero fue atleta, luego salonista y más tarde futbolista.
Gracias a las dos primeras actividades, lo reconoce su madre Mónica Naranjo, adquirió tres cualidades fundamentales para triunfar en el balompié: técnica, disciplina y velocidad.
Su mamá, la misma que tuvo un jardín infantil durante 20 años, no olvida que en el colegio Calasanz, donde era mejor deportista que estudiante, "le decían la Gacela", porque siempre era el primero en las pruebas de 50 y 100 metros en interclases o intercolegiados.
Motivado por el respaldo de su padre Raúl, extrabajador de Tejicóndor que lo acompañó hasta que la muerte los separó hace cuatro años, Santiago se propuso aprovechar su resistencia y rapidez en el colegio, con el que participó en el Ponyfútbol.
Doña Mónica, quien hace poco llegó de Holanda con su hija Tatiana, chicanea diciendo que Santiago era sinónimo de goles en su niñez, etapa en la que la timidez lo identificaba en el barrio La América.
Sin embargo, cuando pasó a las selecciones de Antioquia el primo de Andrés Pérez (chico que jugó el pasado Pony con Copacabana), probó de lateral derecho para no quedarse sin jugar, porque "tenía ocho delanteros para competir por su puesto", sin pensar que esa posición lo proyectaría en las selecciones de Colombia y lo tendría soñando con un puesto para el Mundial de Brasil-2014.
Le sobra personalidad
A Ceferino García no le quedó difícil identificar al máximo artillero de los semilleros del Calasanz cuando empezó a trabajar en el Departamento de Deportes de la institución. Haber sido compañero de trabajo de don Raúl le facilitó el acercamiento con Santiago, a quien le propuso conformar el club Alexis García.
Sus progresos fueron tan evidentes y rápidos que Santiago fue convocado para el combinado patrio que fue cuarto en el Mundial Prejuvenil de Nigeria-2009.
A partir de ahí, cuenta Ceferino, arrancó la consagración del jugador antioqueño definido por su mamá como "un muchacho casero, dedicado al deporte y querido por la afición de Holanda, donde aprendió bien inglés para relacionarse mejor".
Gracias a sus progresos, Arias llegó a Equidad Seguros en 2009, donde el entrenador Alexis García lo pulió como lateral, recuerda Ceferino, al apreciar que "tenía velocidad, técnica y resistencia para subir y bajar con facilidad".
Las casi dos temporadas con el Equidad, los mundiales de menores y la personalidad en la cancha llevaron a la Gacela Arias al Sporting de Portugal y luego al PSV Eindhoven de Holanda, donde se ha convertido en referente.
Ceferino García, su gran tutor desde Calasanz, es un convencido de que la formación integral de la casa "no solo le sirvió para superar el golpe de la muerte de su papá cuando apenas empezaba en Equidad, sino que ha sido clave para consolidarse en Europa y ganarse un puesto en la Selección porque, así Camilo Zúñiga esté disponible, Santiago jugará por todo lo que ofrece en la cancha".
Si la titular para el debut del 14 de junio ante Grecia la tuvieran que entregar hoy seguramente Santiago la lideraría. Sin embargo, eso es lo que menos le preocupa a este antioqueño de 22 años de edad.
Tiene mucho futuro. "Hice realidad mi sueño de jugar la Eliminatoria con la Selección de mayores y si no me llevan a Brasil, igual estaré feliz y haciéndoles fuerza a mis compañeros, porque esta es una linda familia que lo da todo por el país"