Histórico

Arde pebetero de Juegos

EN UN RITUAL para no olvidar el Fuego ilumina desde ayer los Suramericanos con su llegada al Olaya Herrera y el Cerro Nutibara.

03 de marzo de 2010

Un tapete rojo convirtió, por una hora, el aeropuerto Olaya Herrera en una pasarela.Sólo que en esta ocasión no desfilaron por la alfombra las luminarias al mejor estilo de Hollywood, sino los portadores del Fuego Suramericano.

Por una calle de honor, rendida por los agentes de la Policía izando las banderas de los países participantes y al son de tres bandas marciales, el alcalde de Medellín, Alonso Salazar, trajo de Bolivia uno de los símbolos de las justas que serán inauguradas el 19 de marzo.

Los responsables, aunque se consideraron "los privilegiados" por recibir la Antorcha que simboliza la unión y la lucha por la perfección y la victoria, fueron la tiradora Natalia Sánchez y el clavadista Víctor Hugo Ortega.

Apenas la Llama descendió de la avioneta 5055 de la Fuerza Aérea Colombiana, portada por el Alcalde, y les fue entregada, al final del tapete rojo, fueron ellos los encargados de prender los Juegos Suramericanos con un ritual que invitó a soñar con un florido recorrido que culminó en el Cerro Nutibara.

Antes de recibirla, Natalia se notó nerviosa, pero luego lució feliz. "Portar este Fuego me genera compromiso y satisfacción; ojalá todos pudiéramos vivir esta experiencia".

Esas palabras contagiaron de alegría a su compañero de faena, Víctor Ortega, quien en la caravana se vio muy emocionado con los aplausos del público.

"Es un honor ser elegido para portar la Llama en su llegada a Medellín, ya que esto significa que ya arrancaron los Juegos".

Y eso se notó en el recorrido entre el aeropuerto y el Pueblito Paisa. Desde la salida hasta al final, aunque en el barrio Antioquia los estudiantes, grupos de la tercera edad y residentes, se sobraron con su entusiasmo. Allí se sintió la gran aceptación del certamen que le cambiará la historia deportiva a Medellín y Antioquia.

Ya en la subida al Cerro Nutibara, los carabineros, ubicaos a lado y lado del sinuoso camino, los voluntarios engalanando el trazado y una multitud emocionada con la luz de esperanza que desprendía la Antorcha, la alegre caravana cumplió con el último tramo.

Allí, donde esperaba ansioso John Jairo Bernal, un vendedor convencido de que "ver esto es un privilegio para los antioqueños por las cosas buenas que viviremos", llegó el momento histórico.

Natalia y Víctor encendieron el pebetero y fue ahí cuando Alicia Vargas, la directora de las justas, motivó a la multitud con la frase "juguémonos los Juegos".

El ánimo del público fue aprovechado por el alcalde Salazar para ponerle fin a la ceremonia con "hay que hacer que este Fuego se expanda para que todos vibremos con los Juegos Suramericanos que ya estamos viviendo" y que prenderán durante estos días a Medellín y todo el departamento de Antioquia.