A mano y cargados de detalle
Aunque la economía golpea, los carros hechos a mano son un lujo que sobrevive en el mundo.
Si los carros siempre han sido utilizados como símbolo de poderío social, el hecho de tener uno artesanal hace que no sólo sea un producto que marque la diferencia, sino que es un vehículo capaz de situar a su propietario en un nivel de exclusividad que, pese a lo que se piensa, no es tan inalcanzable como puede parecer.
En el sector del motor es posible encontrar casos de pequeñas fábricas que cuidan con mimo cada componente de un vehículo.
Algunos ejemplos
"Carros especiales para gente especial". Con esta consigna, la empresa Hurtan se da a conocer al mundo. La historia de esta compañía familiar se remonta a 1969, fecha en la que su fundador, Juan Hurtado, crea el primer prototipo Hurtan, aunque no será hasta 1996 cuando se termina el primer Hurtan T2.
"Crear Hurtan ha sido una cosa de sentimientos, hemos hecho el coche que nos gusta porque, tal y como está el mercado, es complicado competir, por eso fue levantar una fábrica pequeña con unos planteamientos de producto específico", relata Juan Ignacio Hurtado, hijo del fundador y miembro de la dirección actual.
Los Hurtan suelen gustar, tal y como hace referencia Hurtado, a gente de unos "40 a 60" años de poder adquisitivo "medio alto y alto".
"Se trata de personas -puntualiza- que quieren tener un vehículo exclusivo, utilizarlo para tema de ocio como diferenciador social, pero a la vez no quiere gastarse una gran fortuna".
Los precios de estos vehículos, según modelo y "caprichos" de su futuro propietario pueden oscilar entre los 110 y los 140 millones de pesos (US$59.000 a US$73.000)
Debido a su estética, parecida a firmas clásicas como la británica Roll Royce, los Hurtan gustan también a los "amantes de lo clásico" que no quieren hacerse "esclavos" del coche, como destaca el directivo, pero quieren tener algo "distinto".
"Personalizamos el auto ciento por ciento al gusto del cliente, manteniendo unos estándares propio de diseño que nos hace estar al nivel de los fabricantes de los vehículos de lujo como Bentlety, Lamborghini, dentro de los parámetros de nuestra empresa", afirma.
Y aunque su base está en Europa, la crisis de la economía de la zona ya hace que la empresa busque nuevos mercados y clientes con gusto y bolsillo para satisfacer su pasión por coches muy personales.
Hurtan están viajando a Emiratos Árabes, China o Rusia. Incluso países como Brasil y Argentina podrían ver cómo los Hurtan empiezan a circular por sus carreteras.
Otra de las casas que ha desarrollado su línea de autos hechos a mano y sobre pedido es Advance Desing Tramontana, pese a, al igual que Hurtan, no ser muy conocida, vende sus vehículos a personas de todo el mundo que se han dejado embrujar por su construcción artesanal pero con alta tecnología y materiales avanzados.
Tras pasar múltiples test de calidad y técnica, los Tramontana han sido clasificados en la categoría de "supercar" y su primer coche fue vendido en 2010. La filosofía de estos vehículos, cuya producción es tan reducida que roza las 12 unidades al año, es transmitir la idea de que se trata de una "joya preciosa".
En la actualidad existen tres modelos de Tramontana, nacidos a raíz del primer modelo de origen llamado Tramontana S: el segundo modelo el Tramontana R, con un motor V-12 biturbo de 5.5 litros y hasta 720 caballos; y el último modelo, el Tramontana X-TR, con un motor V12 y 888 caballos, que se empezó a comercializar este año.
En cuanto a sus precios, tratándose de coches a medio camino entre los Fórmula 1, por su carcaza aerodinámica y su potencia capaz de pasar de 0 a 100 kilómetros por hora en menos de 4 segundos, y los vehículos más lujosos del mundo, la chequera deberá firmarse desde los mil millones de pesos, dependiendo de los componentes extras y la personalización que cada comprador elija