El giro de Surface para su segunda temporada

Es un thriller psicológico, de esos que tras finalizar cada capítulo puede dejar a los espectadores tan perturbados como confundidos. La primera temporada recibió algunas críticas negativas, pero Surface, en español Apariencias, traía una historia bastante interesante que básicamente intentaba resolver quien era Sophie, papel interpretado por Gugu Mbatha-Raw, una mujer que tras un accidente, despierta sin ni siquiera recordar sus secretos.

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La primera temporada quedó en punta, como si la posibilidad de una segunda entrega fuera posible y así lo hicieron. Lo particular es que ahora la historia de Sophie sigue, pero ambientada en un mundo completamente nuevo, lejos de San Francisco y ahora en Londres y con una nueva identidad, lo que le da Surface un aire de transformación porque además ella tiene que desentrañar más recuerdos olvidados: “Sophie sigue las pocas pistas que tiene, utilizando sus vastos recursos robados para insertarse en la sociedad británica de élite y descubrir una posible conexión con una hermosa heredera. Pero todo cambia cuando un periodista la contacta de la nada, y Sophie se da cuenta de que estaban trabajando juntos para exponer un escándalo impactante sobre las personas peligrosas con las que ahora se ha vuelto cercana”, dice la reseña.

Surface estrenó su primer capítulo de esta nueva entrega el 21 de febrero e irá, con un episodio semanal, hasta el 11 de abril.

EL COLOMBIANO estuvo conversando con varios de sus protagonitas, Gugu Mbatha-Raw, Oliver Jackson-Cohen y Millie Brady.

Los personajes de Surface son bastante complejos, a nivel personal que opinan de esa constante duda de uno mismo, del deseo de descubrir la verdad o de si preferirían una vida más tranquila y estable que las de sus personajes...

Millie Brady: “Por mi parte si prefiero una vida más tranquila. El personaje de Gugu, Sophie, ha tenido que administrar no solo mucha información sino también mucho trabajo y para eso yo no estoy hecha”.

Gugu Mbatha-Raw: “Para Sophie, lo que también es diferente en esta temporada, es que todo es muy personal. Se trata de su identidad, su madre y su sentido de la justicia. Así que, como persona, obviamente, me pregunto dónde conectamos Sophie y yo, y dónde están los límites, pero entiendo esa necesidad de saber más sobre tus padres. Creo que si no supieras sobre tus antecedentes o si sintieras que te identificabas con tu historia familiar, se pueden llegar a extremos como ocurre en la serie en la serie, pero creo que todos quieren sentirse conectados con su familia, como si pertenecieran a algún lugar. Así que es algo que entiendo”.

Oliver Jackson-Cohen: “Siempre he pensado que en el personaje de Sophie hay mucha valentía, ese ahínco por encontrar la verdad, sin importar cuánto cueste o lo doloroso que sea. Eso, creo, es algo muy universal”.

En esta nueva temporada la acción se traslada de Estados Unidos a Inglaterra y cambia completamente de perspectiva...

Oliver Jackson-Cohen: “Lo interesante es que esta segunda temporada es muy propulsiva y se mueve, ha tomado la claustrofobia que experimentamos en la primera entrega con un ritmo más lento y el desenlace lento y lo ha cambiado por completo y ha cambiado completamente de ubicación, ha introducido personajes nuevos, el mundo se ha vuelto, supongo, mucho más peligroso, hay mucho más en juego”.

Gugu, su personaje, después de tanto tiempo, tiene la misma sensación de sorpresa. En esta temporada encuentra su identidad, se llama Tess, aunque aún sea Sophie para algunos, pero aún sigue sin recordar muchas cosas...

Gugu Mbatha-Raw: “Sí, y esa es la cuestión, siempre ha sido muy divertido interpretarla y aunque Sophie tiene una misión, todavía está reconstruyendo el misterio de su propia vida, llega un periodista que deja estas pistas para ella y su antiguo yo, pero luego sigue entrando al vestíbulo de su antiguo edificio de apartamentos y el portero la reconoce, pero ella no y hay esos pequeños y constantes momentos de detalle en los que debe tener una cara de póquer y mucho coraje para entrar en estos escenarios, integrarse en esta familia aristocrática, casi como un personaje encubierto.

Fue todo un reto interpretarla, pero bastante divertido y a veces tenía que reunirme con Veronica West (su creadora) y preguntarle si ella recordaba esto o aquello porque lo que no recuerdas a veces es como una especie de alucinación, pero esa es la encantadora complejidad del programa que luego cuando tiene flashbacks o cuando más adelante ella tiene estos recuerdos lúcidos, es como si las piezas del rompecabezas finalmente se unieran y es realmente satisfactorio”.