La mala relación de Riaño con Juanpis
El comediante sigue generando contenidos desde su casa. Está estrenando plataforma web. No quiere ser como su personaje.
Periodista, apasionado por el cine, la televisión y el fútbol. Egresado de la U. de A, y envigadeño de nacimiento y residencia.
A Alejandro Riaño no le cae nada bien Juanpis González, el gomelo personaje con el que desde 2018 ha recorrido teatros en el país y por fuera. De Juanpis dice que difiere en casi todos sus pensamientos, “él es todo lo que yo no quiero ser. Es un ser que vive de la apariencia, es machista, clasista, racista, xenófobo y homófobo”.
Reitera que la intención del personaje es mostrar eso que las personas no deben ser y que afortunadamente el público lo ha entendido.
Sobre estos días de cuarentena comenta que Juanpis la está pasando muy mal, porque le está tocando lavar, planchar y cocinar, “y él no sabe ni hacer un huevo”.
Aislamiento
El comediante y actor bogotano, de 34 años, que se formó en el genero de Stand Up Comedy, ajustó su tercera semana en la casa, como parte de la prevención por el coronavirus.
Pese a las dificultades –le tocó aplazar y, en algunos casos cancelar, 57 presentaciones por Europa, Estados Unidos y Colombia que tenía programadas y firmadas con teatros separados y ya pagados– disfruta de este momento en familia.
Reconoce que esto le llegó en el momento justo, porque venía de un trajín de más de 18 meses con funciones martes y jueves en el teatro, giras y grabaciones que solo le dejaban libre el día domingo.
“Estábamos muy acelerados, ahora estamos replanteando este trabajo y la forma de vida que se viene, porque todo va a cambiar”, pronuncia desde su apartamento, por estos días acondicionado como oficina y estudio de grabación, desde donde sigue generando contenidos.
Sigue trabajando
Estas semanas en la casa, al lado de su pequeña hija de un año y siete meses de nacida, y su esposa, no solo le han permitido recuperar el tiempo al lado de ellas, sino redescubrir espacios y pasiones. “Ahora disfruto sentarme en la terraza con un café y ver el atardecer y jugar con los perros”.
Pese a estos cambios de rutina aclara que ahora está trabajando con un ritmo muy intenso, se le han duplicado las reuniones virtuales, a la vez que la tocado hacer solo la producción de sus contenidos visuales.
“Ha sido el doble de trabajo, me toca grabarme en el estudio, parar y mirar cómo va quedando y volver a grabar, mandar el material, editar a distancia. Es algo complicado, pero tengo un equipo maravilloso, muy comprometido, todos ponen su granito de arena”.
Pese al cese de actividades públicas, en su empresa Riaño Comunicaciones todos los empleados siguen laborando. Su intención es “apoyarnos hasta el final, en las buenas y en las malas, que todos conserven sus empleos. Las épocas de crisis siempre traen algo positivo, hay que verlo de esa manera, hay que reinventarse, pensar con cabeza fría y tranquilidad y prepararse para el futuro”.
A diferencia de Juanpis, sin los lujos y extravagencias del gomelo rolo, Riaño sigue trabajando, generando contenidos, con la idea de darle a la gente momentos de alegría en circunstancias tan complejas como las actuales.