El marketing político encarnado por Duque
En las filas del uribismo dudaban de su candidatura, hoy es una sorpresa que mezcla carisma y tradición.
Politólogo de la Universidad Nacional, Periodista de la Universidad de Antioquia y maestrando en Gobierno de la Universidad de Medellín. Tratar de entender e interpretar el poder, un reto.
Max Weber (1.864-1920), filósofo y politólogo alemán, teorizó sobre tres tipos de liderazgo: el carismático, el tradicional y el legal. La mezcla de los tres explica por qué, un joven tecnócratata, que tuvo su epifanía electoral hace solo cuatro años, es hoy el más opcionado, según las encuestas, para ser el nuevo presidente de Colombia.
Su partido y sus seguidores le atribuyen condiciones superiores a las de otros dirigentes, morales y académicas. También es un heredero del poder, porque recoge las principales banderas del expresidente Álvaro Uribe y, además, a través de métodos democráticos, ha escalado, en parte, gracias a su experticia en economía y derecho.
Aparte de esto, según Carlos Arias, docente de la Maestría en Comunicación Política de la U. Externado, Duque, quien no tiene asesores internacionales, es el marketing político hecho carne, está vestido para eso. Todas sus acciones están encaminadas en lograr aceptación, incluso de quienes hasta último momento lo descartaban por su juventud y por su padrinazgo.
“Su apariencia física es agradable y armoniosa, pero eso no significa que lo haga más creíble. Es el candidato que cualquier asesor en marketing político quisiera tener. Hace magia, domina la pelota, toca guitarra y tambor, baila bien, canta, sabe de música, de fútbol, de arte, de literatura, de historia, y juega hasta tejo”.
Arias agregó que Duque siempre está tratando de generar empatía o familiaridad con sus interlocutores y con los periodistas, pues busca conexión del pasado, entorno o contexto que los identifique.
Estrategia final
Ni en el discurso de la victoria en primera vuelta ni en sus recorridos finales estuvo acompañado por Uribe ni los dirigentes políticos que lo respaldan. Su prioridad fue el contacto ciudadano y darle visibilidad a su familia
Política online
Según Juan Sebastián Delgado, consultor en marketing político Digital, Duque tuvo una campaña en redes muy similar a la de su contendor, en cuanto a las macrotemáticas (propuestas, plaza pública y agenda), no obstante, agregó que se diferenció en usar un lenguaje más propositivo y humilde. “Nunca se le vio atacando a sus contricantes y, en el último tramo, mucho menos”. Delgado afirmó que donde más creció y mejores resultados tuvo fue en Facebook, en cuanto a indicadores como interacciones y reacciones. “La campaña tuvo cuentas que funcionaron como una especie de sparring (con quien uno se entrena), por llamarlo así, que generaban polémica y discusión en lugar de él, como las intervenciones del expresidente Uribe, quien fue el que se encargó de combatir a los opositores. Sus contenidos, como los de Petro, iban solo para la gente ya fidelizada y no para los amigos de los seguidores. Fallaron ambos”.
Profesión
Abogado U. Sergio Arboleda, máster de American University y de Georgetown University.
Lugar de nacimiento
Bogotá, distrito capital.
Cargos públicos
-Senador de la República de Colombia 2014-2018.
-Consejero Principal de la Dirección Ejecutiva para Colombia, Perú y Ecuador en el Banco Interameriano de Desarrollo.
-Jefe de la División de Cultura, Creatividad y Solidaridad (2001-2013).
-Asesor en el Ministerio de Hacienda (2000-2001).
-Consultor en la Corporación Andina de Fomento (1999).
Uso de manos
Siendo un hombre más de palabra y datos, que de gestos, el lenguaje corporal mejoró en el transcurso de la campaña, según Nury Gómez, politóloga y máster en Imagen Pública. Agregó que el ademán habitual del candidato para señalar es puño cerrado y dedo indicativo que acentúa directamente (señalar, poner “dedo en la llaga”). “Otro gesto dominante es la unión de las manos abiertas que sirve para indicar posibilidades, pero que denota inseguridad ya que es una posición entrenada y no es natural”. Carlos Arias, docente de Comunicación Política de la U. Externado, afirmó que Duque transmite seguridad con el movimiento de sus manos. Esto está asociado al discurso, pero pueden ser inconsciente.
Rostro sonriente
“Su cara denota amabilidad, tranquilidad y confiabilidad. La sonrisa ilumina su expresión y es su forma de acercamiento y vinculación emocional. Las cejas son muy expresivas en conversaciones no teatralizadas, confirman los mensajes que emite. En la plaza pública y cuando asume el rol de orador es notorio que apenas está encontrando su propio estilo y voz, porque se le siente prestado e impostada”, afirmó Gómez. Arias destacó que en los debates les habló a las audiencias, pero que se veía muy elaborado, porque terminaba sonriendo, “y eso puede generar desconfianza. No le faltó si no picar el ojo. No es que esté mal o bien, es que apenas está en el proceso de manejar a diferentes públicos”.
Discurso
La profesora Gómez afirmó que el estilo discursivo del candidato es “ceremonial - descriptivo”, con tono e intención jurídica. Añadió que se evidencia experiencia para la presentación de argumentos técnicos e históricos, afinidad con datos, hechos y descripción práctica de imaginarios, pero a su vez carece de conexión emocional, ya que no usa recursos literarios. “Hay poca musicalización, generando letargo y cansancio cuando se le escucha por largo rato”.
Según Arias, su fuerza se gesta desde el abdomen. “No tiene tanta retórica, habla rápido, busca ser un tecnócrata que entrega datos y cifras, pero que deja poco espacio para la reflexión de sus mensajes”.
“Dime cómo te vistes...”
Solo cuando acudía a debates o medios de comunicación usaba traje formal, pero sin corbata. En las correrías siempre estuvo de camisa slim fit (ajustada), porque según Arias, lo hacen ver más moderno, y todas contramarcadas con los logos de su campaña. “Se vistió de acuerdo con la región que visitó”. “Las manillas para verse ‘cool’, son más industriales o prefabricadas. Se viste como un tecnócrata yupi moderno. Pelo corto, peinado perfecto, nunca con gel. Se ve más estrato 4 y 5”.
Alianzas
Para la segunda vuelta, el Partido Conservador, en pleno, y su bancada, decidieron apoyar a Iván Duque, en fórmula con Marta Lucía Ramírez, a quien reconocieron como conservadora.
Después de la primera vuelta el expresidente César Gaviria se reunió Duque para ofrecerle apoyo y la decisión fue aprobada por la colectividad. Según el candidato, fueron respaldos sin componendas.
Cambio Radical entregó el programa de gobierno de Germán Vargas a Duque. Aunque nunca hubo una adhesión oficial, la mayoría de sus dirigentes fueron uniendo, de a poco, a la campaña del Centro Democrático.
La mayoría de los congresistas de La U dicen que votarán por Duque, pero pocos estuvieron acompañándolo o haciendo campaña en la recta final. Muchos, incluso, siguen en silencio después del 27 de mayo.
Aparte del apoyo de todos los partidos cristianos: Mira, Somos y Colombia Justa y Libre, Duque recibió el guiño del Consejo Gremial Nacional, Asobancaria, sectores de Compromiso Ciudadano, artistas vallenatos y representantes de la cultura.
Vicepresidente
Marta Lucía Ramírez
Profesión: Abogada U. Javeriana
Parte de su Equipo
María Paula Correa
Asistente personal
Felipe Buitrago R.
Jefe programático
Francisco Barbosa
Asesor jurídico