Campaña de Julián Bedoya, la más cuestionada en Antioquia
EL COLOMBIANO intentó contactar al representante y candidato, pero nunca dio respuesta.
Una comisión especial de la Fiscalía, integrada por dos fiscales de Bogotá y uno de Medellín, expertos en delitos electorales, visitaron la semana pasada algunos municipios donde existen denuncias por presunto constreñimiento a funcionarios y contratistas de parte de la campaña al Senado de Julián Bedoya y a la Cámara de Juan Diego Echavarría, del Partido Liberal.
Desde Caldas, La Estrella, Santa Fe de Antioquia y Cáceres, para mencionar solo algunos, han llegado a EL COLOMBIANO audios, videos e imágenes que comprometen estas campañas con presunta corrupción y vínculos con bandas criminales.
El mes pasado, la Procuraduría le abrió una investigación a Bedoya y a otros seis políticos por, presuntamente, orquestar nóminas paralelas en el Sena y utilizar la institución con fines electorales.
Hace dos semanas, el Ministerio Público suspendió a Braulio Suárez, subdirector del Sena en la regional Caucasia, quien a través de un audio, revelado por Noticias Caracol, pedía a los “amigos” de la institución mínimo 30 votos para Bedoya, bajo amenaza de perder el puesto. Por este caso también se compulsaron copias para investigar a Bedoya.
El origen de un político
Lo que a muchos políticos les ha costado más de una década de trabajo, llegar a un cargo regional y dar el salto al plano nacional, a Bedoya le tardó tres años. En 2011 fue elegido diputado de Antioquia (25.037 votos), renunció y en 2014 llegó a la Cámara (33.624 votos).
Tiene 36 años. Es oriundo de Cañasgordas y cumplió algunas materias de Derecho (no es abogado), hasta hace 7 años era un miembro más de las Juventudes Liberales paisas. Intentó llegar al Concejo de Medellín, pero no alcanzó. Fue asistente de esa corporación y del Congreso.
Llegó a la Asamblea con el equipo de Eugenio Prieto, actual director del Área Metropolitana, pero al año le dio un golpe de estado y armó “rancho” aparte, con la bendición de Adolfo León Palacio, mano derecha del excongresista César Pérez García, con casa por cárcel tras ser condenado como autor intelectual de la masacre de Segovia, en 1988.
Extiende sus redes
En la clase política local se decía, hasta el año pasado, que Bedoya era el mejor relacionado en Bogotá y que le ayuda a los exalcaldes investigados a que les frenen sus procesos.
En la Cámara se hizo reconocido como presidente de la Comisión de Acusaciones, en el juicio contra el exmagistrado Jorge Pretelt. Allí se congració con el entonces fiscal Eduardo Montealegre, defensor del Acuerdo, y varios magistrados investigados hoy en el Cartel de la Toga.
El voto del Pretelt, que era un no, representaba riesgo para la implementación del Acuerdo entre el Gobierno y la Farc. En tiempo récord se logró algo histórico: enviar el proceso penal a la Corte Suprema de Justicia.
Según fuentes en la rama judicial, Bedoya fue quien impulsó la campaña de Martha Cristina Pineda, esposa del exmagistrado Leonidas Bustos, para ser elegida por el Congreso como magistrada de la Comisión Nacional de Disciplina Judicial, no obstante el nombramiento se cayó porque el Consejo de Estado tumbó la convocatoria de las ternas por considerar que no estaban ajustadas a la ley.
El representante también se acercó al entonces ministro del Interior Juan Fernando Cristo, quien le habría entregado burocracia en la Unidad de Víctimas en Antioquia. Como contraprestación, Bedoya apoyó a Cristo en la consulta liberal. En los municipios que controla este le ganó a Humberto de la Calle. El cierre de campaña del exministro fue en La Estrella, sede de Echavarría, exalcalde de esa población.
En febrero de este año Bedoya estuvo en tarima con De la Calle y Cristo en dos universidades de Medellín, pero el pasado fin de semana, cuando el candidato presidencial regresó a Antioquia y ya varios medios habían denunciado anomalías de su campaña, no realizó actos públicos con él.
Hegemonía en La Estrella
En este municipio del sur del Valle de Aburrá solo hay vallas de Bedoya y Echavarría. Cuando salieron las primeras denuncias en los medios, bajaron varios pasacalles.
En un audio, Echavarría le pidió a contratistas aportar votos y le extendió esa invitación a los vinculados. Estas reuniones se hicieron en establecimientos municipales, con la complicidad del alcalde, Johnny Alexander García, quien es del mismo equipo.
Según un líder cívico de La Estrella, a la Procuraduría Provincial, en Medellín, llegó una denuncia anónima de los supuestos 84 inmuebles que han recibido Bedoya y Echavarría como pago por las licencias de construcción otorgadas por el municipio, muchas en zonas de alto riesgo. Entre 2012 y 2017 autorizaron 57 proyectos.
Uno de esos casos es el edificio Fuente Clara, ubicado en el parque principal. Según las normas locales, no debía sobrepasar los seis pisos y autorizaron ocho. En el primer piso está ubicada la sede de Arrendamientos Siderense, inmobiliaria de Echavarría, que ahora gerencia una hermana.
De paso por Caldas
En esta población circuló un documento en el que la Alcaldía invitaba a los contratistas a una reunión de la campaña de Bedoya. La Administración aseguró que no salió de ninguno de sus despachos. Sin embargo, Hernando Cano, exdirigente del Directorio Liberal en ese municipio afirmó que “el alcalde y sus funcionarios sí obligan a los contratistas a acompañar esa fórmula”.
Echavarría fue asesor de la alcaldía de Caldas, cuyo alcalde, Carlos Durán, fue elegido en otro equipo liberal, pero a través de Echavarría, Bedoya hizo amistad con el alcalde y ayudó a que su hermano, Jorge Mario Durán, fuera nombrado por el gobernador Luis Pérez como secretario de Participación Ciudadana.
Este diario conoció fotografías y videos de eventos realizados en la sede de campaña en los que aparece la primera dama Janeth Ortiz, el asesor del alcalde Jhon Jairo Osorio y otros funcionarios (ver en www.elcolombiano.com). Al respecto el alcalde señaló que eso no constituye participación en política. “A mi esposa le dijeron que se tomara una foto. Mi asesor no está inhabilitado porque es el presidente del Partido Liberal acá”.
En otra fotografía, en una actividad deportiva, Durán aparece con Echavarría, quien porta prendas de campaña. Sobre el particular el funcionario afirmó que lo une con él una amistad de hace muchos años, pero que eso no quiere decir que “le haga política”.
Presunta “bacrimpolítica”
El concejal de Medellín, Bernardo Alejandro Guerra, precisó que la carrera política de Bedoya es inusual. Agregó que llama la atención su situación ascendente, más en las zonas donde lo hace, controladas por las bandas criminales.
“En publicidad desbordan los topes. Si eso es en campaña, como será el día de elecciones. El Partido Liberal debe revisar porque las campañas también se han utilizado para lavado de dineros, y ese crecimiento no se hace sino es con patrocinio de ilegales”.
Otro hecho particular fue denunciado por el periodista Leiderman Ortiz, quien registró como Bedoya, el mes pasado, estuvo en el juzgado de Caucasia intercediendo por el destituido alcalde de Cáceres, José Mercedes Berrío, acusado por la Fiscalía por nexos con el Clan del Golfo.
El poder en Urabá
La cabeza de Bedoya en esta región es Jonnan Alexis Cerquera, excandidato a la Alcaldía de Carepa, conocido como “El amiguito”. Este estuvo entre los invitados a la boda de Bedoya, el año pasado, a la que también asistieron Cristo, el expresidente César Gaviria, la representante uribista María Fernanda Cabal, entre otros.
Según un informe de la Fundación Paz y Reconciliación, Cerquera recibió, en 2015, recursos del ya abatido cabecilla del Clan del Golfo, alias “Inglaterra”, a través de Wilson Bedoya Franco, supuesto testaferro.
EL COLOMBIANO intentó conocer la versión del representante Bedoya, pero como en otras ocasiones, no fue posible contactarlo.
ACTUALIZACIÓN DE INFORMACIÓN RESPECTO DEL SEÑOR WILSON BEDOYA FRANCO.
A la fecha de la presente actualización (15 de enero de 2019) el señor Wilson Bedoya Franco no presenta antecedentes penales, fiscales ni disciplinarios.