Ejemplos de vida en el contexto social
Este artículo se publicó en el aniversario 105 de EL COLOMBIANO, con Maritza Arango y Yesenia Restrepo como directoras invitadas.
Yesenia Restrepo
El día que inicié mi carrera deportiva nunca imaginé qué tan influyente sería esta decisión en mí, ya que me dio un giro total y contundente, pues con mucho sacrificio y esfuerzo he logrado una medalla paralímpica.
Recuerdo, con mucho cariño, y un sincero agradecimiento a las personas que me han apoyado (mi familia, mis papás, mis hermanos, mi esposo, mi hija, quien es el motor y por la que me motivo, día a día, a seguir adelante).
Es de resaltar a quienes me iniciaron y han estado en todo mi proceso, como Hugo Armando Gándara, Jorge Mario Quiroz, Luis Esteban Aguirre y actualmente Leysner Aragón, el médico Juan Guillermo Uribe, mi fisioterapeuta Natalia López, quienes se encargaron, con su experiencia y profesionalismo, de moldear a la Yesenia de hoy, la medallista paralímpica.
En 12 años de mi discapacidad no han existido las palabras “no soy capaz”. He demostrado, a mí misma y a la sociedad, que para triunfar con una discapacidad es solo cuestión de amor propio, autoestima, tener metas y aspiraciones y creer en Dios, pues de su mano todo se puede. Ese camino lo he abonado con fortaleza, dedicación y sacrificio. También con gran responsabilidad.
Hoy, en calidad de directora del periódico EL COLOMBIANO por un día, en un evento tan especial como el del cumpleaños de esta gran empresa, me invade una emoción, ya que se me está reconociendo mi vida deportiva. Un honor. Discapacidad no es sinónimo de lástima, por lo contrario es verraquera, tenacidad. Invito a todas las personas en condición de discapacidad que quieran hacer deporte que se animen, es la mejor rehabilitación. Aparte porque cada vez que competimos y cumplimos nuestras metas sentimos que la felicidad nos invade. Agradezco a Dios y a la Virgen María que me llenan de bendiciones y siempre me acompañan.
Maritza Arango
Hoy expresaré mis sentimientos emocionales, con pensamientos de todo el proceso como deportista paralímpica.
Antes de adquirir la discapacidad sensorial visual no me veía realizando una actividad deportiva. Jamás por mi mente pasó la idea de ser atleta. A partir del momento que empiezo mi proceso de rehabilitación me doy cuenta de todas las oportunidades que se nos brindan a las personas con discapacidad.
Me motivé a practicar el deporte y en muy poco tiempo me di cuenta de mis capacidades. Empecé a viajar, a conocer países, personas, culturas y lo que para mí era un imposible fue realidad: viajar en avión.
Jamás imaginé que en la vida se me fueran a presentar tantas oportunidades a través del deporte, que mi calidad de vida fuera a cambiar en una forma tan notable, viviendo en un mundo de competencias, logros y emociones, representando a mi país. Hoy doy reconocimiento a quienes me han apoyado en este proceso: entrenadores, guías, directivos, médicos y familia.
Todo ello me ha permitido servir como modelo y ejemplo en el contexto social, demostrando que nos podemos superar con disciplina, responsabilidad y compromiso; siempre con una actitud positiva, gozando y disfrutando nuestras actividades con amor.
Una persona puede practicar cualquier deporte, ser campeón mundial o paralímpico sin importar el tipo de discapacidad que tenga, siempre y cuando cuente con los apoyos técnicos biopsicosociales, ergogénicos, familiares y el apoyo especializado de su discapacidad.
Considero que al deporte paralímpico se le debe dar mayor importancia, inclusión y desarrollo en todos los ámbitos, desde la perspectiva de rehabilitación en niños, jóvenes y adultos, en la adquisición de habilidades motrices básicas y destrezas en la vida diaria, buscando, a futuro, nuevos talentos que sean cantera y nos puedan reemplazar.
Un mensaje final: la discapacidad está en la mente de las personas que no luchan por salir adelante.
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