Sara, la polista que heredó de Samuel Vanegas su carácter, humildad y espíritu luchador
La polista de Copacabana es la líder de la Selección Colombia que disputa el Panamericano. Es hija del exfutbolista Samuel Vanegas.
Periodista de la Universidad del Quindío. Cuyabra hasta los huesos y mamá de un milagro llamado Mariana, amante de la salsa y apasionada por el deporte.
Sara tiene claro que una de las cosas que más la identifican con su papá, Samuel Vanegas, es su carácter. Del exfutbolista que fue campeón con Once Caldas de la Copa Libertadores en 2004, aprendió no solo a ser luchadora, soñadora y fuerte, sino una líder.
Superar las adversidades es algo que su padre le ha mostrado y por eso ella siempre va al frente en busca de lo que ama y lo que quiere, sin importar los obstáculos.
Aunque no se inclinó por el fútbol como su padre, sí hace goles en el polo acuático, deporte que la apasiona. En el agua se siente cómoda, plena, feliz y su familia disfruta cuando la ve en acción.
La deportista cuenta que ser humilde y sencilla es el consejo que su papá le ha dado desde pequeña. Algo que, unido al trabajo duro por lo que se ama en busca de objetivos y para llegar hasta donde se quiere, la impulsan cada día a dar lo mejor.
Y ya cumplió un sueño: con tan solo 14 años de edad viajó a España, donde participó en la liga local. Allí aprendió sobre su deporte y mejoró su técnica y desempeño. Fuera de casa, en Europa, extrañó todo, a su familia, su cama, la comida, las amigas, el ambiente. Pero aprovechó para crecer y valorar lo que tiene.
Regresó a Colombia para recargarse de amor y aportarle su talento a la Selección Colombia sub-19. Actualmente está en El Salvador con sus compañeras de Selección en el Campeonato Panamericano, donde espera lograr el cupo al Mundial, la meta que se han puesto como equipo.
Más joven estuvo en un mundial y es una experiencia que quiere repetir: defender los colores de Colombia es algo que también la identifica con su padre. Al igual que pasó con él, busca dejar huella, ser ejemplo e inspiración para otras niñas que quieran triunfar en el deporte.
De su experiencia en España, afirma que le sirvió para jugar más rápido, mejorar su visión de juego y a exigirse más. Afianzó su liderazgo y carácter, y aprendió a ser más inteligente en la lectura de juego.
Entre sus planes están el convertirse en la mejor polista del país y regresar a Europa. “Quiero irme de nuevo a otro país, demostrarme que soy capaz de todo lo que me propongo. Lo que más me recalco es que por medio de mi juego quiero ser vista por entrenadores europeos y así poder abrirles puertas a las futuras generaciones, en especial al polo acuático de Copacabana que es mi municipio”.
En el Panamericano de El Salvador, Colombia ha ganado dos juegos: 26-6 a Chile y 15-2 contra México. Pero perdió 24-11 ante Estados Unidos y 16-12 con Argentina. Le restan los duelos con Canadá y Brasil para asegurar uno de los cupos al Mundial. Ganar uno de ellos le aseguraría la lucha por la medalla de bronce.