Juegos Olímpicos: París se convierte este viernes en el más grande escenario del mundo

Cada cuatro años, uno de los momentos cumbre de los Juegos Olímpicos, el cual una buena parte de la humanidad sintoniza, es la ceremonia de apertura. Se ha convertido en una especie de proclama, un sello, una marca, que hace el país sede para decirle al mundo de qué está hecha su nación. Y este año París no se piensa quedar atrás.

Entre las inauguraciones más emblemáticas se recuerdan las de Barcelona, en 1992, en la que un tirador con arco lanzó una flecha con la punta encendida desde la grama del estadio hasta dar preciso en el pebetero. Para Barcelona, los juegos fueron un antes y un después en su desarrollo urbano.

O la de Beijing en 2008, en el simbólico estadio “Nido de Pájaro”, fue el destape de China al mundo. Según el sitio oficial de los Olímpicos, Beijing es uno de los momentos “más icónicos de la historia olímpica”. Tuvo un costo absurdo: 43.000 millones de dólares (unos 176 billones de pesos).

París no se piensa quedar atrás. Si bien no piensa gastar tanto, poco más de una cuarta parte, por primera vez en los 128 años de historia de los Juegos Olímpicos de Verano, la inauguración se va a tomar toda la ciudad. En las 32 ocasiones anteriores, la apertura se ha hecho en un estadio: las delegaciones van entrando al escenario y caminan alrededor de la pista atlética ante un público sentado en las gradas.

En París va a ser distinto, las delegaciones van a desfilar por el Río Sena, en cerca de 100 botes, a lo largo de 6 kilómetros, en un recorrido que se calcula durará 45 minutos y se espera pueda ser presenciado de manera directa por personas apostadas en tribunas instaladas a lado y lado del Sena. Para ocupar un espacio se tiene que tener una boleta, ya sea comprada –pusieron a la venta 104.000 para los muelles inferiores del río–, o de las 222.000 que fueron rifadas, para las partes más altas de la orilla, en una lotería gratis para los habitantes de París.

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Un espectáculo para todos

Como la idea es que todo París pueda vibrar con la ceremonia, también instalaron 80 pantallas gigantes en toda la ciudad.

Todos estarán tratando de distinguir en los botes a estrellas que le darán brillo a estos juegos como LeBron James, Simone Biles, Coco Gauff, el basketbolisa francés Víctor Wembanyama, el atleta noruego Karsten Warholm, la nadadora Katie Ledecky o el golfista irlandés Rory McIlroy, entre muchos otros.

O simplemente a disfrutar de los atuendos de las delegaciones. Como el de Mongolia, que con sus bordados y siluetas tradicionales, ya sacudió las redes sociales. Brasil irá con chaquetas de jean, de Riachuelo, con animales autóctonos, y Guatemala llevará sombreros y bolsos folclóricos de Jaspe Maya Moderno. Otros, como Estados Unidos con Ralph Lauren, Italia con Giorgio Armani, y Francia, con la marca Berluti, hacen otro tipo de apuestas.

Los botes con los atletas de las delegaciones de 206 países a bordo harán un viaje por la historia y la arquitectura de París. La flotilla saldrá del puente de Austerlitz, junto al Jardin des Plantes, y pasará por debajo de puentes históricos y por lugares emblemáticos, como la Catedral de Notre-Dame (todavía en reparación después del incendio que la devastó en 2019), el Museo del Louvre y los bellos jardines de la ciudad.

Siendo París no podía faltar el arte y la cultura. En cada puente se podrán ver bailarines, son cerca de 400. “Vamos a aprovechar todos los monumentos históricos que rodean el Sena, y no habrá ni una sola orilla o puente que no se llene de música, danza o espectáculo”, explica la coreógrafa Maud Le Pladec.

Y otros 2.600 artistas dirigidos por Thomas Jolly, director de teatro y actor francés, montarán un espectáculo a gran escala a lo largo del recorrido. Para que todo funcione como un relojito han hecho estudios de la resistencia de los puentes, los muelles, el viento, las corrientes.

¿Qué harán? No se sabe. Jolly ha dicho que quiere mostrar los contrastes de Francia, de la ópera al rap, por ejemplo, para recrear la diversa identidad cultural de la nación.

Los atletas desembarcarán en Trocadero –la explanada frente a la Torre Eiffel–, donde se llevarán a cabo los actos de protocolo y se encenderá la llama olímpica.

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Los escenarios de competencias, cabe anotar, estarán conectados de una forma simbólica con la ciudad. El tenis se jugará en la arcilla de Roland Garros, los nuevos deportes, callejeros (breaking, BMX freestyle, skateboarding y baloncesto 3x3) en la plaza de La Concordia, la esgrima en el Grand Palais, la lucha y el judo en Campo de Marte, el voleibol de playa a los pies de la Torre Eiffel, el tiro con arco en Los Inválidos, que será también la meta del maratón, y en el Palacio de Versalles los deportes ecuestres y el pentatlón moderno.

Pero no todo será París, en lugares tan distantes como Tahití se competirá en el surf. En ciudades como Niza, Burdeos, Lille y Lyon tendrán lugar las primeras fases de los partidos de fútbol y baloncesto. Y en Châteauroux competirán los tiradores.

Las apuestas de Colombia

Precisamente los ojos de Colombia están puestos fuera de París, con la selección de fútbol de mujeres que si bien tiene una competencia dura contra rivales de peso como Francia, Canadá y Nueva Zelanda, podría dar una sorpresa.

O en el ciclismo, en el keirin, hay quienes apuestan que podría ser la única medalla de oro de Colombia con Kevin Quintero, el campeón del mundo. O la gran expectativa de si Mariana Pajón, a sus 32 años, conquistaría una medalla en el BMX por cuartos Juegos Olímpicos consecutivos, pues ya ganó oro en Londres 2012 y Río de Janeiro 2016, y plata en Tokio 2021, pocos deportistas en el mundo lo han logrado. Lo mismo sería el caso de Luis Javier Mosquera, quien podría ganar por tercer, vez en el levantamiento de pesas de 67 kilos luego del bronce en Río y la plata en Tokio.

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Colombia espera ver si otros medallistas olímpicos repiten, como Carlos Ramírez, bronce en BMX; Lorena Arenas, plata en Tokio 2021 en 20 kilómetros de marcha; Anthony Zambrano, plata en 400 metros planos, que clasificó dejando pelos en el alambrado, y la boxeadora Íngrit Valencia.

Pero también tiene la fe puesta en medallas por parte de Martha Bayona, que lograría una medalla de bronce, en Keirin; Jenny Arias en boxeo, Flor Ruiz en lanzamiento de jabalina y Yeison López en levantamiento de pesas.

De los 90 colombianos clasificados a París, lamentablemente, no podrá estar por lesiones Éider Arévalo, oro en marcha en el Mundial de Atletismo de 2017.

No es exagerado decir que la apuesta de París se puede convertir en la fiesta más grande que ciudad alguna haya hecho en el mundo. Fiestas como el Carnaval de Río, que también se toma las calles, atraen a cerca de 5 millones de visitantes, en los juegos de París se esperan 15 millones.

París se quiere lucir. No solo el concepto de Juegos Olímpicos modernos los recuperó un francés, el barón de Coubertain, sino que París es la única ciudad, con Londres, que completará la trilogía.

París fue sede de los segundos juegos olímpicos, en 1900, cuando debutaron deportes como el fútbol, polo rugby y waterpolo. Y participaron las primeras mujeres en golf y críquet. Seis ediciones después repitió, en 1924, es decir, hace exactamente 100 años.

No es fácil que una ciudad se le mida a organizar unos juegos olímpicos, es tal vez la mayor proeza para cualquier capital, y que lo haga tres veces ya muestra un gran interés. Porque además en París están sufriendo porque cerraron muchas calles, trasformaron zonas para convertirlas en estadios, y los precios de todo se dispararon a las nubes.

La ceremonia de apertura se puede ver este viernes a partir de las 11:30 de la mañana hora de Colombia (Claro Sports, Caracol y RCN).

Un mensaje certero

El director de las Olimpiadas, Tony Estanguet, participó representando a Francia en la modalidad de canotaje (eslalon) en cuatro juegos Olímpicos y es el único francés que ha ganado oro en tres diferentes y plata en el cuarto, en Beijing.<br />

“Recuerdo bien todos cuatro, pero cuando entré al estadio olímpico de Sydney para la ceremonia de apertura de mis primeros juegos todo se detuvo, tú sientes algo muy fuerte, ser parte de algo único (...) así que en tres horas, tenemos que mandar un muy poderoso mensaje acerca de que se tratarán estos juegos”.

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La ambiciosa apuesta de los franceses tiene sus riesgos. ¿Qué tal que llueva? Es tal vez la pregunta que muchos se hacen. Y más en París que tiene un clima considerado “inestable”.

El director de todo el espectáculo de apertura, Thomas Jolly, ha dicho que todo está calculado, que han tenido en cuenta desde tormentas hasta una ola de calor, pasando por fuertes vientos. “Tenemos planes por si la corriente es un poco más fuerte o un poco más débil, y la ceremonia se adaptará según los niveles de humedad. Si hay decorados que se vuelven resbaladizos o peligrosos, tendremos que ajustar esos pasajes. Hemos previsto todo, y todo es adaptable”, afirma Jolly.

Pero el desafío mayor puede ser la seguridad, teniendo en cuenta el espacio abierto, para proteger no solo a los asistentes sino a los deportistas de alto rendimiento del mundo. Sobre todo cuando París todavía tiene fresco el recuerdo en la piel de los ataques terroristas del 13 de noviembre de 2015.

Para ello, los organizadores han dicho que tendrán unos 2.000 guardias privados en el perímetro más cercano al río Sena y 45.000 policías en el más abierto.

Se espera que 1.500 millones de personas de todo el mundo sintonicen las transmisiones televisivas de la ceremonia.

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*Acreditada por el Comité Olímpico Colombiano, viajando a París gracias a Iberia.