En video: Padre de Luis Díaz celebró cada uno de sus goles hasta las lágrimas
Mientras Mane Díaz veía desde la tribuna a su hijo jugar frente a Brasil, y alcanzar la victoria, rompió en llanto y celebró cada gol como si fuera un grito de libertad, tras su regreso del cautiverio.
Periodista digital con interés en periodismo de datos, medio ambiente, genero y derechos humanos.
Luis Díaz le regaló esta noche de Eliminatorias al Mundial de Estados Unidos, México y Canadá de 2026 a su padre quizá una de las más grandes alegrías, después de que recuperar su libertad, luego de pasar casi 12 días secuestrado por el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Anotó el primer gol que puso le dio a la Selección Colombiana el empate frente a su rival brasilero, y después una segunda anotación que la llevó a la victoria.
En la quinta fecha de las eliminatorias de cara al mundial, la “tricolor” consiguió ganarle a Brasil este jueves en el estadio Metropolitano, de la mano del técnico Néstor Lorenzo, con un marcador de 2-1, celebrando de esa manera la primera victoria de Colombia en la historia sobre los pentacampeones en unas eliminatorias.
Podría decirse que cada una de las anotaciones de Díaz esta noche fueron una muestra de desahogo, acompañado por los aficionados, quienes lo estuvieron alentando desde las tribunas, entre los que se encontraba su padre, Luis Manuel Díaz, quien no consiguió contener las lágrimas y rompió en llanto al ver a su hijo jugar de nuevo, mientras llevaba la camiseta de la Selección con orgullo.
Las lágrimas bajaron por sus mejillas, y cada gol lo cantó con el alma y lo entonó como un grito de libertad. Cada anotación, quizá sin proponérselo el guajiro, fue para toda su familia, los Díaz Marulanda.
En el minuto 75 este definió el primer gol, haciendo vibrar y retumbar todo el estadio. Pero quien sin duda más se emocionó fue su padre, quien llegó desde Barranquilla a alentar a su hijo.
Pero ese no fue el único gol que les regaló a su padre y a los miles de colombianos que estaban allí viendo a su amada selección. Luego les regaló un segundo gol, y hasta parecía que el señor Díaz se infartaba. Apretaba las manos, se formó una sonrisa en su rostro de par en par, y de nuevo volvieron las lágrimas.
Su hijo fue el que mejor jugó hoy, y él estuvo ahí para verlo. Y anotó el siguiente gol para la “tricolor” contra Brasil de forma similar al primero, de cabeza. Un centro de James Rodríguez, Díaz se anticipó al movimiento de la defensa y de un cabezazo, y con los ojos cerrados, hizo que la pelota consiguiera entrar en el arco rival.